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El tacto (la piel)

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    1. Estímulos mecánicos
    2. Algo sobre la piel
    3. ¿Qué pasa cuando tocamos algo?
    4. Otro tipo de estímulos
    5. Enfermedades o defectos
    6. Anexos
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    Introducción

    EL SENTIDO del tacto comprende la percepción de estímulos mecánicos que incluyen contacto, presión y golpeo.

    ESTÍMULOS MECÁNICOS

    El estímulo mecánico consiste en la aplicación de una fuerza sobre la superficie que envuelve al cuerpo.

    Supóngase que tocamos una mesa con un dedo. En este proceso nuestro dedo ejerce una fuerza sobre la mesa. De acuerdo con la tercera ley de Newton de la mecánica, la mesa reacciona y ejerce a su vez una fuerza sobre nuestro dedo que es un estímulo mecánico.

    Ahora bien, resulta que el cuerpo es sensible no solamente a la magnitud de la fuerza que se aplica sobre él, sino que también lo es a la presión que ejerce esta fuerza aplicada. Como se recordará (véase la sección V.3) la presión que experimenta una superficie cuando se aplica sobre ella una fuerza es igual a la de la fuerza dividida entre el valor del área de la superficie.

    Es decir, la presión es igual a la fuerza que se ejerce sobre cada centímetro cuadrado de superficie. Esto implica que el sentido del tacto nos permite distinguir no solamente la magnitud de una fuerza que se aplica sobre nosotros, sino también la forma en que la fuerza está distribuida sobre la superficie de nuestro cuerpo.

    La aplicación de una fuerza sobre la piel puede ocurrir de diversas maneras, por ejemplo cuando sopla el viento sobre nuestro cuerpo. En este caso, las partículas que componen al viento se mueven y al chocar contra nuestro cuerpo ejercen una fuerza, es decir, se genera un estímulo mecánico.

    ALGO SOBRE LA PIEL

    Los estímulos mecánicos que nuestro cuerpo experimenta se aplican sobre la piel que nos cubre, que es el órgano sensorial del tacto. En este capítulo describiremos algunos elementos de la estructura de la piel que son de importancia en la percepción táctil.

    La mayor parte del cuerpo humano está cubierto de piel que lleva pelos o vellos. En algunas zonas del cuerpo éstos son tan finos que no se ven a simple vista. Algunas de las partes del cuerpo que no tienen pelos son las palmas de las manos, las plantas de los pies, los labios, etcétera.

    Forma en que un pelo está inserto dentro de la piel.

    Debajo de la piel se encuentran terminaciones nerviosas que en general están muy entrelazadas. Así, en las regiones del cuerpo que tienen pelos, las terminaciones nerviosas rodean los tubos del pelo, mientras que en las zonas sin pelos se forman enredos nerviosos de formas y tamaños diversos.

    Cada vello o pelo de nuestra piel es el extremo externo de un vástago (Figura 50) que está penetrado por muchas fibras nerviosas que lo envuelven.

    En general, un nervio que tiene una terminación en la piel no está conectado directamente con el sistema nervioso central. Este nervio tiene muchas ramificaciones que están dispersas en distintas zonas de la piel. Resulta que una porción de la piel no está "servida" por una fibra nerviosa solamente, sino que hay una sobreposición de diferentes fibras nerviosas. Además, cada fibra nerviosa "sirve" a diferentes áreas de la piel.

    En distintas partes de la piel la densidad de terminaciones nerviosas es diferente. Hay lugares, como por ejemplo las yemas de los dedos, en que la densidad es muy grande, lo que hace que estas regiones sean muy sensibles. En otros lugares, como por ejemplo en las espaldas, en que la densidad es muy baja, no se tiene mucha sensibilidad.

    ¿QUÉ PASA CUANDO TOCAMOS ALGO?

    Cuando tocamos algún objeto con un dedo por ejemplo, ocurre una deformación en la piel (Figura 51). Nos damos cuenta que diferentes lugares de la piel se deforman de maneras distintas. Por otro lado, debajo de la piel, en el área que se ha deformado hay muchas terminaciones de fibras nerviosas que, en general, están entremezcladas. Cada terminación experimenta una deformación distinta ya que unas experimentan mayor presión que otras.

    En los últimos años se ha descubierto que la modificación en la tensión de las membranas de las células nerviosas origina una señal nerviosa que se transmite finalmente hasta el cerebro. Algunos elementos de la célula reciben el aumento de la presión que tiene como consecuencia el desencadenamiento de una señal nerviosa. Este mecanismo es similar al que ocurre con las células ciliadas del interior del oído (véase el capítulo V).

