Participación de los llaneros en el proceso independentista, en la historia militar de Fidel Betancourt
Enviado por Italia Josefina Cámpora Betancourt
Referencia de la participación de los llaneros en el proceso independentista, en la historia militar de Fidel Betancourt
Prof. Msc. Italia J. Cámpora Betancourt –
Comenzaré por agradecer la oportunidad que se nos ha brindado para participar en este evento y hacerles una breve referencia acerca del historiador Fidel Betancourt y su obra "Historia Militar de Venezuela", la cual en diciembre de 2009 comenzó a ver la luz pública, con la edición del tomo I. Nuestra participación es precisamente en el marco de hacer promoción y difusión de esta publicación que ha sido editada por la Fundación El Perro y La Rana del Ministerio para El Poder Popular de la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela.
Al considerar el propósito de este simposio, nos ubicamos en plena sintonía con él, pues la experiencia investigativa y de vida de Fidel Betancourt merece la pena ser contada ya que desde muy temprana edad tuvo inquietudes por la historia y la política de su entorno y puso en práctica un método de investigación basado en comprobaciones y reflexiones que lo llevaron a escribir una obra monumental basada fundamentalmente en el interés por reconstruir los hechos no sólo con la investigación bibliográfica, sino también mediante testimonios orales y levantamientos de planos in situ, los cuales forman una parte muy valiosa de su obra.
Fidel Betancourt es no sólo un historiador sino también un personaje quien participó en hechos históricos de importancia en el siglo pasado, cuando en medio de una larga dictadura, el pueblo venezolano luchaba por la libertad y la justicia, de allí la importancia de su obra, pues no sólo fue hecha a través de la investigación objetiva de los hechos sino que también posee un valor testimonial.
Nace en pleno llano venezolano, en la población de Puerto de Nutrias, estado Zamora (hasta 1936), hoy estado Barinas, el día 19 de marzo de 1897, sus padres, Fidel Betancourt Rangel e Inés María Martínez de Betancourt. Manifiesta desde muy temprana edad interés por los personajes de los cuales oía hablar y quienes habían participado en hechos de importancia, experimenta una serie de vivencias como por ejemplo la de haber crecido en un ambiente poblado de reminiscencias y recuerdos heroicos, lo cual indudablemente fue forjando su personalidad y su vocación de historiador y amor por la patria. En las tertulias familiares nocturnas, los cuentos que escuchaba, no tenían personajes ficticios, imaginarios o irreales, ellos eran: su padre, quien había participado en los movimientos de finales del siglo XIX (1892-1898); su abuelo, Damián Betancourt, prócer federal, a quien llamaban en ocasiones "el Catire Damián" y otras veces, "El mapa de Barinas" por lo cual fue el hombre escogido por Zamora para orientar el avance en la Batalla de Santa Inés. Eran también su bisabuelo, el Gral. Domingo Antonio Betancourt; sus tíos abuelos: el Gral. Donato Antonio Betancourt, muerto heroicamente el 11 de diciembre de 1859 en "El Bostero", el Gral. José María Betancourt y el Gral. y prócer federal Francisco Betancourt.
El método utilizado por este historiador para reconstruir los hechos consistió en realizar investigaciones y comprobaciones en el propio terreno en donde ellos tuvieron lugar, levantando planos de una veracidad incontrovertible que ilustran perfectamente lo narrado. Recogía pruebas y vestigios y ubicaba caños, caminos, montañas y cualquier otro sitio a que en los documentos se hiciera referencia. Se ubicaba en el lugar de los hechos y comprobaba la existencia de cada parte, realizando reflexiones y deducciones en el propio terreno que le pudieran dar una versión exacta de lo ocurrido, procedimiento que le resultó posible en muchos casos, gracias a esa temprana inquietud por la investigación ya que logró recorrer muchos campos de batalla, cuando todavía la natural consecuencia de la Venezuela petrolera, aún no había modificado estos escenarios con la construcción de carreteras asfaltadas. Así mismo, utilizó el método regresivo, pues para sus investigaciones partió de los hechos más recientes en el tiempo, como lo fueron los movimientos revolucionarios en contra de la tiranía gomecista y desde allí se fue alejando en el tiempo hasta llegar a 1553 con el Negro Miguel.
De esta forma logró escribir una obra que consta de aproximadamente 5.000 páginas mecanografiadas, organizadas en 12 volúmenes (VII tomos) de los cuales uno es contentivo de 86 planos elaborados in situ, aunque al principio lo que se propuso fue escribir sus "Reflexiones Revolucionarias" acerca de todos aquellos hechos en contra de la tiranía gomecista en los cuales había participado.
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