El pueblo era dominado por los madianitas, porque no habían obedecido a dios. A veces el enemigo nos domina porque no obedecemos a dios.
Cuando dios llamo a Gedeón le envió el ángel del señor que le dijo varón valiente y le dijo que con su fuerza, dios le iba a entregar a los madianitas.
Dios le dijo a Gedeón por medio del ángel del señor valiente, no le dijo cobarde. Gedeón seguramente se sorprendió, pero dios sabía el temple escondido en ese hombre y la capacidad que el tenia y que ni siquiera sabía.
Así nosotros debemos de obedecer la voz de Dios. Debemos de hacer su santa y soberana voluntad. Debemos de pedirle a dios que el quiere de nosotros y obedecerle; acatar su llamado; capacitarnos para la obra del señor y con la confianza puesta en el, librar la buena batalla contra los espíritus malignos que están en el aire y contra el príncipe de este mundo, que gobierna la sociedad humana, el cual es Satanás, que de por si ya esta vencido por Jesucristo. Aleluya. Amen.
Gedeón ofreció una ofrenda a dios después de que se le presento el ángel con el mensaje profético. Esto para luego liberarse de los madianitas. Así nosotros debemos sembrar la semilla de la ofrenda a dios para ganar la batalla a Satanás. Amen.
El recogió todo lo necesario para la ofrenda, la llevo al ángel del señor y esto le dijo que del caldero que llevaba, sacara el caldo y que lo echara al animal que iba a sacrificar como ofrenda a dios y luego el ángel toco la ofrenda y esta ardió.
Entonces tenemos que dios se presento a Gedeón como el ángel del señor y le hizo el milagro de quemar la ofrenda.
Aun así Gedeón dudaba, como muchas veces dudamos nosotros.
Gedeón sentía temor e inseguridad, porque el pensaba que no era apto para la obra de dios. Así muchas personas piensan que no son aptas para servirle a dios, pero el señor los quiere usar y aunque sean pequeños, según los hombres; aunque sientan temor, cobardía e inseguridad, sepan que dios los quiere usar.
Aunque nos escondamos, como se escondía Gedeón, dios nos quiere usar.
Así como Gedeón se escondía de los madianitas, muchos nos escondemos de dios, tenemos temor y nos sentimos que somos poco para ser tomados en cuenta por dios para su servicio.
Muchos escondemos nuestros talentos, ministerios, dones, pero sepamos que dios nos quiere usar, aun con todos nuestros defectos y debilidades.
Dios nos llama a nosotros, tal como somos. Así llamo a Moisés. Así llamo a David.
Moisés dijo que el no podía hacer la obra de dios que era liberar al pueblo de Israel del yugo de la esclavitud del faraón de Egipto, porque era tardo para hablar. A dios no le importo eso. Dios no se enojo porque Moisés le dijo eso. Cuando dios se enojo fue cuando Moisés insistió en que no podía hacer la obra la cual dios lo había llamado.
David no se sintió no apto para ejecutar la obra de dios. A pesar de que era un simple pastor de ovejas, que era el hijo menor y menos corpulento de Isaías. Así dios lo quiso y lo capacito para hacer la buena obra del señor y liberar a los israelitas de los filisteos. Esto se vera en capítulos adelante.
2. El derribamiento de ídolos
Dios mando a Gedeón a derribar el altar que los israelitas habían hecho al dios Baal y la imagen de acera, diosa pagana a la cual adoraban el pueblo de dios. Ahí había idolatría y dios la detesta sobremanera.
A dios debemos de honrar y solo a el y nada ni nadie debe estar antes que dios. Dios debe tener en nuestras vidas siempre el primer lugar. Amen.
Gedeón, de noche hizo la obra que dios le pidió y con la estatua de acero encendió el fuego del sacrificio que previamente dios le había solicitado. El obedeció.
Nosotros debemos de obedecer al señor siempre. Amen.
No debemos de tener ningún ídolo en nuestras vidas. Ídolo es lo que ocupa el primer lugar en nuestras vidas y que se lo quita a dios. Ídolo es lo que usurpa ilegalmente el lugar de dios; lo que esta antes de dios.
Ídolos pueden ser personas u objetos. Por ejemplo ídolo puede ser un hijo o hija, el esposo o la esposa, el novio o novia, la televisión, el estudio, la internet, el celular y todo lo que preferimos antes que a dios.
