Entre el estado y la comunidad privada – CP- se plantean diversas situaciones de difìcil salida, relaciones delicadas en todas las èpocas y paìses.
Los intereses de ambos sectores no han podido llegar a un consenso que genere contactos armònicos y productivos. ' Sector pùblico y Sector privado ', indica dos àmbitos e implica claramente un espacio comùn de pertenencia. ' Intereses no consensuados ' tambièn expresa la realidad ; es lo que sucede, y es lo que enturbia el contexto.
Bàsicamente, quienes representan al mandante, fundarìan su labor en canalizar los intereses de la poblaciòn.
Sì se comprenderìa que los mandatarios – en cumplimiento de su mandato de elevado rango- procuraran orientar una ' visiòn ' de paìs para el mediano y largo plazo.
Pero, los objetivos – planes tentativos para la superaciòn de necesidades de la poblaciòn; y proyecciòn nacional, ' humanista ' y cultural – deberìan ser los contenidos que, paulatinamente, concretaran la visiòn. La cp comprende a hombres y mujeres que trabajan o aspiran a trabajar; es , seres que hacen sus aportes desde distintos àmbitos.
Hoy, el valor de la cp se va resignificando en sus potencialidades aplicadas al desarrollo integral de la sociedad que muchos anhelamos. La comunidad procura con empeño establecer
- asumir- su rol, sus canales de intervenciòn y las pautas que definan las relaciones de su gestiòn coejecutora de la norma fundamental.
- En general, es un sector que propicia apertura, y revela ser inclusivo : centros comunitarios, iglesias, cooperativas, asociaciones de profesionales, grupos de autoayuda, organismos no gubernamentales, clubes, vecinales, fundaciones…
- Estas instituciones van asumiendo prestaciones que competen constitucionalmente al estado, prestaciones que se suman a las de su rubro fundacional. …….
… En el proceso socio polìtico la cp –comunidad privada- podrìa alcanzar una posiciòn destacada y preponderante, y ,asì, naturalmente, se convertirìa en un concreto factor de poder -multidisciplinario y progresista- que reclamarìa opinar acerca de los temas
Operativos del estado. La comunidad privada solidaria ' junto ' al estado, para acortar la disparatada brecha entre intereses de mandatarios – y grupos autoeliteados- y
mandantes.
Si el estado manifestara una actitud lùcida y coherente, acompañarìa rotunda y efectivamente la gestiòn de los organismos privados y mixtos, y los consultarìa en situaciones especìficas, valorando seriamente el aporte de su experiencia y profesionalizaciòn que enriquecerìan la toma de decisiones.
Este contacto solidario, constitucional, armònico, sòlo podrìa concretarse -de manera permanente y formal- en un contexto de ' real ' apertura, de mutuo respeto y de contenido ètico y humano. Precisamente, y no es novedad, desde los gobiernos, gestionar sin la aplicaciòn de esos contenidos, sin cumplir eficientemente con sus roles, es lo que origina la fundaciòn de las asociaciones que nos ocupan.
Es para destacar el abuso històrico de lesa patria representado -para desconocimiento de muchos, por el conocimiento no revelado de muchos-
En la ' confusiòn ' de gobierno representativo por gobierno de unos pocos.
Se podrìa adoptar la posiciòn extrema de manifestar puras exigencias al estado para que cubra con su accionar todas las necesidades y las legìtimas aspiraciones de su comunidad.
Es evidente que esa actitud sòlo producirìa vano agotamiento de la poblaciòn que acelerarìa su marcha hacia màs embrutecimiento y marginaciòn.
Debe destacarse, ademàs, que la exclusiva demanda, revelarìa algo de ceguera en cuanto a la òptica de lo real, actual, mundial.
La alternativa de desarrollo local propone y provoca una participaciòn dinàmica y deja siempre una puerta abierta a la negociaciòn. La comunidad habita una realidad de pobreza y chatura, al tiempo que las exigencias fiscales, los discursos y los ' requisitos ' culturales estàn elaborados para un paìs de ciudadanos ricos, saludables, educados, …
Se deduce que, en tales condiciones, no existe la posibilidad de diàlogo claro, razonable, inteligente.
Con todo, quizà sì existe la esperanza de tal diàlogo.
Se hace necesario elaborar toda una ' cultura de la salida del aguante ' entre interlocutores vàlidos, es decir, un proceso de retroalimentaciòn que parta desde la comunidad solidaria, y abierto para incluir a nuevos protagonistas, si es posible, tambièn, de los àmbitos oficiales. .
… Las instituciones privadas y mixtas estàn marchando.
Como en todos los pueblos y en todas las èpocas, es el intelecto el que alimenta la llama que clarifica el ' aguante ' – y el intento de superarlo -, y el que opera como intèrprete y vocero de las ' luces latentes en todos ' los sectores de la comunidad.
