La hipertensión arterial y los beneficios del ejercicio físico (página 2)
Enviado por Yenisleidy Moré Machado
Tratamiento no farmacológico.
El tratamiento no farmacológico está compuesto por diferentes aspectos:
Dieta baja de sal y grasa saturada.
Terapia de Psico-relajación.
Ejercicio físico controlado y dosificado.
Control del peso corporal.
El tratamiento inicial y preferido de la hipertensión relacionada con la obesidad es la reducción de peso, el mismo es apropiado en todos los pacientes con hipertensión a todos los niveles de presión arterial. La reducción de peso es efectiva como prevención primaria de la hipertensión normal alta o hipertensión etapa I, como adjunta a la medicación en la hipertensión más severa y como maniobra en los pacientes que deseen reducir o suspender el uso de medicamentos.
Es bien conocido que el ejercicio es una de las normas que figuran como elemento recomendable para el tratamiento no farmacológico de la HTA. El efecto del ejercicio físico parece derivarse no solo de un descenso de las cifras tensiónales, sino que además produce un indudable beneficio desde el punto de vista psicológico, que en definitiva redundará en un incremento del bienestar físico global.
La hipertensión arterial y el ejercicio físico
La falta de ejercicio, mejor conocida como sedentarismo es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades como hipertensión arterial, arteriosclerosis, obesidad y diabetes.
La práctica regular de alguna actividad física es tan benéfica que debe hacer parte de nuestra vida diaria y convertirse en un hábito como comer, dormir o trabajar.
Beneficios:
El ejercicio beneficia nuestra mente y nuestro cuerpo.
En combinación con una dieta balanceada nos permite el control de nuestro peso, evitando la obesidad.
Previene y controla la diabetes porque disminuye el peso y tiende a normalizar los niveles de glicemia (concentración de azúcar en la sangre)
Disminuye los niveles de colesterol, previniendo la arteriosclerosis y el infarto. .
Realizarlos en forma regular, ayuda a normalizar las cifras tensionales.
Precauciones
Antes de iniciar una rutina de ejercicio, usted debe consultar con su médico para evitar complicaciones. Él lo examinará y determinará su estado actual, así como sus antecedentes familiares y personales. Con esta información, él podrá definir el tipo de actividad que usted puede realizar la intensidad y la duración.
No olvide tomar la cantidad adecuada de agua para permanecer hidratado, de acuerdo con las instrucciones que le dé su médico.
Evite los ejercicios de gran intensidad ya que elevan la tensión arterial.
Continué con un calentamiento suave (caminata o marcha) de 5 a 10 minutos.
Luego, ejecute el ejercicio escogido. Al finalizar, no pare súbitamente sino disminuya la intensidad poco a poco.
Para terminar la rutina, haga de nuevo un estiramiento.
El efecto beneficioso del ejercicio sobre la PA está basado en evidencias epidemiológicas en la que se asocia el sedentarismo como una mayor morbi-mortalidad cardiovascular y se ha comprobado como las poblaciones con una menor prevalencia de HTA coinciden con una actividad física elevada, independientemente de otros factores de riesgo. Así, tras la realización de un ejercicio físico aeróbico regular, se produce una vasodilatación periférica y la PA sistólica desciende. Además la frecuencia cardíaca suele ser más baja en los individuos que realizan entrenamiento físico de forma regular respecto a aquellos que no lo practican.
El ejercicio físico en los hipertensos se recomienda que se realice en condiciones aeróbica, con participación de grandes grupos musculares, ya que los ejercicios que se realizan en condiciones anaeróbicas aumentan considerablemente PA sistólica y la frecuencia cardiaca, en un tiempo corto.
Programa de ejercicios en practicantes hipertensos.
El programa de ejercicios para pacientes Obesos-Hipertensos debe tener las siguientes características:
Como objetivo fundamental el incremento del gasto energético en torno a 250-500 calorías.
Las clases de ejercicios deben sobrepasar los 60 minutos.
Las sesiones de ejercicios no deben ser comenzadas con presiones mayores de 160 mm Hg de sistólicas y 100 mm Hg de diastólicas.
Se debe evitar los ejercicios de alto impacto.
No se debe practicar una sesión de ejercicio tras un ayuno prolongado porque aumenta la sensación de malestar y provoca cetosis.
Se debe hidratar (tomar agua) durante toda la sesión de ejercicio físico a los pacientes.
Bibliografía
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7. Serra Grima JR. "Prescripción de ejercicio físico para la salud". Barcelona, Ed
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Autor:
Lic. Yenisleidy Moré Machado
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