- Documentos de uso común en la vida civil y mercantil
- Documentos privados: de gestión y diligencias personales
- Documentos privados: de origen mercantil
- Conclusión
- Anexos
Introducción
La creciente complejidad de las actividades mercantiles ha sido la causa de que los simples acuerdos verbales se hayan sustituido desde tiempos muy remotos por la constancia escrita de los pactos o acuerdos celebrados. En el moderno mundo de los negocios cualquier paso que se dé en el campo mercantil se hace constar en algún documento y, en caso de que su importancia lo justifique, el documento en cuestión puede llevar la firma de algún funcionario calificado. De lo expuesto se infiere que las continuas operaciones efectuadas por la empresa requieren la emisión y recepción de documentos de diversas índoles.
Los documentos mercantiles suelen tomar forma en el momento en que la operación se realiza, y su objeto es el de certificar entendimiento que existe entre las dos partes que han efectuado un convenio. Puede ser el ticket que emite una caja registradora de ventas, el cual se entrega a el cliente que ha hecho una compra al contado, o bien un complicado contrato de muchas páginas relativo al arrendamiento de una costosa maquinaria; pero tanto en uno como en otro caso describe la operación en forma escrita, reduciendo así en gran parte las posibilidades de discrepancia futuras por parte de los interesados.
En el siguiente trabajo analizaremos algunos de esos documentos y sus características…
Documentos de uso común en la vida civil y mercantil
Las diversas actividades que el hombre realiza en el quehacer cotidiano, tanto en sus diligencias personales, sociales, laborales, como profesionales, bien sea en el campo civil, comercial, etc., requieren y originan una gran variedad de documentos que dan prueba de sus acciones efectuadas.
Estos documentos abarcan una serie bastante grande en cuanto a su origen, propósito y carácter legal.
Un documento es una relación o prueba escrita que ilustra acerca de algún hecho. A los efectos jurídicos, sirven para dejar constancia de declaraciones de voluntad y medios de prueba de las mismas, y, en ciertos casos, como requisito esencial exigido por la solemnidad de algún acto.
Los documentos se dividen en públicos y privados.
Públicos: son los autorizados por el notario o funcionario público competente, acreditando los hechos, las manifestaciones de voluntad a que se refieren y sus fechas.
Los más comunes:
Del registro de estado civil: partida de nacimiento, partida de matrimonio, partida de defunción.
De identificación personal: cedula de identidad, licencia de conducir, pasaporte, etc.
De acreditación: títulos académicos, certificados de estudios, diplomas, etc.
De propiedad personal: titulo de propiedad de la vivienda, titulo de propiedad del vehiculo, etc.
Privados: los realizados únicamente con intervención de las partes interesadas, o con testigos, pero sin mediar ni notario ni funcionario competente.
Los más comunes:
De gestión y diligencias personales: constancias: de trabajo, de estudio, de asistencia a citas medicas; autorizaciones.
De origen mercantil:
No negociables: orden de compra, cotización, factura, vale, recibo, documentos bancarios.
Documentos privados: de gestión y diligencias personales
Las constancias se entienden como un documento escrito mediante el cual se deja asentado, de manera expresa y fehaciente, la opción y efecto de un hecho.
Partes de una constancia:
Membrete: generalmente viene impreso en el papel. Ocupa la parte más alta del documento, usualmente en el ángulo superior izquierdo.
Titulo del documento: se refiere expresamente a la palabra constancia, la cual se escribirá en letra mayúsculas y debidamente centrada a unos 5 espacios del membrete.
Texto: es el escrito de datos importantes, que narran la acción o efecto de un hecho realizado por la persona ejecutora.
Lugar y fecha: en esta parte se escribe nombre de la localidad donde se expide la constancia y a continuación la fecha escrita en letras.
La firma: comprende el nombre con apellido y cargo que ocupa la persona que suscribe el documento.
El sello: impresión que se estampa en el documento para darle autenticidad y carácter institucional.
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