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Comunicación y amor – síndome de Down

Enviado por olguita


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  1. Justificación
  2. Bibliografía

Justificación

Aspecto clave en el debate sobre familia del niño con Síndrome de Down es el relativo a las funciones que ésta ejerce.

Diversos son los criterios en relación a la tipología de las funciones familiares, más el análisis histórico concreto de la familia como institución indica que en cada formación económico social ésta cumple deberes que emanan de la base de la sociedad. Ahora bien, independientemente a las disímiles clasificaciones en relación con las funciones familiares existen regularidades conceptuales en que ésta debe desempeñar funciones de tipo económicas, biosociales, espiritual-culturales y educativas, comunes para todas las formaciones económicas sociales, sin embargo en cada sociedad éstas adquieren un contenido y orden jerárquico diferente.

La familia del niño con Necesidades Especiales por Retraso Mental y dentro de éste el Síndrome de Down, desempeña las mismas funciones, pero con matices que la diferencian, en aras de ir sentando las bases para la futura preparación del menor frente al entorno que lo rodea, en busca de la normalización e integración social y de un medio menos agresivo para su desarrollo como personalidad.

La función económica garantiza en sentido general la satisfacción de las necesidades materiales, individuales y colectivas, matizadas por el sentido de pertenencia de cada uno de sus integrantes ante las tareas del hogar. Actividades que cuando se realizan de manera consciente y voluntaria propician un clima de satisfacción personal y colectiva que redunda en la formación y transformación positiva de cada uno de sus miembros. El estímulo sistemático ante el desempeño de las tareas favorece extraordinariamente el nivel de corresponsabilización, con la consecuente satisfacción de sentirse útil y necesario.

La función biosocial (reproductora o biológica), asegurada o bien dirigida propicia la estabilidad conyugal en la pareja y con ello el establecimiento de patrones de conducta adecuados de fácil trasmisión a los hijos, sentando las bases para la seguridad emocional e identificación de éstos para con la familia.La satisfacción de las necesidades culturales en sentido general, se ven manifiestas en la función espiritual-cultural, incluido todo lo relativo a la educación de los hijos. En ella está presente el legado cultural generacional que sin lugar a dudas sienta las bases educativas que comienza desde el nacimiento y no finaliza hasta con la muerte.

Singular importancia se atribuye a la función educativa, al margen de que algunos autores la consideren dentro de la espiritual-cultural.

La función educativa es esencial, pero para el correcto cumplimiento de la misma es imprescindible prepararse para ella. Esta función, primordial para la educación de los hijos, como se ha aludido con anterioridad, actúa de manera interactiva junto al resto de las funciones. Ahora bien, para que la misma sea efectiva consideramos abordarla dirigida hacia dos vertientes fundamentales: COMUNICACION y AMOR.. Dos conceptos que se retroalimentan continuamente en la cotidianidad y que son decisivos para que se eduque y se garantice la reproducción social de la descendencia.

Las relaciones interpersonales en la familia sólo se dan cuando el proceso de la comunicación se sitúa en un lugar cimero, valorándolo como el elemento mediatizador de las relaciones económicas, biológicas, materiales y espirituales.

Infinidad de autores aseveran y coincidimos con ese criterio que la primera responsabilidad de la familia es ser fomento de amor y ejemplo de las mejores tradiciones hogareñas, reforzando una cultura de vida donde se respire una atmósfera de intercambio de opiniones, experiencias y sentimientos, que propicie el diálogo y la democracia entre sus miembros. El término comunicación proviene del latín y significa común. Cuando una persona se comunica con sus semejantes, trata de compartir información, una idea, una actitud, sentimientos, etc. Lo esencial en la comunicación está en mantener un intercambio sistemático entre la persona que envía el mensaje y la que lo recibe.

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