El conocimiento nos hace responsables (Che Guevara)
La vida humana en su expresión de dignidad es el impulso que nos conduce a revelarnos a estar vivos en las condiciones actuales y de creer que se puede vivir un sueño con los ojos abiertos. Es por ello que no sólo hoy se debe incorporar a nuestra esperanza de cambio, un mundo de solidaridad entre quienes existimos, sino que la solidaridad hoy se debe proyectar a las generaciones futuras, lo que incorpora en nuestra lucha el cuidado del Ambiente, pues de lo que se trata es de pensar un mundo nuevo para nosotros y para ellas, pero sobre la base de una existencia que hoy no se pronostica como la mejor.
Es por ello que la profundidad teórica y práctica del tema Ambiental debe ser incorporado con un paradigma dialéctico. El diagnóstico es claro y el camino alejado de la solución, pues el tiempo hoy debe ser una variable a considerar Haciendo un alcance metodológico al trabajo, partiré señalando qué se va a entender por Materialidad, pues es ella la que produce nuestro mundo histórico; para analizar el contexto en el cual voy a insertar las construcciones teóricas, el concepto, la idea; y en definitiva contextualizar en esta visión, en qué ámbito situaré mi propia proposición teórica, para dar paso el análisis concreto de la idea actual con la que tratamos el tema Ambiental; terminando el análisis teórico con la propuesta concreta de la visión de Ambiente y la contradicción que ha de producirse sino repensamos una alternativa a la visión de crisis Ambiental actual. Terminando con la extrapolación al Derecho y propuestas concretas en él.
I PARTE La producción de la vida es un proceso dialéctico que cruza por considerar el fundamento en última instancia, en la Materialidad, y ésta no entendida como un materialismo ingenuo, metafísico, mecanicista como el del siglo XVIII, es decir, resaltando la materia altamente organizada como sólo lo único real y verdadero, sino entender la materialidad como el conjunto de las relaciones sociales, como la producción de nuestra vida histórica, y no sólo materia-mente. Entender la materialidad consiste en una análisis riguroso que cruza por considerar la actividad social de producirnos, por lo menos la que nos puede constar en el proceso de mediación del trabajo, ya que es sólo a través de él que constatamos nuestra existencia.
La materialidad tiene su historia en una constante de contradicciones expresada ésta en ideas, que en la mayoría de las veces legitiman la desigualdad, y hoy el daño ambiental también y que se viven sin denunciar su ideologización, representaciones como la religión, la filosofía, la fe, la racionalidad científica; ideologías coherentes que llegando a un nivel de evolución se separan de su base productora para verse como algo independiente, vistas como algo distinto de la materialidad histórica, capaces por sí de disponerse al mundo con autonomía. De representaciones provenientes de la realidad se han convertido en una realidad distinta e invertida, son los dioses los que producen al hombre y no al revés, y parcial, pues es la representación del sector dominante que se nos proyecta formalmente en filosofía, política, y en el sentido común. El rescate para un verdadero cambio es pensar la materialidad como origen y entender la idea como la práctica social idealizada, derivada[1] Por lo cual, plantear una idea distinta es poner en cuestionamiento el mundo que la produce, y que significa dejar de manifiesto que las representaciones que nos hacen comunicarnos para tratar el tema ambiental son limitantes para un cuestionamiento profundo, pues vienen de la materialidad contradictoria, que produce contaminación, hay que ponerla en cuestión y ello se puede sólo realizar con ideas que no sean parciales ni invertidas. Vale la pena poner en cuestionamiento la propia materialidad a través de la idea con una de proyección "menos contaminada" La idea, en definitiva no tiene su origen en la cabeza humana, sino que son parte de un devenir histórico expresado, " la formación de las ideas, el pensamiento, el trato espiritual del hombre se presentan aquí todavía como emanación directa de su comportamiento material"[2] por lo que, la complejidad producida no cruza por un traspaso de conocimiento acumulativo entre iluminados, sino por un complejo mundo que los produce, lo relevante en ellos cruza por la capacidad de expresar coherentemente una práctica social en idea. La expresión de la práctica económica actual la encontramos en la racionalidad científica, a pesar de tener un compromiso existencial con ésta, creo, sin embargo, que nos hace profundizar una visión de la realidad en oposición, a la que utilizamos para el análisis dialéctico que nos ayuda a entender la realidad, y que debemos utilizar para tratar el tema Ambiental, para una propuesta cualitativamente distinta, en rigor son aspectos teóricos distintos, que nos limitan a pensar en una solución más radical, al tema que planetaria y socialmente nos aflige, por cuanto:
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