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Narcoterrorismo

Enviado por Red Safe World


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Cooperación internacional
  3. Antecedentes contemporáneos
  4. Después del 11-M
  5. La triple frontera
  6. El narcoterrorismo, nexo de unión de una alianza terrorista
  7. Conclusiones
  8. Referencias bibliográficas

Introducción

"Narcoterrorismo" fue un término acuñado por el embajador de los Estados Unidos en Colombia cuando el Palacio de Justicia de Bogotá fue tomado por miembros del grupo terrorista M-19. Desde entonces, se ha repetido constantemente tanto en los medios de comunicación como en artículos publicados en revistas especializadas.

En la actualidad, se sigue pensando que las principales organizaciones narcoterroristas son las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el Grupo "Sendero Luminoso" y el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. Sin embargo, demostraremos en el presente dossier que los grupos terroristas "tradicionales" europeos como ETA o el IRA, forman una gran alianza terrorista junto a las FARC y los grupos palestinos, teniendo como nexo de unión el tráfico de drogas o al menos como principal vía de financiación.

Se ha hablado de narcoterrorismo en México pero en este País el problema es más de narcotráfico, propiamente dicho, que terrorismo político, mientras que en Colombia, Perú y Bolivia, las motivaciones de los grupos anteriormente mencionados son reivindicativas de una política que les sea favorable según sus respectivas doctrinas ideológicas, si bien, la financiación de sus actividades es posible gracias al narcotráfico por lo que algunos analistas consideran que ya no existe el terrorismo de índole política sino la delincuencia organizada que en un momento dado puede disfrazar su actividad en forma de reivindicación o lucha ideológica pero que en realidad esconde una clara vinculación económica al narcotráfico internacional, participando de sus beneficios cuando no produciendo ellos mismos la droga1. En cualquier caso, nos referimos al crimen organizado.

Para algunos, el crimen organizado tiene un significado más que modesto, implica poco más que un grado razonable de habilidad de los criminales (Sutherland 1937, 1949), apoyado por una orientación cultural compartida (Hobbs, 1997: 57-72). Esta orientación ha sido descrita variadamente en términos de clases peligrosas, una formulación decimonónica, sub-mundo criminal, un concepto de las social-democracias de posguerra y clase marginada, un término desplegado en el contexto de la economía de mercado, que significa que el crimen es organizado sólo o primariamente por aquellos que no tienen acceso a las legítimas oportunidades del mercado.

En términos medios, hablando acerca de la definición, algunos observadores describen a los grupos criminales con una moderada concentración de criminalidad en muchas bandas de tamaño medio y semi-permanentes –ni una estructura monopólica, ni completamente fragmentada (Reuter 1983). Tales organizaciones constituyen, en el habla norteamericana, continuas empresas criminales, cada una con una estructura interna que es más bien persistente, ligada a o aliada con otros grupos criminales, y con alguna penetración en la economía lícita. Es nuestra impresión que esta percepción es típica de los oficiales encargados de hacer cumplir la ley.

Las definiciones más difundidas de crimen organizado sugieren que existe un número relativamente pequeño de empresas criminales grandes y resistentes -mafias- dominando más oportunidades para el crimen, estableciendo las reglas para otros jugadores menores y penetrando no sólo la economía lícita sino además la vida política (Cressey, 1969).

De acuerdo con la literatura más especializada acerca del tráfico de drogas, cada una de esas formulaciones ha sido descrita de la siguiente manera:

• Mafias de gran escala, que involucran cada una a miles de participantes y constituyen monopolios con ciertos mercados (Sterling, 1991; Hobbs, 1994).

• El rango medio, que consiste en muchas empresas de tráfico de mediana escala, constituidas como equipos pequeños y flexibles cuyos miembros son tomados con una variedad de antecedentes, cada uno operando típica y episódicamente y capturando una moderada y variada proporción de un mercado local, regional o internacional para las drogas ilegales (Dorn, Murji y South 1991).

• Y la última forma permanente de organización, en la cual el pequeño criminal es "alquilado" por el día, o aun por la tarea (ir a buscar y llevar, centinela, etc.), en un patrón de causalización, imitando cambios en la más amplia economía (Ruggiero y South 1995).

Cooperación internacional

El Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes -enmendada por el Protocolo de 1972- y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988 son los principales instrumentos referidos al problema de los estupefacientes firmados en el marco de la Organización de las Naciones Unidas. El último de ellos alienta especialmente la cooperación internacional entre los Estados Miembros.

Partes: 1, 2, 3
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