    Como ya se mencionó, también somos sensibles al movimiento de nuestros pelos y vellos. En este caso, lo que ocurre es lo siguiente: al moverse el pelo o vello, por ejemplo cuando sopla el viento, el vástago del pelo, dentro de la piel (véase figura 50) se mueve. Pero debido a que dentro de la vaina del vello hay muchas terminaciones nerviosas, el movimiento del vástago aprieta, jala, empuja dichas terminaciones que reciben entonces presiones y tensiones que, al igual que en el caso anterior, emiten una señal nerviosa. Tenemos entonces la sensación de un estímulo táctil.

    Al apretar la piel se deforma. Así se genera una señal nerviosa.

    OTRO TIPO DE ESTÍMULOS

    Las terminales nerviosas de la piel, aparte de ser sensibles a estímulos mecánicos, también lo son a estímulos que producen calor, frío y dolor.

    Por otro lado, distribuidas en muchos lugares dentro de nuestro cuerpo se encuentran células que son sensibles a estímulos mecánicos y que tienen como función informar al cerebro sobre el estado de la posición en que se encuentran nuestras manos, pies y otras partes del cuerpo. Estas células se encuentran en las uniones, en los tendones y en los músculos y al igual que las descritas en la sección anterior dan una respuesta al experimentar presiones o torsiones, extensiones, etcétera.

    Existen otras células análogas a las anteriores que dan información al cerebro sobre tensiones internas. Por ejemplo, cuando las venas y arterias experimentan tensiones debidas a la presión de la sangre que conducen, se emiten señales que ayudan al sistema nervioso a regular la presión arterial ya sea dando órdenes de que se contraigan o expandan.

    Este tipo de canales, sensibles a los cambios de presión y de tensión, gobiernan el ritmo y magnitud de las contracciones del corazón, controlan el estómago, la vejiga, etcétera.

    El sentido del tacto o sentido táctil permite percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc.

    Este sentido se halla principalmente en la piel, en la que se encuentran diferentes clases de receptores que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro. Los principales receptores son los corpúsculos del tacto y los corpúsculos o discos de Merkel. Por ejemplo, los corpúsculos de Ruffini son los encargados de percibir la presión.

    Corpúsculos de Krause

    Son corpúsculos táctiles localizados en el nivel profundo de la hipodermis,  parecidos a los de Pacini, pero más pequeños y simplificados. Es un receptor de temperatura (frío) de los cuales hay unos 260.000 extendidos por todo el cuerpo. La sensibilidad es variable según la región de la piel que se considere. Además tanto el frío como el calor intensos excitan también a los receptores del dolor. Los receptores del calor son los corpúsculos de Ruffini y de Vater-Pacini.

    Terminaciones Nerviosas

    Son receptoras del dolor y son simples terminaciones nerviosas libres cuyas ramificaciones se extienden por la capa profunda de la epidermis,  (capa de Malphigi) habiendo lugares en la piel donde alcanzan concentraciones de 200 unidades por centímetro cuadrado.

    Músculo Horripilador

    Cada uno de los pelos de nuestro cuerpo dispone de un músculo llamado horripilador que se inserta en él  y que, cuando se contrae, mueve al pelo enderezándolo, con lo cual se nos pone la "carne de gallina".

    Corpúsculos de pacini

    Son corpúsculos táctiles localizados en el nivel profundo de la hipodermis. Tienen forma ovalada, de medio milímetro de longitud aproximadamente y están formados por capas yuxtapuestas. Los de Vater-Pacini y Ruffini son receptores de temperatura (calor) de los cuales hay unos 35.000 extendidos por todo el cuerpo. La sensibilidad es variable según la región de la piel que se considere. Además, tanto el frío como el calor intensos, excitan también a los receptores del dolor. Los receptores del frío son los corpúsculos de Krause.

    Corpúsculo de Meissner

    Son corpúsculos táctiles localizados en la parte papilar de la dermis. Se encuentran formados por la terminación en espiral de un axón en el interior de una cápsula conjuntiva ovoidal. Miden entre 50 y 100 micras y son considerados sensibles a la presión y al tacto. Estos receptores están muy desarrollados a nivel de la punta de la lengua y de los dedos.

    Otros corpúsculos táctiles son los discos de Merkel, formados por células epiteliales que reposan sobre la terminación en cúpula de un axón.

    Las Glándulas Sudoríparas

    Se encuentran situadas en el tejido subcutáneo y se abren paso mediante un conducto llamado Poro al exterior de la piel. Su misión es regular la temperatura del cuerpo. Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: Las Ecrinas que son tubulares y se encuentran por casi toda la superficie del cuerpo. Las Apocrinas que son grandes glándulas especializadas y ramificadas que vacían su contenido en la parte superior del folículo piloso en vez de hacerlo sobre la piel. Éstas se encuentran sólo en las axilas y alrededor del ano.