Lentamente, se va haciendo conciente el concepto de que todo representado goza del derecho de ser representante. sì, el desarrollo local palpita y su circulaciòn ya no se percibe sòlo como un sonido interior. Los màs capacitados intenta la formaciòn de los menos formados – al tiempo que se revalorizan la experiencia de èstos- ; en conjunto, se estructuran y se ponen en pràctica proyectos de diversas àreas.
Paralelamente, el accionar solidario que puja por manifestarse con màs intendidad, exige la comprensiòn de conceptos como ' derechos de los humanos ', ' posibilidad de elegir ' – y de ser elegido-, ' capacidad para reclamar '…
El conjunto de saberes personales analizados y confrontados en grupos, permite desarrollar acciones socializantes y productivas que canalicen sus inquietudes y necesidades. Aprehendidos estos conocimientos, asumida la inalienable potencia de ' ser ', los hombres estàn habilitados para ser los autènticos coprotagonistas de la polìtica social.
La red Soberana tiene la capacidad de elaborar crìticas coherentes y aportes efectivos que respalden sus valederos reclamos.
Se ha perdido mucho tiempo, tiempo vital de la comunidad. Es hora de invertir tiempo en la comunidad ; es hora de compartirse.
Ubicada en nuestro tiempo y espacio, una mirada objetiva de reconocimiento enfrenta al observador con la crudeza de esta lìnea divisoria – de larga data, y agudizada en nefastas etapas- que no se logra empalidecer.
No escapa al observador, el factor influyente que representan los intereses de subsectores privados y pùblicos.
Factor que entorpece cualquier intento de dignificar la convivencia. Intereses que estàn renegados con el bien comùn y, por tanto, son disparadores de creciente violencia y, por otro lado, cultivadores de alarmante ' impotencia ' en las òrbitas de conducciòn. Es asì que el observador, en definitiva, describe a un sector mandatario que profundiza la ' desestructura ' que incoherentemente, procura ' reestructurar '.
Y a un sector mandante, manso y perplejo, entrañablemente esperanzado, que descubre en su màxima expresiòn civil y cìvica – ciudadana y patriotìca -, el estado, una imagen distante, incomprensible, inabordable, excluìda. …
… Si de afrontar se trata, se debe marcar, acentuar, reconocer que, asì como un grupo padece cierto trastorno, autosublimaciòn-soberbia, la mayorìa de la poblaciòn,
el soberano, ha llegado a padecer otro malestar, marginaciòn- embrutecimiento. El primer grupo se automargina.
Contrariamente, el soberano, dinamiza alternativas razonables de comunicaciòn y participaciòn
- en el intento de que se ejecute la constitucional forma de gobierno-.
- No sirve recurrir a la racionalizaciòn, no sirve tapar y taparse.
- Para la integraciòn, hacen falta sensibilidad, honor, respeto, legalidad, patriotismo,…
- Para la recuperaciòn de la autoestima y de la identidad, hacen falta escuelas vivas y fuentes de trabajo.
Los malestares ya exceden el mediano y largo plazo, ya estàn instalados en ' toda ' la desestructura. Si no se afrontan, es inùtil todo planeamiento que pretenda ' reestructurar ' la desestructura. Simplemente, porque esa planificaciòn debe partir de la aceptaciòn y concientizaciòn de la desestructura.
Es que èsta, no respeta ' elites ', y profundiza cotidianamente el grado y nivel de victimizaciòn.
Aceptar.
Propuesta urticante, sobre todo, porque se trata de exponer la propia piel, el propio examen de conciencia, la propia ' quintita ', el propio temor personal para expresar el deseo de disfrutar a pleno
La vida – y la inconciencia e irresponsabilidad de quienes todavìa la disfrutan y no entienden que la violencia que provocan es la violencia que los alcanza-.
análisis saludable que marcarìa una tendencia hacia el restablecimiento de la lucidez colectiva. Un intento que puede requerir la asistencia de profesionales eficaz y eficientemente idòneos.
Èso sì, es necesario que se provea y facilite formalmente el acceso a las distintas terapias para que ' todos ' puedan recurrir a tan bàsico y vital servicio de salud.
èsta es una afirmaciòn y expresión de deseo que, muy posiblemente, se intentarà minimizar.
habrà quien diga que es un comentario generado desde lo utòpico ; asì sòlo manifestarìa su actitud de tapar y taparse.
A las pruebas remitirse.
No son utopìas : el hambre, la enfermedad -de ' todos ' los sectores, o sea, de todos -
el embrutecimiento, la criminalidad que trepa.
El sector pùblico puede y debe acrecentar su acercamiento y participaciòn y, para ello, puede conocer en extenso la amplia diversidad de expectativas y de logros, de aportes y carencias, que van proponiendo y esbozando la imagen-objetivo de la comunidad solidaria :
mandante insoslayable de la naciòn jurìdicamente organizada.
Se quiere agregar una cuota de optimismo y esperanza, con los pies sobre la tierra, con la mente alerta, con la pasiòn expectante para repartirse en la red del ser.
María Zapata
Rosario, Argentina
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