Descargar

La mayor noticia del siglo XX (página 2)


Partes: 1, 2

Conclusiones

El Fall Barbarossa constituyó un raro ejemplo de plan de invasión brillante, pero con clamorosos fallos, y condenado al fracaso por su excesiva ambición; produjo un ataque bien montado sobre un sistema defensivo lastimosamente mal preparado en el que, a causa de las inmediatas consecuencias, se produjo el desplome del sistema soviético de comunicaciones durante la primera semana del asalto. Destrozos materiales y humanos aparte, la sorpresa confundió las prioridades de la respuesta: sin información, ningún comandante soviético podría decidir cuál de los tres elementos posibles era esencial y cuáles tendrían que ser sacrificados: ¿tendría que ser tiempo, espacio o sangre? Cuanto más largo fuera el período de desintegración, más tiempo sería necesario para recuperarse. [31] "No tardaremos en conseguirlo", escribió Göbbels en su diario, "debemos conseguirlo pronto; hay entre la gente un estado de ánimo algo deprimido; el pueblo quiere paz…". En su cuartel general secreto de Rastenburg, en Prusia Oriental, Hitler siguió los resultados espectaculares del primer día de su plan de invasión con creciente entusiasmo. [32]

Walther Hewel, enlace del ministerio de asuntos exteriores ante Hitler, señaló que aquel día había imperado en el entorno del Führer un ambiente "tranquilo y sereno". Parecía un domingo como cualquier otro, con la salvedad de que Hitler y Ribbentrop se durmieron profundamente después de la comida de mediodía. A las 18:00 horas, el ministro de asuntos exteriores alemán celebró una rueda de prensa rodeado de todos sus colaboradores. Muchos ayudantes de Hitler, agobiados por el calor del verano, se fueron a nadar al terminar su horario de trabajo. El informe oficial del mando supremo de las fuerzas armadas alemanas u Oberkommando der Wehrmacht, el OKW, emitido a medianoche señaló una "impresión general de que el enemigo, tras la sorpresa inicial, se dispone a combatir". Aquel caluroso 22 de junio de 1941, el día más largo del año astronómico llegaba a su fin. Era el comienzo de un sangriento conflicto que duraría casi cuatro años y que acabaría con las tropas soviéticas izando la bandera roja en el Reichstag de Berlín.

Notas

1. Ian Kershaw, Hitler, 1936-1945, London, 1993, p. 389.

2. A. Horne, How far from Austerlitz? New York, 1996, p. 307.

3. Citado en A. Beevor, Stalingrado, Barcelona, 2000, p. 22.

4. W. L. Shirer, The collapse of the III Republic: an inquiry into the fall of France in 1940. New York, 1994, pp. 878-879.

5. G. L. Weinberg, A world at arms. New York, 1992, p. 264.

6. A. Beevor, Stalingrado, p. 26.

7. W. Murray y A. Millett, La guerra que había que ganar. Barcelona, 2005, p. 182.

8. A. Beevor, Stalingrado, p. 27.

9. W. Murray y A. Millet, La guerra que había que ganar, p. 183.

10. Richard Overy, The air war, 1939-1945, London, 2004, p. 63.

11. A. Boyd, The soviet air force from 1918 onwards. London, 1975, pp. 109-111.

12. M. Burleigh, The III Reich: a new History. London, 2003, p. 488.

13. C. Pleshakov, Stalin's folly. the tragic first ten days of World War II on the Eastern Front. Boston-New York, Houghton Mifflin Co., 2005, p. 7.

14. P. Colville (ed.), Mémoirs of Sir Winston Churchill. London, 1969, p. 391.

15. F. Bedárida, Churchill. Madrid, 2002, p. 286.

16. R. Jenkins, Winston Churchill: a biography. New York, 2001, p. 659.

17. A. Roberts, Hitler y Churchill: los secretos del liderazgo. Madrid, 2003, p. 194; fue a partir de la invasión alemana de la URSS que el periodismo y la intelectualidad de Gran Bretaña y los Estados Unidos dejaron de investigar dichos crímenes, y pasaron de su denuncia machacona a su negación, actitud que se mantendría con igual insistencia hasta muchos años después de 1945. Sobre este fenómeno, véase J. Meyer, Rusia y sus imperios, 1894-2005. Barcelona, 2006.

