Mucho escuchamos sobre la crisis financiera internacional y sus eventuales consecuencias en la llamada "economía real" y vale aquí, a mi juicio, una reflexión particular;
¿Cómo incidirá esta crisis en la economía turística de Bariloche?
Si hacemos un poco de memoria todo comenzó como una crisis del mercado inmobiliario que en una segunda etapa se convirtió en una crisis del crédito internacional y que terminó convirtiéndose en una verdadera crisis de confianza.
Junto al desprestigio generalizado de "lo político"1 se nos aparece ahora la incertidumbre sobre cómo seguirá el curso de los acontecimientos; y a los mensajes de los gobiernos (de todas las jurisdicciones; nacionales, provinciales y municipales), la respuesta escéptica de la gente común, entendido por tal (…)el escepticismo no consiste en dudar de manera sucesiva y enumerable de todas las opiniones, todas las vías por las que ha intentado deslizarse el camino del saber. Escepticismo es sostener la posesión subjetiva, no se puede saber nada.2
Dicho sencillamente, nadie confía en que los presidentes, los gobernadores o los ministros de economía sepan lo que debemos hacer.
A lo que se suma lo que dice Patricio Rosas (…) la participación privada no es popular en todos los países3
Estamos sin dudas ante una situación de cambio y crisis que debe ser debidamente advertida y abordada en toda su extensión.
Y dando lugar a la cita común de que "toda crisis es una oportunidad" estamos ante la oportunidad de ensayar ideas novedosas y creativas, para entenderla, administrarla y finalmente resolverla, en comunidad, con todos los actores de nuestra economía local empresarios, trabajadores, profesionales, gobernantes, legisladores, etc. (sin intermediaciones enagenantes). A través de la participación abierta y generalizada y al intercambio de ideas con Responsabilidad Social, podremos encaminar la acción, para lo cual es preciso conversar, debatir y discutir estas cuestiones, según se trate entre amigos, o posiciones divergentes o definitivamente opuestas.
Serán la base de esta metodología el "sapere aude" (osa saber) de Kant; Pensar por si mismo
Pensar en acuerdo consigo mismo
Pensar poniéndose en lugar de cualquier otro4
1 (…) Una de las razones del desprestigio actual de los que hacen política es que quieren hacer creer que exista "La Política". Eso los deja al descubierto de la enorme distancia entre la política que discursean y las políticas que implementan concretamente. Luis Tudanca – De lo político a lo impolítico – grama ediciones – 2006.
2 Lacan, Jacques; El seminario, Libro II, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Capítulo 17 – Paidós, Bs. As. 1996, pag 231.
3 3rd SeniorOfficials" Meeting and Related Meeting – SeminaronBest Practicesin Regulation and Promotionof Efficiencyin TransportInfraestructureFacilities Lima, Perú; 15-16 August2008
4 Miller Jacques Alain: "Patapum o sobre el fracaso de las luces" – Revista Uno por Uno, Nº 32, Bs. As. 1992, pag. 37 Matriz Relacional del Turismo
La matriz relacional turística permite concebir al hecho turístico como un sistema vivo y orgánico que necesita ser gestionado desde una perspectiva holística que contemple todos los aspectos en interacción con una gran profundidad de campo.
Para comprender cabalmente la complejidad del fenómeno, deberemos comprender las dimensiones que componen la Matriz Relacional del Turismo, que son las siguientes; Territorial, Espacial e Infraestructura, Empresarial, Social y Cultural, Organizacional, Mercantil y Económico Financiera. No obstante es preciso destacar que se trata de componentes de un todo, de forma que promueva su funcionamiento articulado, evitando desequilibrios o, como habitualmente sucede, la excesiva preponderancia de unas dimensiones sobre otras.
Competencia y competitividad del destino
El mercado turístico se caracteriza por ser un entorno altamente competitivo y que como toda actividad de exportación es muy sensible a la coyuntura internacional. Citando a Patricio Meller5 (…) Un sistema de mercados competitivos constituye el paradigma ideal (para los economistas), por cuanto maximiza la eficiencia en la asignación de recursos y el bienestar social.
En efecto, como lo planteara Adam Smith, la Mano Invisible de la competencia obliga a los productores a minimizar costos y restringe su capacidad para aumentar precios; además, los productores se ven presionados a introducir las nuevas tecnologías y a mejorar la calidad de sus productos. Esta competencia permite a los consumidores adquirir los bienes al menor precio posible, maximizándose, de esta manera, su excedente. En este escenario, sólo las empresas eficientes logran aprobar el test del mercado.
Este paradigma teórico tiene muchos requisitos ineludibles, a saber:
• gran número de participantes en todos los mercados,
• agentes completamente racionales y optimizadores,
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