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    1. Fundamentos del Karate Do
    2. Karate-Do de Okinawa
    3. Desarrollo del Karate Moderno
    4. Estilos de karate
    5. Estilos okinawenses
    6. Estilos japoneses
    7. Estilos mixtos

    Introducción

    El Karate nace en Okinawa, al incorporarse el espíritu del Zen a las técnicas de lucha que llegaron desde China (Rivas, 1998), la práctica del Karate busca ante todo el dominio de las técnicas de autodefensa.

    Para explicar breve y claramente cual es la idea, citaré el lema del Kenpo Karate, el cual es perfectamente aplicable a cualquier estilo y escuela:

    "Vengo hacia ti con las manos vacías. No tengo armas, pero, si soy obligado a defenderme, a defender mis principios o mi honor, si es cuestión de vida o muerte, de derecho o de injusticia, entonces aquí están mis armas: las manos vacías".

    Por supuesto, defensa y ataque no pueden existir separadamente, por lo que para poder entrenar las técnicas defensivas más avanzadas es necesario practicar también técnicas ofensivas. En su libro "El Zen y el camino del guerrero", el maestro Toguchi explica los conceptos básicos del método de entrenamiento de combate: En cierta ocasión, una persona que asistía a una sesión de entrenamiento me preguntó: "¿Por qué das tantos golpes de mano y patadas? Siempre había oído decir que el Karate es ante todo defensivo". "Tiene razón" -respondí- "pero antes de poder parar un golpe de mano o una patada hay que entenderla, saber qué es y cómo se hace. Y antes de poder saber si vuestra técnica defensiva es correcta, debes probarla contra un golpe de mano o una patada real. Por eso practicamos las técnicas ofensivas: para perfeccionar nuestras técnicas defensivas".

    Además del dominio de las técnicas y el ideal en último término pacifista (nunca atacar, pero si te atacan, saber defenderte), el Karate está imbuido de una filosofía que proviene directamente del Budismo Zen.

    El karate se caracteriza por procedimientos y normas de respeto y etiqueta, debido a su origen en el espíritu del Bushido japonés  (Wikipedia, 2008).

    El karate es también un gran sistema de defensa personal que ayuda a canalizar la impulsividad de la persona a través de la gran actividad física que se realiza. Es un inmejorable sistema para el desarrollo físico, pues pone en juego todos los sistemas del cuerpo y los amplía al tiempo que favorece todos sus funcionamientos; aunque lo principal es que desarrolla la personalidad y el carácter de quien lo práctica, siendo éste su verdadero objetivo.

    La práctica de este arte tiene un impacto positivo en el bienestar psicológico de sus practicantes []. Su carácter de práctica de grupo ayuda a que la gente se relacione de mejor manera, a los niños que son algo tímidos le ayuda a desenvolverse y a los más inquietos les ayuda a canalizar sus energías (entrenakarate.com, 2008).

    Existe una historia que refleja el sentido del karate. Es una parábola acerca del Do (camino) y un hombre insignificante (Wikipedia, 2008).

    Un karateka preguntaba a su Sensei: ¿Cuál es la diferencia entre un hombre del Do y un hombre insignificante?

    El Sensei respondió: "Cuando el hombre insignificante recibe el primer Dan, corre rápidamente a su casa gritando a todos el hecho. Después de recibir su segundo Dan, escala el techo de su casa, y lo grita a todos. Al obtener el tercer Dan, recorrerá la ciudad contándoselo a cuantas personas encuentre."

    El Sensei continuó: "Un hombre del Do que recibe su primer Dan, inclinará su cabeza en señal de gratitud; después de recibir su segundo Dan, inclinará su cabeza y sus hombros; y al llegar al tercer Dan, se inclinará hasta la cintura, y en la calle, caminará junto a la pared, para pasar desapercibido. Cuanto más grande sea la experiencia, habilidad y potencia, mayor será también su prudencia y humildad".

    Fundamentos del Karate Do

    "No existe puerta en el camino de la vida que rehúse abrirse ante aquellos que quieren pasar. Si quieres ir a cualquier parte, no importa qué camino elijas, hay miles y todos son buenos. Si, con suerte, alcanzas tu meta, el camino desaparecerá y tú te convertirás en el camino".[1]

    "No hay un camino para vuestra vida. Vosotros mismos sois el camino".

    Estos son dos dichos que se oyen repetir a menudo a los budistas Zen. Ilustran bien la complejidad del concepto de "Do" -el camino-. Sin embargo, también es evidente que el camino es lo bastante accesible como para que se le pueda encontrar en nuestra vida diaria (Rivas, 1998).

    Hoy en día, hacemos referencia a la mayor parte de las artes marciales con el apelativo "-Do": por ejemplo, Karate-Do. En sus orígenes, todas las artes marciales se llamaban "Jutsu" (técnica). La esgrima era Ken-Jutsu, el tiro con arco, Kyu-Jutsu, el Karate, Karate-Jutsu, y así con todas. Cuando Jigoro Kano, el fundador del Kodokan y el Judo moderno, cambia el nombre de Jyu-Jutsu por Jyu-Do (Judo), numerosos artistas marciales siguieron su ejemplo. Ken-Do, Kyu-Do, Karate-Do (Ibidem).

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