Las siguientes líneas presentan algunas reflexiones sobre una particular forma de afrontar desde nuestra disciplina el estudio de determinadas manifestaciones artísticas que, por ubicarse en los límites de lo que convencionalmente denominamos música, ofrecen especial resistencia a las más clásicas metodologías de análisis musicológico.
La vía que aquí se propone como medio de acceso desde la Musicología hacia estas creaciones, el comisariado, procede del ámbito de las artes plásticas, al igual que muchas de esas manifestaciones artísticas limítrofes. Por ello, esta metodología presenta una inherente dimensión multidisciplinar que se adapta especialmente bien a la naturaleza de las obras hacia las que se proyecta, al tiempo que enriquece los discursos propios de nuestra disciplina.
En las líneas siguientes analizaremos, a través del caso concreto del proyecto Itinerarios del sonido, cómo la labor de comisariado constituye un cauce a través del cual es posible orientar una investigación genuinamente musicológica.
Itinerarios del sonido es un proyecto de arte público auspiciado por el Centro Cultural Conde Duque, el Ayuntamiento de Madrid y la Residencia de Estudiantes, y desarrollado conjuntamente por María Bella Piñeiro, comisaria independiente, y el autor de esta ponencia. Mi participación en el proyecto representa una primera incursión en la práctica del comisariado, y una prolongación de la investigación musicológica que actualmente desarrollo en la Universidad de Oviedo gracias a una beca del gobierno del Principado de Asturias.
En la tesis doctoral que eventualmente resultará de esa investigación se intentará presentar una metodología de análisis musicológico enfocada hacia el estudio de ciertos fenómenos artísticos que, aun no habiendo sido creados en el ámbito de la composición musical, sí hacen uso del sonido como medio expresivo. Conforme a una de las hipótesis que fundamentan esta investigación, el musicólogo, acostumbrado a reflexionar sobre el uso creativo del sonido, puede aportar en su análisis de estos fenómenos una visión diferente y complementaria a la del historiador del arte o el estudioso de la Estética.
Estos ámbitos de estudio (junto a otras disciplinas como las Bellas Artes, las Media Arts, o la Literatura) son los que hasta ahora más atención han prestado a creaciones sonoras como la poesía fonética de futuristas como Marinetti y dadaístas como Ball o Schwitters, o al arte radiofónico de Antonin Artaud, por sólo citar algunos ejemplos que ya han sido objeto de análisis en los trabajos preparatorios de la mencionada tesis doctoral.
Pero las creaciones sonoras realizadas por autores procedentes de ámbitos distintos a la composición musical no se agotan con estos clásicos de las vanguardias del siglo XX. Sus sucesores artísticos continúan ayudando a expandir las fronteras de la música, y a partir de estas convicciones surgió el proyecto Itinerarios del sonido.
Esta propuesta, al igual que la mencionada investigación musicológica, tiene como premisa la existencia de un continuo estético entre los diversos cauces de aproximación al uso del sonido como medio artístico. Por ello, los quince artistas escogidos para el proyecto proceden de ámbitos como la composición musical (Julio Estrada, Luc Ferrari, Trevor Wishart), la creación poética (Jorge Eduardo Eielson, Fernando Millán, Daniel Samoilovich), la instalación y la escultura sonoras (Bill Fontana, Christina Kubisch) o las artes visuales (Vito Acconci, Susan Hiller, Kristin Oppenheim, Joao Penalva, Adrian Piper, Francisco Ruiz de Infante). Todos ellos utilizan, de modos muy diversos, el sonido en su trabajo artístico, y este proyecto permitirá analizar las semejanzas y diferencias existentes entre estas diversas aproximaciones estéticas al uso del sonido. El comisariado se presenta, en este sentido, como un laboratorio desde el que plantear experiencias capaces de alimentar la especulación musicológica.
Los mencionados creadores, ninguno de los cuales procede de Madrid, han sido invitados a visitar la ciudad con motivo de su participación en Itinerarios del sonido. Durante su estancia se hospedarán en la Residencia de Estudiantes, donde, a partir del 15 de diciembre de 2004, se celebrará un ciclo de conferencias, recitales, conciertos y mesas redondas en el que los artistas presentarán y discutirán su trabajo creativo.
La presencia en Madrid de estos creadores obedece también a que, durante sus hasta dos semanas de estancia, los artistas explorarán diferentes enclaves de la ciudad, y cada uno de ellos seleccionará un lugar específico a partir del cual desarrollará una pieza sonora de nueva creación, concebida a partir de las connotaciones (históricas, sociales, visuales, acústicas, etc.) propias del espacio concreto seleccionado por cada artista.
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