    La Epidermis

    Es la capa más delgada y externa no vascular de la piel. Está constituida por cinco capas que de dentro hacia afuera son: Capa basal, capa espinosa, capa granular, capa clara y capa córnea. Es impermeable al agua y resistente al rozamiento. Su grosor varía entre 0,07 y 1,4 milímetros. Las células externas forman una capa córnea que se renueva constantemente por la maduración progresiva de las células que proceden de la capa germinativa inferior.

    La Capa de Malphigi

    Capa más profunda de la epidermis, constituida por células mucosas muy prolíferas sobre la que descansan las capas superiores de la Epidermis. Las nuevas células que aquí se forman pasan a la epidermis sustituyendo a las que van muriéndose y desprendiéndose de la piel en forma de escamitas, caspa, etc. Esta capa a su vez descansa sobre la Dermis.

    Las Glándulas Sebáceas

    Son glándulas holocrinas de la piel que bordean el pelo y segregan una sustancia aceitosa (el sebo) que lo embadurna y le da flexibilidad y suavidad.

    El Tejido Adiposo

    Las células de tejido adiposo presentan gran cantidad de capilares sanguíneos a su alrededor. Se localiza principalmente en la piel y especialmente alrededor de muslos, nalgas, mamas y abdomen. También se encuentra rodeando algunos órganos como el corazón y los riñones. Actúa como reserva energética del organismo, siendo un fabuloso aislante térmico que conserva la temperatura del cuerpo y protege numerosos órganos actuando de colchón en choques y caídas.

    El Pelo

    Consta de una parte terminal o Bulbo, porción engrosada que bordea la papila nerviosa, y que se continúa con la Raíz finalizando en el Tallo que es la parte que sale al exterior. Todo él está cubierto de varias vainas que reciben el nombre de folículo piloso. Cuando el pelo se mueve se debe al músculo horripilador que lo enerva. Bordeando el pelo se encuentran las glándulas sebáceas que lo embadurnan de grasa haciéndolo elástico y flexible.

    La Dermis

    Está constituida por tejido conjuntivo y podemos dividirla en tres substratos: dermis papilar donde se efectúa la unión con la epidermis. Presenta numerosos entrantes (epidermis) y salientes (dermis), el tejido de esta parte de la piel es laxo.

    Luego está la dermis propiamente dicha formada por tejido conectivo relativamente denso y por último se encuentra la hipodermis o dermis profunda que posee un tejido conjuntivo con numerosas células adiposas con función de reserva energética, aislante térmico y amortiguador de golpes.

    La Hipodermis

    Es la capa más profunda de la dermis que posee un tejido conjuntivo con numerosas células adiposas las cuales se infiltran entre las fibras y las células. Su función es de reserva energética, aislante térmico y amortiguador de golpes. Esta parte está muy vascularizada presentando gran cantidad de pequeñas venas y arterias que trasladan las sustancias alimenticias y el oxígeno a todas las células de la piel.

    El tacto

    Toda la información que recibimos a través de los sentidos de la vista y el oído llega al cerebro a través de las terminaciones nerviosas. Lo mismo ocurre con la piel. La superficie de la piel, llamada epidermis, contiene muchas terminaciones nerviosas por todo el cuerpo que transmiten sensaciones al cerebro y nos indican el tipo de cosas que estamos tocando.

    La piel tiene receptores que son los encargados de recibir los estímulos. No se encuentran repartidos por igual en toda la superficie de la piel. En la espalda los nervios están muy separados, por eso es difícil saber exactamente donde nos pica, por ejemplo.

    Para comprobarlo, toca la espalda de alguien primero con un lápiz y después con dos. Si la distancia que separa uno de otro es menor de dos centímetros, tal vez sigua pensando que solo es un lápiz.

    El tacto es el sentido que nos mantiene en constante relación con el entorno, puesto que mientras la vista depende de los ojos, el oído de los órganos auditivos, el olfato de la nariz y el gusto de la lengua, el tacto, en cambio, se extiende por la piel cubriendo todo nuestro cuerpo.

    Mediante el sentido del tacto podemos percibir algunas características físicas de los objetos o ambiente que nos rodea como: la consistencia, la textura, la forma y contorno, el tamaño, el peso, la humedad y la presión que ejerce un objeto sobre tu piel.

