- Introducción
- dentadura humana
- Estructura de un diente
- Estructura de un diente
- Desarrollo embriológico
- Desarrollo embriológico
- Dientes definitivos
- Anclaje de los dientes
- Alineación de los dientes
- Dientes con caries dental
- Descubrimientos recientes
- Anatomía comparada
INTRODUCCIÓN
Dientes, estructuras duras, calcificadas, sujetas al maxilar superior e inferior de los vertebrados y algunos animales inferiores, cuya función principal es la masticación. En algunos animales los dientes tienen también otros cometidos, como roer, cavar o ser utilizados en la lucha. En el curso de la evolución se han desarrollado distintas formas de dientes, desde las simples hileras escalonadas de dientes cónicos que poseen los tiburones hasta las estructuras más complejas habituales en los mamíferos.
DENTADURA HUMANA
En el ser humano, además de en la masticación, los dientes están implicados de forma directa en la articulación del lenguaje, actuando como punto de apoyo contra el que la lengua hace presión para emitir ciertos sonidos. Los dientes afectan también a las dimensiones y a la expresión de la cara, cuya apariencia puede resultar modificada de forma desagradable por la pérdida de una pieza dentaria o por cualquier irregularidad en su crecimiento o coloración.
2.1 | Estructura de los dientes |
Estructura de un diente
Los nervios y los vasos sanguíneos del centro de cualquier diente están protegidos por varias capas de tejido. La más externa, el esmalte, es la sustancia más dura. Bajo el esmalte, circundando la pulpa desde la corona hasta la raíz, está situada una capa de sustancia ósea llamada dentina. Un tejido duro llamado cemento separa la raíz del ligamento peridental, que sujeta la raíz y amortigua el diente contra la encía y la mandíbula.
Los dientes están formados por una parte externa denominada corona y una raíz que está inmersa en el maxilar. La capa más externa de la corona esta compuesta por un tejido calcificado que recibe el nombre de esmalte, la sustancia más dura del organismo. Por dentro del esmalte se halla la dentina, una sustancia de tipo óseo que se extiende desde la superficie más interna del esmalte y penetra en el maxilar para formar la raíz. La dentina de la raíz está cubierta por una capa delgada de un tejido duro denominado cemento. Las raíces se mantienen en su posición mediante fibras elásticas que forman la membrana periodontal, la cual se extiende desde el cemento hasta una capa ósea engrosada denominada lámina dura, en el interior del maxilar.
La dentina encierra la cavidad pulpar que se continúa en la raíz como el conducto radicular. A través del orificio que se abre en el extremo de la raíz, penetran vasos sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo, que ocupan el conducto radicular y la cavidad pulpar.
Desarrollo embriológico
En el embrión humano, el desarrollo de la yema o primordio del diente se inicia en el segundo mes después de la concepción. El esbozo dental está formado por tejido externo o ectodermo, e interno o mesodermo. El ectodermo se calcifica en prismas de esmalte que cubren la corona. Tras el depósito del esmalte, el mesodermo se diferencia en la porción de dentina de la corona y la cavidad pulpar. A medida que se desarrolla el embrión, el proceso de calcificación se traduce en la formación de la raíz y de un conducto radicular amplio, a través del cual los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido conjuntivo penetran en la cavidad pulpar. Al tiempo que se produce la erupción de la corona y la elongación de la raíz, la cavidad pulpar y el conducto radicular se estrechan debido a la continua producción de dentina por células especiales dentro de la pulpa. Conforme el diente continúa su desarrollo, la corona es empujada a través de la encía por una fuerza eruptiva.
Dientes de leche y permanentes
Dientes definitivos
Los veinte dientes de leche de la boca de los niños, son reemplazados de forma gradual por las piezas definitivas, un conjunto de 32 dientes que se ilustran aquí. Los 8 incisivos (4 en la mandíbula superior y 4 en la inferior) tienen el filo recto y afilado para cortar y morder. Los 4 caninos puntiagudos están especializados en desgarrar. Los 8 premolares, una vez perdidos los dientes de leche, tienen superficies afiladas, como las que presentan también los 12 grandes molares. Los terceros molares, ausentes en algunas personas, se denominan muelas del juicio.
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