El pensamiento martiano: Una valoración necesaria para el desarrollo turístico sostenible
Enviado por Mónica Almunia Suárez
Hoy debemos reiterar no solo Patria o Muerte, y patria en el sentido que dijo Martí "Patria es Humanidad", sino afirmar: "Humanidad o muerte". ¡Que viva la humanidad! ¡Que viva la humanidad de nuestros hijos, nietos, bisnietos y de todos nuestros descendientes!
Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del Programa Martiano, en la clausura de la Segunda Conferencia Internacional "Por el equilibrio del mundo ¨.
INTRODUCCIÓN
Cuando ya ha pasado más de un siglo de la muerte de Martí, la vigencia de su pensamiento está en la actuación cubana que trasciende a un universalismo que permite su clara inserción en el mundo de hoy.
El pueblo cubano reconoce la vigencia de la palabra martiana.
Habló para su tiempo pero con tal visión del futuro, que da plena actualidad a su pensamiento, por eso su ejemplo debe seguir dirigiendo el combate no solo nuestro sino el de todos los pueblos.
En nuestros tiempos, en que los pueblos y las naciones del mundo se debaten en una profunda crisis económica y moral, es necesaria nuestra contribución a lograr un mundo de libertad, bienestar, equilibrio y paz, por medio de la extensión cultural y Martí recogió en su obra lo mejor de la cultura nacional y universal. Su vida es permanente ejemplo de abnegación y amor patrio y su pensamiento político, conjuntamente con su obra revolucionaria y literaria, inagotable fuente ideológica para la formación de valores en la Cuba de hoy.
Martí fue un soñador con los pies en la tierra, un hombre muy dialéctico y multifacético.
En Martí el concepto de equilibrio viene en el plano académico por sus estudios de Filosofía, por su conocimiento del concepto de la armonía. Para él la armonía que es el amor, es el amor que rige el mundo así como las relaciones entre los hombres y entre el hombre y la naturaleza, porque la naturaleza en sí misma es armonía y siempre busca compensar.
Esa armonía se traduce en el plano de la política en los equilibrios. Martí ve la necesidad del equilibrio tanto hacia dentro de Cuba como hacia fuera. El equilibrio, según lo entendió, también es interno, a nivel de individuo. ¿Quién lo tiene?: el hombre natural, que es aquel que vive, se expresa y actúa de acuerdo con las condiciones en que vive, que no solo son las condiciones naturales del bosque sino las de su sociedad. En la medida en que un hombre es original y responde a lo general de su sociedad, está siendo un hombre natural.
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