    Una herida pequeña en lugares como los pies o la lengua pueden parecer muy grandes. Da esta sensación porque estas partes están muy llenas de censores del tacto. El cerebro recibe gran cantidad de mensajes de dolor, pero todos provienen de una herida muy pequeña.

    La pérdida de sentido del tacto puede ocurrir como resultado de una lesión en la médula espinal o el sistema nervioso central, debido a una degeneración de los nervios periféricos o en el plexo braquial (red nerviosa que se origina en la médula espinal y se distribuye por el brazo.

    Entre los padecimientos cuyos efectos pueden producir la pérdida del sentido del tacto se encuentran los estados graves de Diabetes o la Lepra. En estos casos, aunque la función motora se mantenga, la falta de sensaciones interfiere con el control fino de algunos movimientos de la mano, como agarrar, pellizcar o apretar.

    ENFERMEDADES O DEFECTOS:

    Lepra: enfermedad infecciosa crónica de los seres humanos que afecta sobre todo a la piel, membranas mucosas y nervios.

    Cortes y Raspaduras: los cortes provocan hemorragias y pueden infectarse si no se limpian. Puede corregirse con desinfección y limpieza de las heridas. Y puede prevenirse protegiéndose de otras heridas y del sol.

    Quemaduras: producen la deshidratación de la piel. Se puede corregir con una desinfección y limpieza de las heridas. Y puede prevenirse protegiéndose de otras heridas y del sol.

    Dermatitis seborreica: es una enfermedad cutánea extraordinariamente frecuente. Esta dolencia se acompaña a veces de acné en la cara. El cuero cabelludo, a demás de ser muy grasiento, experimenta una intensa descamación y picor, por lo cual el paciente se rasca a menudo y puede infectárselo. Su consecuencia más frecuente es la calvicie, aparecida en las edades relativamente tempranas.

    Para tratarlas se aplican lociones astringentes, frecuentes lavados de cabello con champús medicamentosos, vida higiénica, dieta pobre en grasas, abundantes vitaminas.

    Tumores de la piel: Entre los tumores benignos de tipo sólido, son muy conocidas las verrugas. Trátase de pequeñas prominencias que aparecen en cualquier región de la piel, especialmente de en los dedos. Su causa es un virus, por lo que son contagiosas. Se presentan con preferencia en los niños. No suelen curar espontáneamente, sino que es necesario tratarlas.

    Urticaria: alteración alérgica de la piel caracterizada por la aparición repentina o reiterada de manchas, ronchas u otras manifestaciones. Por lo general son como inflamaciones.

    Psoriasis: Es una enfermedad crónica, se caracteriza por la aparición de placas escamosas. Se diferencia de la piel normal, ya que obtiene un color rojizo o castaño, cubiertas por pequeñas escamas blancas. Generalmente afecta las rodillas, el cuero cabelludo y el pecho.

    Dermatitis: es la inflamación de la piel o la dermis. Los síntomas son enrojecimiento, dolor, exudación de la zona afectada. Cuando se presenta por un largo período, suele presentar ronchas, costras y mucha sequedad de la piel. Su causa es por parásitos o irritantes físicos o químicos.

    Micosis: es una enfermedad producida por hongos, causa mucha molestia porque genera mucha picazón e irritación de la piel.

    Onicomicosis: son las afecciones en las uñas, sobre todo en las de los pies. Produce deformaciones por engrosamiento y resquebrajamiento.

    Dermatomicosis: se presenta entre los dedos, produciendo grandes ampollas y grietas, se controla rápidamente, pero suele salir nuevamente en épocas calurosas y muy sudorosas. Para combatirlas se emplean líquidos, pomadas, polvos y en algunos casos  medicamentos que se ingieren o inyectan.

    También es recomendable usar zapatos ventilados y cambiarse a diario los calcetines o medias.

    Candidiasis: es una infección producida por un hongo, que normalmente se aloja en la vagina (órgano sexual femenino). Se multiplica rápidamente y produce mucha picazón. El tratamiento se basa en el uso de supositorios vaginales. Esta es una enfermedad que se adquiere por contacto sexual.

    La tiña: es una infección en forma de anillo. Los hongos atacan los folículos pilosos, del cuero cabelludo o de la barba. Se presentan erupciones molestas y desagradables, comenzando con erupciones rojas, que cada vez se hacen más grandes y más rojas acompañadas de mucha picazón.

    La Pediculosis: es la parasitosis (Ciencias)   más frecuente causada por parásitos externos (ectoparásitos) llamados piojos.

    Anexos

    Conclusión

    El tacto, es otro de los cinco sentidos de los seres humanos y de otros animales. A través del tacto, el cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias, objetos, etcétera. Los seres humanos presentan terminaciones nerviosas especializadas y localizadas en la piel, que se llaman receptores del tacto. Los receptores se estimulan ante una deformación mecánica de la piel y transportan las sensaciones hacia el cerebro a través de fibras nerviosas.

