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Estudio del sexo transaccional a la luz del modelo de aprendizaje social en mujeres de Ciudad de la Habana 2008


Partes: 1, 2

    1. Cuba en la actualidad
    2. Diseño metodológico de la investigación
    3. Análisis e interpretación de los resultados
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía
    6. Anexos

    Introducción

    El trabajo sexual es un fenómeno universal, pero a menudo es ilícito y por consiguiente clandestino. Por esto es difícil determinar la magnitud real de la industria del trabajo sexual, aunque se reconoce que es importante y que en los últimos años parece haber aumentado. Este aumento se ha atribuido a diversos factores, incluido los cambios en las condiciones políticas, civiles y socioeconómicas y la mayor movilidad de la población.

    Este fenómeno ha evolucionado muy rápido y contiene tres momentos recientes muy importantes. Primero, desde los ochenta aparecieron las toxicómanas que desplazaban geográficamente y remplazaban a las prostitutas tradicionales (y la aparición del VIH). Segundo, desde los años noventa han disminuido las prostitutas autóctonas y toxicómanas, surgen los inmigrantes y crece la prostitución masculina destinada al hombre. Tercero, también en esos años aumenta global y drásticamente la trata de mujeres destinadas a la prostitución, el turismo sexual y la explotación de menores.

    Dentro del panorama de la prostitución hay toda una subcultura de normas y valores, que varían según el grupo étnico y la clase social de la prostituta y según el tipo de actividad. Esta última se percibe de manera jerárquica, básicamente económica, por las propias prostitutas. De menor a mayor está: calle en extrarradios o carreteras; la calle en el centro; alterne, prostíbulos y casa de citas; pisos y clubes; clubes de plaza y villa. Destaca la concepción de la calle de los centros de las ciudades como un lugar seguro y conocido para la prostituta, con más libertad de elección, frente a los extrarradios y carreteras considerados como inseguros, competitivos y peligrosos. Los clubes de carretera (y sobre todo de plaza) son considerados como lugares donde se gana mucho dinero pero sin libertad de movimientos.

    Por otro lado, la prostitución se engloba hoy dentro de la Industria del Sexo, que abarca todas las actividades comerciales en relación con la sexualidad: desde la venta de todo tipo de objetos y vestuario (sex-shops), Internet, espectáculos, líneas eróticas telefónicas, películas, canales de televisión y publicaciones, compra-venta de espacios publicitarios en televisión y prensa, consultorios y servicios psico-médicos, desarrollo de la industria farmacéutica, hasta la prostitución.

    Esto ha supuesto el acercamiento del sexo comercial a clientes que no eran a su vez clientes de la prostitución, y la ha obligado a competir directamente con otras formas de sexo comercial, en ocasiones apareciendo de forma conjunta. Además, a nivel estatal la prostitución de calle sale del centro de las ciudades para pasar a las carreteras y polígonos industriales. Los clubes representan la forma mayoritaria de prostitución, y entre estos se impone el sistema de plaza, que hace que el club se sofistique como un lugar de socialización y ocio masculinos que quiere tener la máxima oferta de infraestructuras y de prostitutas, que cambian continuamente.

    Todo lo descrito anteriormente, ha hecho que la movilidad geográfica de las mujeres se imponga como una necesidad para la supervivencia, con la consecuente pérdida de lazos afectivos y aumento del aislamiento social, especialmente para las inmigradas. Se han incrementado el número agencias, de pisos, y de negocios asociados con Internet. Todo ello hace que la prostitución se esté convirtiendo en algo cada vez más asociado al consumo de servicios privados y exclusivos para hombres como ejercicio de estatus y poder, y se disocia cada vez más de la idea tradicional de contacto sexual por no tener un acceso culturalmente libre a las mujeres. La prostitución se sofistica y cada vez es más heterogénea (agencia, pisos, burdeles, clubes, villas de lujo, calle, Internet…) pero se está segregando espacialmente –se oculta. Es cada vez más accesible, pero menos visible físicamente a los ojos de la sociedad. (8) ONUSIDA. "Trabajo sexual y SIDA". Marzo 2003.

    El trabajo sexual parece fomentarse cuando coexisten una demanda de servicios sexuales y un entorno favorable. El contexto en el que habitualmente tiene lugar incluye: una concentración de población sexualmente activa, suficiente anonimato, una elevada tasa de varones en relación con la de mujeres y, más importante, disparidades socioeconómicas que hacen que el cliente pueda costearse el trabajo sexual y que este constituya una oportunidad económica para el profesional del sexo.

    Los profesionales del sexo informales, como las mujeres y varones que ejercen la prostitución en la calle o en lugares de alterne por cuenta propia, normalmente encuentran a sus clientes independientemente. Los profesionales del sexo ocasionales realizan otra clase de trabajo sexual. Pueden vender o intercambiar sexo para satisfacer sus necesidades económicas a corto plazo, (por ejemplo: el pago de la matricula escolar, una crisis económica familiar). (7) http://www.hoy.com.ec. Del trabajo doméstico a la prostitución. Tenorio A. Rodrigo. Estrategias de sobrevivencia de la mujer marginal. 2006

    Cuba en la actualidad

    Partes: 1, 2
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