TRAS LA BRUMA EN LA MONTAÑA
MAS TU ERES EL SOL PODEROSO
QUE EN CUANTO CLAMO, RESPONDE
Y NO HAY NADA QUE ME LO OCULTE.
TU VOZ, SEÑOR, A TU PRESENCIA ME LLAMA,
A TU LADO DONDE ESCUCHO
TU MAGNIFICA PALABRA,
Y PONES EN MIS OIDOS
Y EN LO PROFUNDO DEL ALMA,
TUS DESEOS DE LLEVARME MAS ARRIBA
DE MIS BRUMAS COTIDIANAS,
ALLA DONDE EN LA ALTA CIMA
OTRAS VOCES TE PROCLAMAN,
AL NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE
Y AL REY DE REYES SE ACLAMA,
UN SOL QUE NUNCA SE PONE,
TU MAJESTAD SOBERANA
4 ESPIRITU SANTO
ARTÍFICE DE MI SANTIDAD
ARTÍFICE DE MI BIENESTAR
SEÑOR DE MI CASA.
ERES PARA MI, UNA LAMPARA ILUMINADA,
UN VIENTO RECIO, SABIDURÍA INSPIRADA
LA CANCIÓN ETERNA
QUE AUN NO HA SIDO INTERPRETADA.
HERMOSURA REAL QUE PASA,
DEJANDO EN SUAVE PERFUME,
MI SER Y MI ALMA IMPREGNADA.
YO SE DONDE AFIANZAR MIS PIES,
Y POR LARGA Y ESCARPADA,
QUE FUERE AQUELLA SUBIDA,
MI VIDA A TI ENCARAMADA,
LOGRARA ALCANZAR LA CIMA,
Y ABRAZAR A MI DIOS AQUEL DIA,
Y ENTREGARLE MI CORONA
A JESÚS, POR EL GANADA.
5 ME ES DULCE TU PRESENCIA
ME ES DULCE TU PRESENCIA
MAS QUE MIEL Y MAS QUE AZUCAR,
ME SUBYUGA EL PENSAR COMO
SERE LLEVADA A LA TIERRA,
QUE MANA AGUAS PROFUNDAS,
DE MANANTIALES NACIDOS
DEL CORAZON DE MI PADRE,
TIERRA DE LECHE Y VINO, DE LANA PURA DE OVEJAS
QUE OYERON A SU PASTOR,
QUE SIGUIERON DULCEMENTE, LAS HUELLAS DONDE EL CAMINO
QUE DERRAMARON SU SANGRE
DONDE EL PASTOR DERRAMO
LA SUYA HASTA LA ULTIMA GOTA
SOLAMENTE POR AMOR,
MAS ESTA SANGRE, NO EN VANO
CAUSO TAL HERIDA AL PASTOR,
QUE ME ATRAJO SU CAYADO,
CONQUISTO MI CORAZON,
Y FUE LLENO DE SU TERNURA,
Y FUE REPLETO DE SU AMOR,
SANO TODAS MIS HERIDAS,
ALEJO DE MI EL TEMOR,
DONDE MUERTE PUSO VIDA, DONDE LLANTO, RESPLANDOR
Y ENTRE SUS BRAZOS DE AMIGO,
A SU REDIL ME LLEVO.
6 PRESENCIA SOBERANA
¡Qué hermoso encontrar brillando
tu presencia soberana!
No acierto a describir tu gloria
Por más que quiera intentarlo,
Porque mi propia torpeza
Tu resplandor empaña,
Y solo puedo mencionarlo
Desde mi propia experiencia,
Y usando aquí mis palabras,
Como el pintor en su lienzo,
Con el pincel va plasmando,
Quiero dejar reflejada
La belleza que percibo
En lo profundo del alma,
Y el abrazo envuelto en fuego
Que me das cada mañana,
Y tu poderoso amor eterno
Que ni en la oscuridad me falta.
Deseo que quien lea este verso,
Pueda percibir impreso
Lo que tan escasamente
Describen estas palabras.
7 SIN RUIDO
Sin ruido entraste en mi ser,¡oh Dios!
Como un susurro me declaraste tu amor,
Sujetaste a ti mi vida con amarras de perdón,
Y entonces como una tromba,
Tu Espíritu me envolvió. Me llenó de fuego,
Me abrazó y me transformó.
Y supe lo que es el cielo,
Y entendí tu corazón,
Y abriste mi entendimiento, me enseñaste a caminar,
Y tu palabra fue vida, lumbrera, estandarte,
Y razón para esperar,
Pues sedienta está mi alma,
Y no parará hasta encontrar
El lugar de tu morada,
Para siempre allí habitar.