    Los receptores se encuentran en la epidermis, que es la capa más externa de la piel, y están distribuidos por todo el cuerpo de forma variable, por lo que aparecen zonas con distintos grados de sensibilidad táctil en función de los números de receptores que contengan.

    Los receptores del tacto están constituidos por los discos de Merkel. Este, a su vez, esta dividido en diferentes tipos de terminaciones encapsuladas, que serán detalladas a continuación: Corpúsculo de Pacini: están situados en diferentes regiones del cuerpo, pero predominan en los dedos de las manos y de los pies. Captan los estímulos de presión, estiramientos rápidos o cualquier deformación de la piel. La señal que transmiten solo dura una fracción de segundo.

    Esta es una forma compleja de receptor del tacto en la cual los terminales forman nódulos diminutos o bulbos terminales Corpúsculo de Meissner: se hallan en las puntas de los dedos, en los labios, las plantas de los pies y las palmas de las manos. Están especializados en el tacto fino: reconocen los detalles de los objetos que tocamos; también intervienen cuando buscamos algo en el bolsillo y lo reconocemos, sin verlo, por su forma y textura. Corpúsculo de Krause: se distribuyen en la lengua y en los órganos sexuales; y se especializan en captar el frío. Corpúsculo de Rufini: se encuentran en las palmas de las manos, las plantas de los pies y en las puntas de los dedos. Nos informan sobre el estiramiento de los tejidos y la posición de las cápsulas articulares; y captan el calor.

    El tacto es el menos especializado de los cinco sentidos, pero a base de usarlo se puede aumentar su agudeza; los ciegos, por ejemplo, tienen un sentido táctil muy delicado que les permite leer las letras del sistema Braille.

    La piel La piel es una parte del organismo que protege y cubre la superficie del cuerpo. Contiene órganos especiales que suelen agruparse para detectar las distintas sensaciones, como la temperatura y el dolor.

    La piel posee, en un corte transversal, tres capas: la epidermis, la dermis y la capa subcutánea. La que interviene principalmente en la función del tacto es la epidermis o cutícula, ya que es la más externa Tiene varias células de grosor y posee una capa externa de células muertas que son eliminadas de forma constante de la superficie de la piel y sustituidas por otras células formadas en una capa basal celular, que recibe el nombre de estrato germinativo (stratum germinativum) y que contiene células cúbicas en división constante. Las células generadas en él se van aplanando a medida que ascienden hacia la superficie, dónde son eliminadas; también contiene los melanocitos o células pigmentarias que contienen melanina en distintas cantidades.

    Enfermedades La urticaria es una alteración alérgica de la piel caracterizada por la aparición repentina o reiterada de manchas, ronchas u otras manifestaciones, que son lesiones cutáneas elevadas de bordes irregulares que se acompañan de inflamación y prurito. La enfermedad aparece asociada con frecuencia a la fiebre del heno o a el asma. Está causada por una reacción alérgica de aparición rápida tras la ingestión, inhalación, inyección o contacto con el antígeno específico.

    Psoriasis Es una enfermedad crónica y recurrente de la piel, que se caracteriza por la aparición de placas eritematoescamosas y pápulas sobre la superficie cutánea. Las lesiones suelen estar ligeramente elevadas sobre la superficie normal de la piel y se diferencian de forma clara de la piel normal; su color va del rojo al castaño rojizo. Suelen estar cubiertas por pequeñas escamas blanco grisáceas que se adhieren a la erupción subyacente y, que si se quitan, dejan una superficie eritematosa con puntos hemorrágicos. La extensión de la enfermedad puede variar desde algunas lesiones pequeñas a la afección generalizada de la mayor parte de la superficie cutánea. Afecta de forma característica los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y el pecho.

    Dermatitis Este término se refiere a una inflamación de la piel o dermis. Los síntomas son enrojecimiento, dolor y exudación de la zona cutánea afectada. En los casos de larga duración es característica la formación de costras, y la sequedad y descamación de la piel. El término dermatitis se utiliza indistintamente con el de eccema, que se refiere de una forma más específica a ciertas enfermedades no contagiosas de la piel. La inflamación puede deberse a parásitos o irritantes físicos o químicos.

    Bibliografía

    www.google.com

     

     

     

     

    Autor:

    Néstor Sanz B.

    República Bolivariana de Venezuela

    Ministerio de Educación y Deporte

    Mérida Estado Mérida

    U.E. Las Tapias