- Introducción
- Aspectos importantes a considerar en relación con la función de guerra psicológica
- Bibliografía
Operación libertad Iraquí (GUERRA DE IRAK II)
1.- INTRODUCCIÓN
Todo el mundo vio, el 9 de abril del 2003, el «derribo» de la estatua de Saddam Hussein, en la plaza Fedaous, de Bagdad. Este acontecimiento ha sido descrito unánimemente por la prensa como el símbolo de la caída de la capital Iraquí. Sin embargo, conviene colocar esta escena de regocijo popular en su contexto para comprender su desarrollo exacto y su verdadera naturaleza.
El Presidente George W. Bush anunció la apertura de la segunda guerra del Golfo el 19 de marzo de 2003, apenas 90 minutos después del plazo para que Saddam se exiliara de Iraq. Tres horas después de que las incursiones comenzaron por parte de EEUU., un Saddam desafiante, usando una tenida militar, apareció en la televisión del Estado invitando a iraquíes a defender su país. Además tomó represalias disparando misiles a las posiciones de las tropas de los E.E.U.U. en Kuwait.
Aún antes de que el presidente Bush ordenara a las fuerzas norteamericanas a utilizar armas y bombas en Irak, el gobierno y ejército habían iniciado un ataque ambicioso utilizando un arsenal cada vez más grande de armas electrónicas y psicológicas, en el campo de batalla de la información.
La incertidumbre es una de las mejores armas de la "acción psicológica" y a juzgar por la manera en que se desarrollaron los dos primeros días de los ataques contra Irak, Estados Unidos está librando una verdadera guerra psicológica para lograr que los militares iraquíes, incluidos los miembros de la Guardia Republicana, se rindan. Tan solo la incertidumbre acerca de donde se encuentra el líder iraquí, favorece este proceso. Washington quiere marchar sobre Bagdad enfrentando la menor resistencia posible. El objetivo es sin duda alguna, que exista el mínimo de victimas en las diferentes incursiones.
El Pentágono está librando parte de esta guerra psicológica directamente en Irak. La campaña comenzó antes de que se iniciaran los ataques, cuando la Fuerza Aérea estadounidense comenzó a arrojar sobre las bases de los militares iraquíes, panfletos advirtiendo que las unidades que "luchen con Saddam" serán bombardeadas fuertemente y que todo oficial que diera órdenes de usar armas de destrucción masiva será juzgado por crímenes contra la humanidad. Luego comenzó el esfuerzo por comunicarse directamente con los comandantes iraquíes a través de radios militares de alta frecuencia. Ahora todo el esfuerzo está concentrado en convencer a las fuerzas iraquíes, fundamentalmente a través de las radios y de la televisión, que los norteamericanos están avanzando exitosamente y que Saddam está perdiendo el control.
La Casa Blanca estableció un Centro de Comando control de la información sin precedentes, donde diariamente especialistas en comunicaciones elaboran la versión norteamericana de los acontecimientos. El plan que tienen es tal que no pasan más de dos horas sin que un funcionario norteamericano no esté dando una conferencia de prensa repitiendo el mismo mensaje en la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Estado, en Qatar o en Kuwait. El guión es siempre el mismo.
Las operaciones psicológicas han sido parte de la estrategia militar desde la primera vez en que los ejércitos tomaron parte de los campos de batalla. La aplicación de operaciones psicológicas en Irak presenta uno de los últimos capítulos de una larga historia de operaciones realizadas como parte integral de la estrategia militar.
Para comprender mejor el impacto de las operaciones psicológicas, tanto en los combatientes como en los no combatientes, es importante repasar someramente que su misión es influir en la percepción, actitud de individuos o grupos de individuos y se define como el conjunto de medidas persuasivas en tiempo de paz o de guerra que se conciben con el fin de influir en las actitudes, opiniones y comportamiento de las fuerzas contrarias, sean estas civiles o militares, con el propósito de alcanzar los objetivos nacionales.
Más de 40 millones de panfletos, varios programas de radio emitidos en árabe desde emisoras montadas a bordo de aviones que sobrevolaban Irak, masivas campañas de correo electrónico y hasta miles de llamados a los teléfonos móviles personales de otros tantos oficiales iraquíes… Estos son algunos ejemplos de las herramientas a las que los Estados Unidos echaron mano para llevar a cabo la guerra psicológica más intensa de su gruesa historia bélica.
2.- ASPECTOS IMPORTANTES A CONSIDERAR EN RELACIÓN CON LA FUNCIÓN DE GUERRA PSICOLÓGICA
a. Estructura de los medios de Operaciones Psicológicas participantes.
La guerra contra Irak se destaca por utilizar tecnología avanzada para hacer guerra psicológica y difundir el mensaje que se quiere dar a la audiencia objetivo y para estos es fundamental establecer que estos medios de difusión pueden clasificarse en tres grupos: visuales, sonoros y audio visuales.
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