- Opciones metafísicas
- El argumento cosmológico
- El argumento teleológico
- El argumento moral
- Unas palabras acerca del ateísmo y el agnosticismo
- Notas
Opciones metafísicas
La mayoría de las personas estará de acuerdo en que la cuestión más básica y fundamental acerca de la existencia no es que no haya nada aquí, sino más bien que haya algo aquí. Yo formo parte de algún tipo de realidad. Yo tengo conciencia, la percepción de que algo está transcurriendo, desarrollándose, ocurriendo. Y usted y yo somos parte de esto. La realidad que surge de nuestra observación y experiencia personal es que somos participantes de un universo espacio-temporal que se caracteriza por una serie de sucesos. La mente, naturalmente, se pregunta: "¿Qué es esto? ¿De dónde vino?". ¿Acaso el cosmos, lo que vemos, simplemente vino a la existencia de la nada, o ha estado, este universo material del cual formamos parte, siempre aquí? ¿O es que algo o alguien, que trasciende este universo material, es responsable de traerlo a la existencia, y a nosotros con él?
Todas estas preguntas tienen que ver con el concepto filosófico de la metafísica. El diccionario Webster lo define de la siguiente forma: "Aquella división de la filosofía que incluye la ontología, es decir la ciencia del ser y la cosmología, o la ciencia de las causas y procesos fundamentales en las cosas Cuando intentamos contestar estas preguntas básicas, estamos pensando "metafísicamente" acerca del origen y las causas de la realidad presente. Y en este nivel básico y fundamental de consideración, en realidad nos quedan pocas opciones, o respuestas posibles, para dar razón o explicar el universo. Los tres candidatos potenciales son:
(1) Algo surgió de la nada. La mayoría rechaza este punto de vista, ya que la idea misma desafía la racionalidad. Esta explicación para justificar el universo tiene poco apoyo. Kenny señala: "Según la teoría del big bang, toda la materia del universo comenzó a existir en un momento específico del pasado remoto. Un proponente de esta teoría . . . si es un ateo, debe creer que la materia del universo surgió de la nada y por la nada".{2} Dado que la nada no puede producir algo, por las reglas de la lógica (observación, causalidad), algo es eterno y necesario. Dado que toda serie de sucesos no es eterna (por lo tanto, una contradicción), hay, por lo tanto, algo no idéntico al universo espacio-temporal que es eterno y necesario.
(2) La materia es eterna, y es capaz de producir la realidad presente mediante el azar ciego. Carl Sagan estableció este punto de vista claramente cuando dijo: "Todo lo que fue alguna vez, todo lo que es, todo lo que será alguna vez, es el Cosmos".{3} Este segundo punto de vista ha dado origen a dos cosmovisiones básicas: el materialismo (o naturalismo) y el panteísmo. Ambas tienen como premisa que no existe nada más allá de la materia. El materialismo, por lo tanto, es ateo por definición. El panteísmo es similar, pero insiste en que, dado que Dios no existe, la naturaleza está imbuida de "dios" en todas sus partes.
(3) Dios creó el universo. Este punto de vista, el teísmo, sostiene que Alguien trasciende y a la vez creó el universo material del cual formamos parte. No hay ninguna otra alternativa lógica para explicar el cosmos. Los cristianos, por supuesto, aceptan este tercer punto de vista, junto con todos los demás teístas, como la explicación más razonable de lo que encontramos como cierto acerca de nosotros y del mundo. Sostener este punto de vista no es una simple declaración de fe ciega. Hay argumentos sólidos y racionales para preferir este punto de vista por sobre los otros dos. El teísmo, por lo tanto, es una idea razonable. De hecho, es más razonable creer que Dios existe que no creer que existe. Los teólogos han planteado varias líneas de "pruebas" para argumentar a favor de la existencia de Dios. Estos argumentos, si bien no demuestran la existencia de Dios, no obstante brindan perspectivas que pueden ser usadas para mostrar evidencias de su existencia.
El argumento cosmológico
Este argumento se centra en el concepto de causalidad. Todo suceso tiene una causa, y esto incluye el universo. Tuvo un principio. Hubo un tiempo en que no existía, y un tiempo en que existía:
"Una cantidad infinita de partes de tiempo reales, pasando sucesivamente y agotadas una tras otra, aparece como una contradicción evidente que ningún hombre, pensaría uno, cuyo juicio no esté corrompido en vez de mejorado por las ciencias, alguna vez podría admitir" (énfasis mío).{4}
Página siguiente |