- Consideraciones generales
- Cooperativismo socio- económico. Declaración de principios
- Programa de acción
PRÓLOGO
Marcar los errores con el ánimo de servir, es más saludable que elogiar una obra, máxime que cuando ésta, aunque aparentemente buena, produce resultados no deseables y tarde o temprano, originará reacciones más o menos fuertes, según los males que ocasione y la cantidad y calidad de personas afectadas. Los errores se pueden evitar cuando alguien los marca a tiempo y es escuchado por las personas que tienen en sus manos la corrección de dichos errores. Aunque es muy tarde para evitar muchos grandes males que la humanidad padece, es tiempo de evitar una verdadera catástrofe, que sería inevitable si sigue por el camino que lleva actualmente.
Sufriendo en carne propia muchos de estos males y viendo cómo el mundo es víctima de los resultados de la aplicación de normas obsoletas que lo mantienen al borde del caos y la desesperación, he esperado pacientemente que alguien capacitado para ello, no solo critique y muestre su inconformidad, sino que, adentrándose en el problema, lo estudie minuciosamente, detenidamente, con verdadera sinceridad y con ánimo de encontrar el motivo y origen de esos malos resultados y busque la solución apropiada; no importa que para ello tenga que descubrir a personas y teorías ya consagradas por la fama, el poder y la historia, como intocables, pues está en primer lugar el bienestar y felicidad de la humanidad, que la conservación del culto de viejos ídolos, que aunque sean merecedores de nuestros respetos, según sus buenas obras, no podemos aceptar la mala influencia y los malos frutos de sus errores.
Con esta esperanza y deseo ferviente, he estado atento a las grandes declaraciones y decisiones de los personajes y organismos que representan los gobiernos más poderosos de la tierra, así como los representantes de menor poder militar económico; he estado atento a los problemas que se plantean, a las soluciones que se proponen y aunque todos están consientes del gran peligro que se cierne sobre la humanidad entera y que el camino que lleva, la conduce irremediablemente hacia el caos, la desesperación, la guerra y quizá la desaparición de una gran parte de ella; sus grandes intereses creados no les permiten llegar a la verdadera solución, puesto que b ello los afectaría gradualmente y de ninguna manera están dispuestos a sacrificarlos.
Consciente de estas dificultades y de los peligros que encierran y considerando la rapidez que el mundo lleva en la pendiente, me veo impulsado a afrontar esta tarea; para lo cual me considero el mas indigno e incapacitado de los mortales, pero lo hago con el mas sincero deseo de servirlos y lamento que para ello tenga que marcar errores de personalidades y sistemas que han tenido el merito de atraer a grandes multitudes, con la esperanza de encontrar el camino de la felicidad y el bienestar social, pero los frutos que se han obtenido con su practica a través de los años, nos están indicando claramente que nos conducen por caminos equivocados y que urge cambiar de rumbo para el bien de la humanidad.
Mando pues, por el presente conducto, un saludo fraternal a esas personalidades y les manifiesto mi mas sincera admiración por el mérito de esas tendencias, a sus autores o a la memoria de ellos, que, aunque equivocadas, probablemente fueron inspiradas con el sano afán, de servicio humano y manifiesto mi mas, sincera pesadumbre por la necesidad que tengo de asumir el papel de crítico y marcar sus errores
EL AUTOR
CONSIDERACIONES GENERALES
Pesa sobre la humanidad un lastre enorme de leyes, costumbres y falsos valores, que la asfixian y provocan en muchos sectores, reacciones bruscas que nos causan pavor y extrañeza por lo aparentemente ilógicas e injustas; impera en casi todo el mundo: desarmonía, desorden, injusticia, que engendran odio, desconfianza, temor, inseguridad, enfrentamientos entre pequeños y grandes grupos, etc., etc.
Algunos jóvenes demuestran su inconformidad a los adultos y sus normas en forma por demás explosiva. Son los jóvenes quienes asfixiándose en la atmósfera tan cargada de amenazas y verdadera maldad de los adultos, los que no alcanzan a comprender cómo éstos pueden hablar de felicidad y bienestar social, cargando y haciéndolos cargar con el enorme peso de sus errores; originados por la soberbia, egoísmo, odio y ambiciones personales, etc., etc., de tantos individuos que la humanidad ha tenido y tiene que soportar en los puestos que la rigen; y que han prolongado hasta nuestros días su malévola influencia por medio de ordenamientos, algunos muy mal intencionados, dictados para satisfacer su soberbia he insanos sentimientos; que la humanidad por cobardía, falta de coordinación, preparación, traición de sus líderes, etc., etc., ha tenido que soportar.
Estos jóvenes desean más simplicidad, mejor intención, comprensión, ¡amor!; la apatía, indiferencia e insinceridad para buscar la verdadera solución a los grandes problemas humanos y aberración a las ideas tradicionales, los obligan a revelarse contra los adultos y sus anacrónicas leyes, demostrando su inconformidad de diferentes maneras, desde una simple insubordinación e indiferencia hacia ellos, hasta actitudes verdaderamente desafiantes a las normas de gobiernos; en perjuicio, muchas veces, de personas inocentes que les toca la mala suerte de ser víctimas directas de tantos errores humanos y que originan desconcierto, temor e intranquilidad general.
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