8 A MI PADRE CELESTIAL
Vuelve a dejarme sentir
Que me rodean tus brazos,
Que pueda otra vez percibir
Lo profundo de tu abrazo.
Comunícame tu amor,
Tu poder, tu voluntad,
Que pueda siempre fundirme
En tu hermosa majestad,
Y vivir bajo tu amparo.
No se comparan, mi Dios
La blancura de una perla,
Ni los astros, ni planetas,
Ni la belleza en la tierra.
Eres tanto para mí
Que no existe razón alguna,
Que me pueda hacer feliz,
Sino estar en tu presencia,
Oyendo el fuerte latir,
Y un poderoso fluir
De santidad, que rodea,
Que mana de tu existir
Y envuelve mi vida entera.
9 AL ESPIRITU SANTO
FLOR FRESCA DE VERANO,
EN EL ARDIENTE DESIERTO,
QUIETUD EN EL HURACÁN,
EN LO MÁS RECIO DEL VIENTO.
Y SIN EMBARGO TU FUEGO,
TODO LO VIVIFICA,
LLENO DE FUERZA Y ALIENTO.
TE MUEVES, Y EN TU MOVER,
ERES LÁMPARA DEL CIEGO,
LENGUA PARA EL QUE ES MUDO,
VIGOR EN DEBILIDAD,
LIMPIEZA PARA LO IMPURO,
CAMINO, VIDA Y VERDAD.
ESCUDO Y REFUGIO SEGURO.
EN LA SOMBRA DE TUS ALAS,
ME QUIERO YO SUJETAR,
DEJAR QUE SEAS TU EL QUE VUELE,
EL QUE ME QUIERA LLEVAR
HASTA LA CIMA, A LO MÁS ALTO,
DONDE ME PUEDA ENCONTRAR,
CON AQUEL A QUIEN YO AMO,
CON SU ETERNA MAJESTAD.
10 EL JARDINERO
Esistió una planta en flor,
Cultivada con esmero,
Con hojas frondosas y verdes,
Regadas por tal jardinero,
Que hábil y con mano firme
Cuidaba y daba explendor.
La tierra siempre movida,
Húmeda y bien abonada,
Y con cuidado cercaba
Alrededor, ya cavado,
Un hoyo con que guardaba,
Que cualquiera despistado,
Sin darse cuenta pisara,
Y sin querer arruinara,
Todo su esfuerzo y labor.
Aquella planta un buen día,
Cansada de estar tan quieta,
Quiso salir de aventura,
Y experimentar lo de fuera.
De forma que nadie viera,
Poco a poco fue extrayendo
Sus raices de la tierra.
El jardinero al notar
La tierra, que removida,
Descubría al exterior,
Parte de las raices,
De las ramas y la flor,
Presuroso con su azada,
Trabajando con ardor,
De nuevo a la desdichada,
Enterraba su azadón.
No habían pasado tres días,
Cuando de nuevo la planta,
Pensaba como lo haría,
Para escapar de la trampa,
Que ella misma se creía, el jardinero amoroso,
Para su mal le ponía.
Y así otra vez, poco a poco,
A fuerza de tanto insistir,
De su cálida humedad,
Su raíz por fin salía,
Sin pensar que la imprudencia,
Mala pasada le haría.
Pero fiel, el jardinero,
Que con fervor vigilaba,
Estaba dispuesto a enterrar,
De nuevo a la muy osada.
Más de tanto salir y entrar,
La planta quedó dañada,
Y por mucho corazón,
Que el jardinero ponía,
No consiguió enderezar
A la planta, que quedó herida,
Y poco a poco perdía
Su frescura y su color.
Nosotros, como la planta,
A veces podemos pensar
Que la sujección a Cristo,
Nos puede hacer desear
Salir de su cobertura,
Y andar así en libertad,
Pero al igual que la planta,
La libertad que se jacta
De darnos la mejor suerte,
Lo que significa es muerte,
Dolor y necesidad,
Mientras que la única Vida,
El Camino y la Verdad,
Unicamente están en Cristo,
Que como el buen jardinero,
Quiere alejarnos del mal,
Y cuida con todo esmero,
Que nuestra vida se guarde
Para vivir con el Padre por toda la eternidad.
PRESENCIA DE TI
HERMOSA Y PURA PRESENCIA
¡QUE MANSAMENTE DESCIENDES!
CUBRIENDO TODO MI ESPACIO,
AMOR ES TODA TU ESENCIA,
LUZ Y FUEGO QUE SE ENCIENDE
EN MARAVILLOSA HOGUERA,
QUE DENTRO DE MI SE PRENDE,
Y EN MI SER TODO SE QUEMA.
