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La cultura en torno a Clifford y Portocarrero, Perú


  1. Introducción
  2. Desarrollo de la Problemática
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Introducción

Hablar de cultura es una cuestión compleja, no solo por su definición sino sobre todo por el proceso de compresión e interpretación de lo que implica el mundo cultural para el individuo y grupo de individuos. La cultura es parte de la vida personal y social, y como tal tiene gran influencia en las formas de pensar, decidir, conversar y actuar. En efecto, la cultura es determinante en muchos aspectos de la vida cotidiana; de ahí que hoy se viene departiendo sobre la interculturalidad, transculturalidad, de las culturas hibridas, la multiplicidad cultural y los estudios culturales.

Es así que, es de vital importancia explicar de forma clara y precisa que es la cultura, como se expresa, como se comprende y por lo tanto como podemos interpretarla. Para este propósito hemos revisado los aportes de un Antropólogo y de un Sociólogo, un norteamericano y un peruano, uno que lamentablemente ya falleció y el otro que afortunadamente sigue vivo; ambos de tiempos y espacios disímiles. Nos estamos refiriendo a Clifford Geertz y Gonzalo Portocarrero respectivamente.

Bajo estos dos enfoques es que en el presente ensayo vamos analizar y explicar la cuestión cultural en términos epistemológicos.

Desarrollo de la Problemática

Para desarrollar esta problemática hemos estudiado dos trabajos de las ciencias sociales que de alguna u otra manera estudian la cultura en términos precisos y fundamentales, es decir, se centran en dar una explicación básica o esencial de qué es la cultura –algo así como una definición– y como podemos conceptuarla, describirla e interpretarla. Uno de los trabajos es del antropólogo norteamericano Clifford Geertz; "Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura" (1986).

La otra producción intelectual es del sociólogo peruano Gonzalo Portocarrero; "Hacia la (re) construcción de un concepto de cultura y critica cultural" (2004). A continuación se da a conocer primero las ideas que plantea Clifford, después de Portocarrero y para finalizar se hace una breve comparación, analogía y distinción entre ambas posiciones.

Clifford comienza su análisis definiendo la cultura a partir de enfoques precedentes de Tylor y Clyde Kluckhahn; así elabora un concepto semiótico de la cultura al afirmar lo siguiente; "considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones".

Sin duda alguna, la mirada de la cual parte Clifford gira en torno a los postulados de Max Weber –el mismo lo expresa textualmente. Empero, añade al análisis cultural la perspectiva etnográfica, ya que según sostiene el autor el estudio antropológico en general no hace otra cosa que etnografía, no se puede hablar de antropología sin etnografía y viceversa.

La interpretación de las culturas se da en el nivel del trabajo etnográfico, por lo cual se puede afirmar que las ciencias sociales que no incluyan este método en la investigación, no pueden interpretar la vida social en su complejidad, esto es, su cultura.

Para ampliar su análisis Clifford se sustenta en Ryle, quien plantea una diferencia entre un tipo de "descripción superficial" y una "descripción densa", ambos como parte del trabajo etnográfico. Tanto la descripción superficial y densa buscan desentrañar las "estructuras de significación" gestados a lo largo y ancho de la realidad social. No obstante, considera más importante y esencial hacer una descripción densa, ya que esta abarca la complejidad, multiplicidad y diversidad de una determinada cultura. De esta manera, propone entender la etnografía como un proceso de interpretación de las culturas a partir de una descripción densa.

Esta forma de interpretación antropológica o etnográfica tiene tres fases de conocimiento; observar, registrar y analizar, su objetivo es llegar a conjeturas o conclusiones que pueden explicar la situación social y cultural de un pueblo, tribu o grupo humano, tal como lo sostiene el mismo autor; "el análisis cultural es (o debería ser) conjeturar significaciones, estimar las conjeturas y llegar a conclusiones explicativas partiendo de las mejores conjeturas, y no el descubrimiento del continente de la significación y el mapeado de su paisaje incorpórea". En otras palabras el análisis cultural no debe limitarse a una descripción superficial sino debe hacer una descripción densa, compleja y profunda.

Las estructuras de significación se desarrollan en los discursos, conductas y acción social de las formas o construcciones culturales, ya que la descripción etnográfica es interpretativa y microscópica; realiza un análisis de las diversas manifestaciones simbólicas de la gente.

En función de este hecho social es que se crea teoría, es decir, en torno a las conductas, discursos y acciones simbólicas – culturales de los individuos se constituye una teoría cultural.

La teoría en etnografía o en la antropología interpretativa debe reflejar de forma clara y precisa la realidad de la cultura en la vida humana. En síntesis, la descripción densa de la etnografía es la forma mas acertada de interpretar las culturas, de allí que "la vocación esencial de la antropología interpretativa no es dar respuestas a nuestras preguntas más profundas, sino darnos acceso a respuestas dadas por otro, que guardaban otras ovejas en otros valles, y así permitirnos incluirlas en el registro consultable de lo que ha dicho el hombre".

Por otro lado, Portocarrero concentra su análisis en explicar las diversas formas de sentido que se le da al término cultura; así posteriormente hace una crítica a los mismos, ya que este término se ha ido redefiniendo constantemente.

En este sentido, el autor encuentra tres significados distintos sobre la cultura. El primero entiende la cultura como la "educación formal", lo refinado, instruido, culto o civilizado del hombre, esto en oposición con lo grosero, ignorante y vulgar. Entonces, la cultura solo pocos lo poseen, ya que es como un nivel o posición educativa que te hace civilizado, educado y moderno. El segundo supuesto o significado de la cultura hace referencia a "la razón, entendido como autodominio y mesura, y, paralelamente, como necesario complemento, el estimulo de la desconfianza hacia lo natural e impulsivo". Bajo esta lógica, la cultura no es otra cosa que el grado de razonamiento que la persona desarrolla, este le da un autodominio, control y orden a su vida frente a los impulsos, pasiones, sentimientos e instintos naturales. Produce equilibrio, estabilidad y orden en el individuo o grupo de individuos.

