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Las siete iglesias del Apocalipsis: Sardis

Enviado por Julio C. Torres


Partes: 1, 2

    1. La Iglesia de Sardis

    Capítulo seis

    Apocalipsis 3:1-6

    Introducción

    ¡Nada peor que una iglesia muerta! Es como un hombre que esta muriendo de sed en el desierto y que ve un pozo de agua a la distancia, pero cuando llega encuentra que está seco. Muchas almas sedientas andan tambaleándose por el desierto de este mundo y luego al final, ven en una iglesia lo que parece que será su esperanza, pero entran y encuentran que está muerta. Este es el cuadro que nos da este texto acerca de la iglesia de Sardis y de la era que representa: «la reforma».

    Sardis, capital de Lidia, era una ciudad prominente en el Asia Menor. La iglesia local parece que tuvo un nombre aceptable en ciertas áreas, pero en realidad estaba muerta. Esto es trágico por el hecho de que la vida es una característica del cristiano nacido de nuevo. Jesús dijo: «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Jn. 10:10).

    La Iglesia de Sardis

    La iglesia muerta, 1520 d. C. hasta la tribulación.

    • A. LA ERA DE LA IGLESIA MUERTA:

    Sardis fue capturada por los persas en el año 549 a. C., destruida por los jónicos en el año 501 a. C., y conquistada por Alejandro Magno en el año 334 a. C. Sardis llegó a ser famosa por su riqueza material. Sardis la metrópoli de la región de Lidia, en el Asia Menor, está situada cerca del monte Tmoluos, entre 48 y 52 Km. al este de Esmirna. Sardis era, además, un centro para la adoración de la diosa «Cibeles», otro nombre para la diosa Artemisa. Dicha diosa pagana era asociada con la fertilidad y era invocada por las mujeres a la hora del alumbramiento. En medio de la opulencia de Sardis estaba la congregación a la que va dirigida la carta que contiene la mayor reprensión.

    Sardis quiere decir «los que escapan» o «los que salen». Este nombre, unido a la condenación del Señor a esta iglesia, proporciona una descripción perfecta de las iglesias de la Reforma. [La Reforma Protestante] se desarrolló como resultado del continuo énfasis que hacía la iglesia de la Reforma en las doctrinas paganas, en lugar de atenerse a los principios escritúrales. El énfasis principal de las iglesias de la reforma se basaba originalmente en las palabras de advertencia de Martín Lutero, tomadas de las Escrituras: «El justo por la fe vivirá» (Ro. 1:17). Dejaron de intentar que la salvación fuera el resultado de las obras y encendieron un resurgimiento del interés por el estudio de las Escrituras.

    La tragedia de la iglesia de la Reforma que les trajo como resultado la condenación del Señor cuando les dijo que estaban muertas, tiene dos aspectos:

    • 1. Se convirtieron en iglesias del estado. Lutero, por ejemplo, buscó la aprobación de los líderes políticos, y finalmente la iglesia luterana se convirtió en la iglesia estatal de Alemania, tal como lo hicieran otras por toda Europa. El peligro es que, en aquel momento, la iglesia incluye a toda la población, eliminando de esta manera la necesidad de una aceptación personal de Jesucristo y el énfasis en la relación individual con Dios. Otro peligro es la tendencia de satisfacer al gobierno antes que a Dios (Hch. 5:29).

    • 2. Las iglesias de las reformas no cambiaron lo suficiente muchas de las costumbres y enseñanzas de la iglesia de la Reforma. Se continuó bautizando a los bebés a pesar de no existir base bíblica para esta práctica. También continuó la aspersión y se perpetuó el ritualismo, incluyendo algunos elementos de los sacramentos. El ritualismo y la formalidad, características de las reformas paganas de adoración, no conducen a la genuina adoración, porque apelan a la naturaleza humana sensorial. La Biblia enseña que a Dios se le debe adorar en «espíritu y verdad» (Jn. 4:24). El ritual que proviene del paganismo no puede ser del Espíritu Santo y no transmite la verdad. El principal propósito de una iglesia es la propagación del evangelio de Jesucristo. Esto debiera lograrse con lo que se canta y lo que se dice. Si la gente se va de la iglesia con la misteriosa sensación de la «adoración» pero sin tener un encuentro cara a cara y personal con Jesucristo, entonces adoraron en una iglesia muerta.

    • B. LA NATURALEZA DE CRISTO REVELADA A SARDIS:

    • «El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto».

    • La expresión «el que tiene» (ho échon) es un participio presente, voz activa y sugiere acción continua además de control y dirección.

    • «Los siete espíritus» es una referencia a la plenitud del Espíritu Santo. dicha expresión habla de la plenitud de capacitación y de vida inherente en el Espíritu y que están a la disposición de la iglesia de Sardis a pesar de su condición de mortandad espiritual.

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