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Crisis existencial

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. La crisis existencial
    2. Ejemplos de una crisis existencial
    3. Bibliografía

    En este trabajo se podrá observar la implementación de la Psicoterapia Intensiva en las crisis existenciales. Siendo estas crisis eventos reales, subjetivos y penosos que afectan a una mayoría de los seres humanos.

    La crisis existencial

    Una crisis existencial puede ser el acontecimiento más trascendental e importante que pueda ocurrir a una persona durante el transcurso de su vida. Si ésta es adecuadamente resuelta, le permite a quien la sufre adquirir un sentido de auto-suficiencia moral y personal que puede repercutir de modo favorable por el resto de su existencia. Si no, puede que quede tarada, siendo incapaz de apreciar el significado de sus reacciones básicas.

    Las crisis existenciales suelen traducir cambios en la homeostasis psíquica personal. Implicando la presencia de una permuta parcial en la identidad personal: "me siento otro" y en la percepción de propia: "pienso de manera distinta".

    Describiré a continuación las características más sobresalientes que permiten reconocer una crisis de este tipo:

    1. La pregunta existencial.- Una crisis existencial se desencadena con la formulación de una pregunta básica: ¿cuál es el sentido de mi vida? O ¿por qué nunca soy feliz? Pregunta ésta que puede adoptar otras muchas formas, como ¿para qué vivo? ¿Qué hago en este mundo? ¿Qué haré de mi vida? ¿Para qué existo?, o cosas similares.
    2. La búsqueda de una respuesta.- La insistencia de la pregunta obliga a buscar una respuesta. Pero, a menudo, lo que, como respuesta se encuentra, no satisface porque falla en delinear los límites de nuestra personalidad y la naturaleza del impacto que produce esa confusión.
    3. El encuentro de la respuesta: el proyecto vital.- La respuesta no es un determinado sistema filosófico o religioso, sino un proyecto vital fundado en dicho sistema. Esto es así porque la pregunta no es meramente intelectual, sino vital: no apunta tanto a edificar una perspectiva ideológica, sino, más bien a trazar una trayectoria de vida equilibrada, para reducir la tristeza y la angustia que nos hostiga. Es ahí donde entran las consideraciones de la terapia formal.
    4. La crisis tiene intensidades diferentes para cada persona.- No todos padecen la crisis existencial con la misma intensidad. En algunos, la crisis es muy breve y está circunscrita, pero para la mayoría es prolongada y se percibe como una condena interminable.
    5. No todos padecen crisis existenciales.- Tal como lo he estado describiendo aquí, no todos en el mundo padecen una crisis existencial, aunque muchos las simulan para manipular los demás, y en otros se diagnostican erróneamente.
    6. La crisis no tiene una edad fija de aparición.- Aparece en cualquier parte de la vida, coincidiendo, a menudo, con la decisión de efectuar cambios de naturaleza decisiva en el modo como se vive. Como es cuando se abandonan las drogas o se termina una unión destructiva.
    7. Por lo general hay una crisis única en la vida.- Aunque, por su intensidad y naturaleza, repetirá, si quienes la sufren no logran adaptarse a la misma.

    8) El desenlace final de la crisis puede ser positivo o negativo. Positivo, en cuanto ha permitido a las personas dar sentido a su conducta a través del planteo y ejecución de un proyecto vital de cambio. Negativo, porque una crisis existencial puede llevar a una depresión grave y aún al suicidio.

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