A MI HÉROE SALVADOR
VA DIRIGIDO EL POEMA
QUE SALE DE MI CORAZÓN,
PUES AL SENTIRTE TAN CERCA,
ESTALLA EN MI ALMA TU AMOR
Y MI INSPIRACIÓN DESPIERTA.
CASI NO PUEDO ESPERAR
HASTA LA PRÓXIMA VEZ
QUE VUELVAS A ESTREMECER
ESTA VIDA QUE ME DAS.
ENAMORAME DE TI
DULCE MAESTRO Y AMIGO
PORQUE AÚN NO ES BASTANTE ELTIEMPO
QUE QUIERO PASAR CONTIGO
ENAMORAME DE TI
PORQUE ESTE FUEGO QUE TENGO,
ME IMPULSA A BUSCARTE Y SENTIR
QUE CADA VEZ ES MÁS CIERTO
MI ANHELO Y MI AMOR POR TI
12 INSPIRACION
¿Qué busca de mi, mi Amado? Tu fragancia y tu frescor me envuelven al despuntar la mañana. Y siento tu cercanía, que dulcemente, me alienta y me empuja más arriba. Allá donde tu presencia es infinita, y tu autoridad impera, y tu majestuoso Rostro, ¡imponente! se dirige a mi persona, y tu mirada ¡increíble! Me dice que me añora. ¿Cuándo el día será más largo para pasarlo aún contigo? ¿Cuándo las horas infinitas tendrán lugar para adorarte?, y no tendré que separarme en los quehaceres humanos, que, a veces, no me dejan seguir pensando en mi amado? ¿Cuándo este cuerpo, que envejece, que a veces es un tormento, y a veces impedimento, será al fin resucitado?
13 A MI AMOR
¿QUIEN LLENA DE GOZO MI CORAZÓN
CON SU CONSTANTE ABUNDANCIA,
Y CON SU FRESCURA Y FRAGANCIA
ME ENVUELVE CADA MAÑANA
EN SU FUEGO Y EN SU AMOR?
EL ES MI SEÑOR, FIEL AMIGO,
EL QUE SIEMPRE VA CONMIGO
Y SU DULCE COMPAÑÍA ES EL TESORO INFINITO
CON QUE ENRIQUECE MI VIDA.
Y RECUERDO MI NIÑEZ,
Y AQUEL PRECIOSO MOMENTO,
EN QUE SE DIO A CONOCER
MI ENAMORADO MAESTRO
Y AL ESCUCHAR DE SU VOZ,
AQUEL HERMOSO RELATO.
CLAVADOS SUS PIES Y MANOS,
Y DE UN MADERO COLGADO,
PERMITIÓ A AQUELLOS SOLDADOS
QUE CUMPLIERAN SU DEBER
PARA ARRANCAR A MI SER
DE LAS GARRAS DEL DIABLO.
ME CAUTIVÓ CON SU AMOR,
Y YA NUNCA LE HE OLVIDADO,
MI CORAZÓN ES EL SUYO
Y VIVO PARA ENSALZARLO.
DE TRISTEZA Y DEPRESIÓN
PARA SIEMPRE ME HA LIBRADO,
ME RECOGIÓ EN SU REGAZO
Y MIS LÁGRIMAS SECÓ,
ME HABLÓ CON SU DULCE VOZ,
QUITÓ DE MI PECHO EL DOLOR,
CAMBIÓ EN REGOCIJO MI LLANTO.
14 FUERZA INTERIOR
(24/05/08)
Eres mi fuerza interior.
Solo tu amor me sostiene,
Mi torre fuerte, mi escudo,
Viento recio que me envuelve
Busco tu rostro y ¡Ahí estás!
Fuerte Dios, Majestuoso.
El que es, fue y será,
Torrente, río impetuoso.
A veces como un remanso,
Y a veces un vendaval.
¡Oh, Dios! Mi único tesoro.
Mar de energía y reposo.
Me abro a tu intimidad,
Y me postro ante tu trono.
¡Dame aliento en mi volar!
¿A qué alturas que yo ignoro,
Tu poder me ha de elevar?
Si soy águila y no logro
Ni del suelo despegar.
Más yo en ti esperanza pongo,
Y es mi deseo alcanzar
La cima misma del monte
Donde tu presencia está,
Y allí ver el horizonte,
Contemplar tu eternidad,
Y no volver a la tierra,
Y poder continuar,
Buscándote en las alturas,
Y no volver a bajar.
Seas tu Dios y ¡nada más!
Autor:
Virginia Ruíz Ríos
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