Llamamos entonces familia tipográfica al conjunto de caracteres que, por tener características formales comunes, forman parte de un grupo con identidad visual propia. Cada una de esas identidades formales producidas por la historia del diseño, desde la invención de la imprenta hasta nuestros días son consideradas familias tipográficas. Las formas anteriores, que no fueron fundidas a tipos metálicos ni generadas en forma electrónica, no se consideran familias tipográficas sino formas de escritura. La gran variedad de letras puede reducirse a cinco grupos mayores.
Clasificación de las familias tipográficas
Los grupos son:
– Romanas o con serifas
– Egipcias
– De palo seco o sin serifas
– Caligráficas
– Ornamentales
Romanas o con serifa
Las tipografías con serifas son las que poseen terminaciones de apoyo en los trazos de los caracteres. Son ejemplo las familias Garamond, Bodoni, Times, Palatinop, etc. En ellas se da, por lo general, la alternancia de trazos finos y gruesos y en su mayoría han sido diseñadas para la composición de textos para lectura, es decir, para funcionar en cuerpos pequeños.
El diseño de estas familias se desarrolló a partir de las estructuras clásicas de las letras de la columna Trajana, como patrón para las capitales o mayúsculas, y la morfología de la escritura semiuncial y carolingia como modelo para las minúsculas. Fueron los primeros impresores del renacimiento italiano los que fusionaron ambos estilos en un alfabeto único.
Egipcias
Basadas en los principios de la tipografía romana, estas familias fueron diseñadas bajo la influencia tecnológica y las necesidades del mercado que trajo consigo la revolución industrial, en el siglo XIX. En ellas, la diferenciación del grueso de los trazos no es tan pronunciada; los caracteres se manifiestan en general más pesados y las serifas se han geometrizado aumentando considerablemente su tamaño y proporción en relación con los trazos de las letras.
Palo seco o sin serifa
Aunque aparecieron en el siglo pasado, estas familias se desarrollaron profusamente durante las décadas comprendidas entre 1920 y 1970. Las tipografías palo seco no poseen terminaciones en los trazos de los caracteres y su trazo es ópticamente uniforme. Ej. Helvética, Futura, Gill Sans. Aunque muchas son admisibvles para la composición de textos, fueron creadas para el diseño de carteles, señales, etc., es decir, para funcionar en cuerpos grandes.
Luego hay otras tipografías cuya identificación es ambigua porque poseen características de los distintos grupos, ej. Óptima que presenta alternancia de trazos finos y gruesos pero las serifas están apenas insinuadas. Asimismo, algunas de as variables del sistema tipográfico Rotis proponen la aparición de las serifas sólo en algunos de los trazos de las letras.
Caligráficas
El diseño de estas familias tipográficas basó su morfología en los principios de la escritura manual con pluma. De acuerdo con su origen se clasifican en dos grupos: familias góticas como la Fraktur y la Textur nacidas en la Edad Media y luego fundiodas y utilizadas por Gutenberg en los albores de la imprenta y familias latinas que como la Commercial Script o la Snell English –sigloXVII- fueron diseñadas para representaciones comerciales.
Ornamentales o de fantasía
Estas familias recuperan una tradición iniciada en el siglo XII, cuando los escribas decoraban con formas orgánicas e iluminaban con fuertes colores las letras iniciales. A través de las distintas épocas las letras fueron variando en general hacia la simplificación, pero estas familias conservaron siempre un mismo criterio respecto de su uso o función, que limita su participación al diseño de títulos o palabras aisladas y las inhibe de intervenir en la composición de textos corridos.
Las variables tipográficas
Las variables tipográficas, es decir, las diferenciaciones y alternativas diseñadas para una familia o forma de letra. Por lo general, estas alternativas son concebidas tomando como punto de partida el carácter llamado regular o normal.
Las variables se producen modificando el peso o grosor del trazo de la letra –caracteres blancos, negros, seminegros, etc.-, el ancho de la letra –caracteres condensados o expandidos- o la inclinación de la misma –caracteres derechos, o itálicos-, pero deben guardar siempre la identidad formal de la familia a la que pertenecen. Una familia tipográfica debe reconocerse en todas sus variables.
Ancho de la letra
Llamamos ancho de un carácter tipográfico a la extensión horizontal de la cara de la letra. De acuerdo con este concepto los caracteres son designados y clasificados con los siguientes nombres:
normales / regulares
estrechos / condensados / angostos
anchos / extendidos / expandidos
extra anchos
La legibilidad y el reconocimiento óptimos se obtienen con el ancho de la letra normal. Las formas anchas producen un refuerzo del valor del carácter como señal, pero su mayor requerimiento de espacio disminuye la densidad de información y retrasan imperceptiblemente el flujo de la lectura.
Las letras extremadamente estrechas pueden requerir hasta un 50% menos de espacio que las versiones normales con el mismo espesor de línea y en el mismo cuerpo; esto, si embargo, atenta contra la legibilidad porque de esta forma el lector se cansa más rápidamente.
Espesor del trazo de los caracteres
Las variaciones generalmente usadas para señalar los espesores del trazo de los caracteres son cuatro:
fina / light
normal o seminegra / regular
negra / bold
extra negra / black
Además de las denominaciones en español aparecen los nombres en inglés, que es oportuno conocer porque pueden figurar en los distintos catálogos tipográficos o aplicados a ciertos programas de computación sin traducción.
Otras divisiones posibles –según el fabricante de tipo- llevan numeraciones numéricas. Pero la denominación en forma de palabra es la más frecuente para la clasificación de los espesores del trazo.
El espesor del trazo de la letra influye en forma importante en el color tipográfico, es decir, en el nivel de gris percibido al observar una columna de texto. Otros aspectos como cuerpo, interlineado e interletreado también influyen en dicho color.
Inclinación de los caracteres
Otra posibilidad de diferenciación y utilización de la tipografía se da a partir de la inclinación de los caracteres. Además de las letras romanas o derechas, cuyo eje de simetría vertical respecto de línea de base es recto, se encuentran las itálicas o bastardillas cuyo eje es precisamente oblicuo.
Los primeros caracteres itálicos fueron diseñados por el tipógrafo veneciano Aldo Manuzio, quien los proyectó con el objeto de ganar espacio en la línea y la composición de los textos, para la impresión de sus ediciones económicas de los clásicos latinos. Obedeciendo a esta circunstancia de su génesis es que los caracteres itálicos de buen diseño conservan un grado de condensación de los signos tal que permite componer mayor cantidad de caracteres en el mismo espacio.
En la actualidad los caracteres itálicos suelen tener el mismo ancho que los romanos o derechos y se usan para señalizar párrafos dentro del texto o componer epígrafes, pero se ha abandonado su uso para la composición de ediciones enteras.
Los elementos o caracteres tipográficos
Llamamos fuente tipográfica al conjunto de caracteres que se diseñan para un tipo de letra en alguna de sus variables. Estos caracteres, que de acuerdo con la familia oscilan entre 90 y 130, se clasifican de la siguiente manera:
letras mayúsculas y versalitas
letras minúsculas
números
signos y caracteres especiales
misceláneas
líneas y ornamentos
Autor:
Alejandra Burin
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