Finalmente, el tercer sentido que se le da a la cultura, es el materialismo. En efecto, toda la producción material creada por el hombre es nada más y nada menos que su cultura.

A partir de estas tres formas en como se entiende la cultura Portocarrero elabora una critica y plantea un concepto de cultura que de alguna u otra manera integre las anteriores.

La critica gira en torno a que la cultura no es solo educación, razón y producción material, sino también es simbólico y se relaciona con el mundo subjetivo; "entonces, resulta que todos tenemos cultura, pero que esta es diferente según los pueblos, las épocas y los grupos sociales (…) La cultura es definido como un tejido simbólico o red de significaciones que se encarna en un cosmos, que crea un sentido allí donde de otra manera reinaría el caos y el absurdo".

En efecto, todos tenemos cultura sin importar las múltiples diferencias o distinciones que tengan los grupos humanos o los individuos y su acción social, y que todos tenemos subjetividad y construimos un tejido simbólico a partir del mismo.

Lo que básicamente prepone Portocarrero es que no podemos dejar a un lado el análisis simbólico y subjetivo en la cultura, ya que "la cultura modela la subjetividad, pero no es que lo cree de la nada". Las emociones, pulsiones, sentimientos y efectos como parte de la subjetividad deben ser objeto del análisis cultural. Es así que, el análisis cultural debe ser más complejo, no solo debe abordar el proceso educativo o socializador, lo racional y lo material, sino también las redes simbólicas, y es que todos estos elementos se relacionan, están juntos y se deben pensar bajo la consigna de "ni contigo, ni sin ti". Por tanto, el autor plantea hacer un análisis y critica cultural de forma interdisciplinaria; desde la antropología, psicología, sociología, psicoanálisis, la historia, demografía, la pedagogía, entre otras ciencias más.

Después de hacer un breve repaso a las perspectivas de Clifford y Portocarrero, vamos ahora a tratar de establecer una comparación, analogía y distinción.

El análisis realizado por Clifford es, sin duda alguna, mas profundo y detallado, ya que no se limita a definir la cultura como tal, sino también plantea una forma clara y precisa de interpretarla, esto es, a través de la descripción densa. En efecto, el autor hace una impresionante elaboración teórica para la intervención y aplicación cultural de campo, lo cual gira en torno al enfoque etnográfico. De una manera casi totalmente distinta es la posición de Portocarrero, el hace un repaso de cómo se entiende o cual es el significado del termino cultura, así propone una nueva definición de cultura que integre y también priorice la cuestión subjetiva y simbólica.

A diferencia de Clifford, Portocarrero no aborda la cultura en función de una solo mirada –en caso de Clifford antropológica–, sino lo hace de forma interdisciplinaria, para así comprender mejor su realidad actual. En este sentido, podemos decir que tanto Clifford como Portocarrero poseen aspectos importantes en el análisis cultural, no obstante, estos dependen mucho de su entorno social y su formación académica, es a partir de ello que construyen sus elementos teóricos.

Para finalizar vamos a establecer de manera puntual en que se diferencian el análisis cultural que realizan los autores antes mencionados. Clifford combina la teoría y la cuestión empírica con el objetivo de llevar a cabo una descripción etnográfica para interpretar las culturas. Portocarrero construye una definición más actual del término cultura que involucra lo simbólico y subjetivo para así hacer una correcta crítica cultural a la sociedad contemporánea. Sin embargo, lo análogo en ambos intelectuales podría ser que estudian la cultura desde la sociología comprensiva –en el caso de Portocarrero– y desde la antropología interpretativa –en el caso de Clifford–, ya que buscan interpretar los significados de la actividad humana a partir de la perspectiva de Max Weber.

Conclusiones

Con los argumentos presentados en este pequeño ensayo podemos concluir con lo siguiente:

  • El pensamiento weberiano en los estudios culturales de la sociedad contemporánea sigue siendo vigente; los planteamientos de este autor siguen teniendo influencia en las ciencias sociales de hoy. Por nada a Max Weber se le considera un clásico de la sociología y la antropología, aplicado sobre todo al paradigma cultural

  • Por otro lado, podemos ver que si bien es cierto de que los autores Clifford Geertz y Gonzalo Portocarrero son de tiempos y espacios diferentes, no obstante sus estudios culturales son hasta cierto punto análogos e importantes para comprender e interpretar la cultura de los individuos y grupos humanos del aquí y ahora.

  • Finalmente, es necesario reconocer el aporte del sociólogo Gonzalo Portocarrero, quien sin duda alguna es uno de los mejores en el Perú. La explicación de que todos tenemos cultura es un gran logro, porque nos ayudar a comprender la problemática cultura actual.

Bibliografía

  • 1. GEERTZ, CLIFFORD, 1986: "Descripción Densa: Hacia una teoría interpretativa de la cultura", PUCP Lima.

  • 2. LAZO LÓPEZ, LUIS, 2009: "La Constitución de la Cultura del Goce" en Identidad Hegemónica; cultura y poder, J.M.ARGUEDIANOS Huancayo

  • 3. PORTOCARRERO, GONZALO, 2004: "Hacia la (re) construcción de un concepto de cultura y critica cultural" en Rostros criollos del mal" RDCSP Lima.

  • 4. WEBER, MAX, 1987: "Economía y Sociedad" Fondo de Cultura Económica México.

 

 

 

Autor:

Luis Miguel Lazo López[1]

 

[1] Soci?logo, Escritor, Investigador y Profesor Universitario