INTRODUCCIÓN
Gracias a lo que hemos obtenido como educación desde pequeños y lo que ahora conocemos como "historia de bronce" hemos visto en nuestro pasado una memoria que nos brinda una hegemonía con el grupo humano con el que compartimos un territorio. Así, se puede decir que este tipo de educación fomenta el nacionalismo y todas aquellas ideas que tienen que ver con la necesidad de crearnos una identidad como país, todo viene de un análisis histórico que busca los orígenes más representativos y admirables para sentirnos patriotas y "amar" a nuestra nación. El único problema ha radicado en saber dónde encontrar tal origen que nos pudiera dar mejor identidad: en el México Antiguo o en la herencia colonial española. Aún hoy, esto tiene un gran peso ideológico.
Si bien al hablar del México Antiguo rememoramos uno de los más bellos pasajes de nuestra historia, no podemos negar que este pasado lo hemos relegado a tal punto de admirarlo sólo en algunas tradiciones, en nuestros museos, en nuestros libros y en nuestras leyendas. Hay que entender que como mestizos de mestizos no practicamos muchos de los rituales que llevaban a cabo los indígenas. Más bien, estamos inmersos en todo un proceso ideológico europeo, occidentalizado, que fue heredado por los españoles tras la conquista. Por esta razón, vemos en las antiguas tradiciones o en las antiguas culturas un obstáculo para "modernizarnos" y estar a la vanguardia comercial y tecnológica.
Asimismo, cabría también preguntarse si en verdad asimilamos como parte de nuestra cultura la herencia española, pues estamos acostumbrados a renegar de tal origen debido a que vemos en la conquista un proceso de destrucción del México Antiguo y la imposición de todo el bagaje cultural español. Tal parece, en este sentido, que un problema como mexicanos es que nos hace falta cohesión en nuestras raíces, pues hemos visto actualmente cómo estamos influenciados por las normas norteamericanas que vienen a llenar ese "vacío" cultural en el que hemos querido vernos. Ejemplos muy relevantes pueden ser encontrados en El laberinto de la Soledad de Octavio Paz.
Es por esta razón que creo necesario recapitular tal acontecimiento histórico basándome en tres libros representativos: Cartas de Relación de Hernán Cortés, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo y Visión de los Vencidos de Miguel León-Portilla. El orden de tales obras no es casual, pues de acuerdo a lo leído puedo decir que:
En el primero de ellos, se puede encontrar la primera visión española que hubo sobre el conflicto. Esboza las aventuras y desafíos por los cuales atravesó a lo largo de su incursión en el territorio mexicano. Para esto, hace uso de su cualidad retórica para escribirle al rey de España enviándole las mejores frases y pasajes de lo acontecido durante la conquista, con el fin de justificar su desobediencia tras enfrentarse a Diego de Velázquez a su salida de Cuba y, asimismo, encontrar una gratificación, ya fuera con algún título y con tierras o, bien, que se le reconociera como único y principal capitán de la Nueva España. Aunque en las Cartas de Relación hace referencia de que los que busca es hacerse virrey.
Página siguiente |