- Quienes somos, educadores
- La pedagogía tradicional
- La visión humanista de la educación
- Lineamientos para una pedagogía orientada a la persona humana
Humanizarnos es una tarea de revalorización de nuestros errores.
(Ricardo Peter)
Quienes somos, educadores
Pensar en la educación como algo que se limita a los espacios educativos, como escuelas y universidades sería una visión muy limitada. Del mismo modo, pensar en que sólo los maestros que laboran en ese tipo de instituciones son educadores sería muy equivocado. Los padres también educamos, educan los medios de comunicación, educa el contexto en que uno se desenvuelve, educa la sociedad, educa el mundo globalizado. En realidad todos nos estamos educando constantemente. Del mismo modo que en la escuela el alumno enseña al maestro (no sólo lo opuesto), en la vida las acciones de algunos "educan" a otros, para bien o para mal. Sin embargo, se puede pensar que para "enseñar" algo, por lo menos hay algún tipo de camino recorrido extra o diferente, por parte del que enseña. Es en ese sentido que corresponde a los que hemos recorrido algún tipo de camino, mostrar las enseñazas que ese camino nos ha dejado.
Esto podría ser entonces educar: Preparar al otro para que tenga diversos tipos de experiencias, que le dejen enseñanzas. Ahora bien, ¿en qué consiste esa preparación a fin de que las experiencias, dejen enseñanzas? ¿Qué puede ser lo esencial en esa preparación? En otros términos, ¿sobre qué fundamento debe construirse una pedagogía encaminada a orientar la persona humana?
La pedagogía tradicional
Antes de abordar este asunto, cabría examinar qué se nos enseña normalmente en la escuela. Sabemos que el modelo tradicional en que se pensaba que la escuela sirve como vehículo transmisor de conocimientos ha sido rebasado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, lastimosamente algunas escuelas aún lo implementan, o también, algunos padres de familia consideran o valoran una escuela como de "alto nivel académico" cuando sus hijos pueden salir recitando una serie de cosas. Ese tipo de modelo enciclopédico no puede ser vigente en un mundo en que la información es más accesible que nunca, a través de lo que ha sido llamado TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación)
Hoy en día lo que está en boga es el "desarrollo de habilidades", en que se pretende que el alumno sepa buscar información y sepa qué hacer con ella, para resolver problemas, por decirlo en términos muy generales. En algunos casos se busca también el "desarrollo de actitudes y valores", es decir, se trata de formar al alumno en una visión "proactiva" en el desarrollo de su persona y de los demás y en cuestiones relacionadas con "hacer el bien", en el mejor de los casos. Pero es como si existiera una especie de hueco. Como si esos valores que pretenden enseñarse no tuvieran una base sólida, como si carecieran de algo esencial, como si faltara un fondo sobre el cual construirlos. Un fondo que se ha perdido en la medida en que se ha ido comercializando la educación.
Con lo anterior no se pretende decir que la educación laica no sea buena, ni mucho menos que hacen falta las escuelas de tipo confesional, en que la idea de Dios era impuesta de tal forma que hacía más daño que bien. Quiero decir que en la escuela laica, se enseñan "valores" que no parecen tener una base sólida, mientras que en la escuela de tipo confesional, que todavía las hay, se enseñan formas "castrantes" de ver la vida, donde imperan los "deberías" y se maneja un concepto de "pecado" en términos de daño y negación de lo que es propiamente humano. Concepto de pecado encaminado a fomentar la culpa, más que a suscitar algún beneficio en el plano espiritual.
Existen, sin embargo, excepciones a estos modelos de educación. Es decir, afortunadamente existen escuelas y universidades hoy en día en que se tiene una "visión humanista" de lo que es educar. Pero ¿en qué consiste una visión humanista? ¿Qué cualidades de lo humano deben tomarse en cuenta en el proceso educativo para que pueda ser considerado "humanista"?
La visión humanista de la educación
Hay dos asuntos que aclarar. Primero, que lo que es cuestionable en la pedagogía tradicional es su visión de la persona. Dicha visión carece de dos cualidades de lo humano que son esenciales para construir una pedagogía orientada a la persona. En efecto, al considerar la persona no se tomaba en cuenta su falibilidad. La ineludible producción de errores, fallas y fracasos que caracteriza lo humano. Pero tampoco se consideraba su capacidad para recuperarse ante su propia falibilidad y revalorarla. Nos referimos a la cualidad vital de la aceptación. Motivo, por lo cual, y este es el segundo asunto, no toda visión que pasa por humanista es realmente humanista. ¿Qué hace falta entonces considerar para que una visión de la educación sea realmente humanista?
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