La idolatría es pecado. Hay pecado de idolatría doble. Ese pecado es el que tiene un elemento idolátrico como los anteriores señalados y que aparte de eso, el practicarlo, aunque sea en forma moderada, es pecado también.
Son la pornografía, las relaciones sexuales ilícitas, la brujería y la hechicería, las prácticas sexuales indebidas, como el sadismo, el masoquismo, el sadomasoquismo, el homosexualismo y la masturbación entre otras.
Debemos de derribar todos esos ídolos. Debemos de tener a dios en primer lugar como hizo Gedeón. No debemos permitir que nada ni nadie acapare la atención nuestra y que debe ser acaparada por dios. Ni la fama, ni el dinero, ni la belleza física, ni el deporte o nuestra propia persona, deben ocupar el primer lugar.
Porque ese lugar debe estar reservado solamente para dios, porque se merece toda la gloria y honra por los siglos, amen.
Las señales de Gedeón
Gedeón a pesar de todo lo que dios le había mostrado antes, le pidió a dios señales y dios se las dio con el vellón mojado y el vellón seco.
Dios disipa toda duda de Gedeón
Aun así Gedeón tenia duda de hacer la obra de dios. Dios le dijo que fuera a un campamento cerca al de los madianitas y ahí oyó a un hombre hablar acerca de un sueño que había tenido y que consistía en que dios había entregado a los madianitas a Israel. Entonces Gedeón creyó.
3. La victoria de Gedeón sobre los madianitas
A Gedeón lo siguieron 32 000 hombres que querían luchar contra los madianitas. Dios le dijo que eran muchos y que no quería que fueran tantos, porque si ganaba la guerra, la honra iba a ser para ellos y se olvidarían de darle honra a dios.
Dios no quiere que la honra sea para nosotros cuando hagamos la obra de el. Dios quiere que toda la honra sea para el solamente. Aleluya. Amen.
Dios le dijo a Gedeón que les dijera que los que no tenían valor verdadero para la batalla que se regresaran y 20 000 fueron los que decidieron regresarse.
Muchos cristianos queremos hacer la obra del señor; incluso a veces la empezamos, pero no tenemos el valor suficiente para continuarla y terminarla.
Dios no quiere que seamos así y no nos va a utilizar de esa manera.
Entonces dios le dijo a Gedeón que 12 000 aun eran muchos. Que les hiciera una prueba y que los pusiera a tomar agua de un lago y que apartara a los que tomaban con sus manos lamiendo de los que se arrodillaban para tomar agua.
Los que lamieron el agua como perros, dios los escogió para el ataque a los madianitas y estos fueron 300.
El perro significa en la biblia humildad. Dios quiere que seamos humildes para hacer la obra de el.
300 hombres contra aproximadamente 35 000 de los madianitas era una proporción de 1 a mas de 500. Humanamente hablando era imposible que los israelitas ganaran la batalla.
Pero para dios no hay nada imposible. Para dios todo es posible. Para el no hay tarea que no se pueda hacer.
Cualquier problema, cualquier circunstancia adversa o cualquier enfermedad, el los puede solucionar y curar. El es el dios de los imposibles. Solamente pide que le demos el primer lugar y toda la gloria. Bendito sea su nombre.
Dios le dio la victoria a Gedeón. Los 300 hombres llegaron de noche al campamento de los madianitas y como dios se los había ordenado, tocaron la trompeta y los madianitas se mataron entre si en un acto de confusión y perturbación.
Así como dios le dio la victoria a Gedeón con pocos hombre sobre el gran ejército madianita, así dios no da la victoria sobre el ejército de Satanás, sobre cualquier cosa o situación que nos desanime o que nos baje la autoestima. Dios quiere hijos victoriosos.
Esos son los habitantes del reino de Jesús, que es el reino de dios. Aleluya, amen. El nos hizo más que vencedores por el poder de su palabra como dice la santa escritura.
Confiamos en el y le creemos a su palabra, le obedecemos, hacemos su santa voluntad y ahí esta nuestra victoria a pesar de todo y o quiere ganarnos la batalla. Quiere derrotarnos a toda costa. El sabe que esta vencido por Jesús, pero el insiste en engañarnos y decir que todavía tiene poder sobre nosotros. Porque el es padre de toda mentira.
Autor:
Francisco Cordero Calderónn
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