18. Si los anticlericales y antipapistas quieren condenar a Pío XII, se les debe dejar hacerlo. De ese modo, se salvaguarda el anonimato de las acciones del pontífice en pro de los que salvó, tal como él quiso siempre. Ésa fue su voluntad, a lo que parece. Si de todos modos se tiene un mínimo interés por conocer esa voluntad, la personalidad que la sustentaba y sus motivos, recomendamos al lector el explícito estudio de Giorgio Angelozzi, Pio XII, Hitler e Mussolini. Milano, Ugo Mursia, 1988.

19. G. Angelozzi, Pio XII, Hitler e Mussolini, pp. 174-238.

20. C. Pleshakov, Stalin's folly: the tragic first ten days of World War II on the Eastern Front. Boston-New York, Houghton Mifflin Co., 2005, p. 249.

21. Citado por X. Moreno Juliá, La 'División Azul': sangre española en Rusia, 1941-1945. Barcelona, Crítica, 2005, p. 63.

22. R. Overy, Por qué ganaron los Aliados. Barcelona, Crítica, 2007, p. 10.

23. Citado en B. Bromage, Molotov: the story of an era. London, Owen, 1956, p. 191.

24. J. L. Snell, Illusion and necessity: the diplomacy of global war, 1939-1945. Boston, Houghton Mifflin, 1973, p. 72.

25. C. Pleshakov, Stalin's folly: the tragic first ten days of World War II on the Eastern Front. Boston-New York, Houghton Mifflin Co., 2005, p. 250.

26. B. Bromage, Molotov: the story of an era. London, Owen, 1956.

27. Hugh Trevor-Roper, Las conversaciones privadas de Hitler. Madrid, Nacional, 1957, p. 454.

28. J. Scurr, "Germany's Spanish volunteers 1941-1945" en Man-at-arms Series, 103, London, 1986.

29. W. Lubbeck y G. Hurt, A las puertas de Leningrado. Barcelona, 2006, pp. 120-122.

30. Hugh Trevor-Roper, Las conversaciones privadas de Hitler. Madrid, Nacional, 1957, p. 142.

31. A. Sella, "Barbarossa: surprise attack and communications", en Journal of contemporary history, 13, (julio 1978) pp. 555-583.

32. J. R. Elting et al., Barbarroja, vol. 21-22 de la serie El Tercer Reich. Madrid, Rombo, 1996, p. 32.

Bibliografía

G. Angelozzi, Pio XII, Hitler e Mussolini. Milano, Ugo Mursia, 1988.

F. Bedárida, Churchill. Madrid-México D.F., FCE, 2002.

A. Beevor, Stalingrado. Barcelona, Crítica, 2000.

A. Boyd, The soviet air force from 1918 onwards. London, Schiffer Publ., 1975.

B. Bromage, Molotov: the story of an era. London, Owen, 1956.

J. R. Elting et al., Barbarroja, vol. 21-22 de la serie El Tercer Reich. Madrid, Rombo, 1996.

R. Jenkins, Winston Churchill: a biography. New York, Cornell Univ. Press, 2001.

I. Kershaw, Hitler, 1936-1945. Barcelona, Península, 2000.

J. Meyer, Rusia y sus imperios, 1894-2005. Barcelona, Tusquets, 2006.

X. Moreno Juliá, La 'División Azul': sangre española en Rusia, 1941-1945. Barcelona, Crítica, 2005.

W. Murray y A. Millett, La guerra que había que ganar. Barcelona, Booket, 2005.

R. Overy, Por qué ganaron los Aliados. Barcelona, Crítica, 2007

A. Roberts, Hitler y Churchill: los secretos del liderazgo. Madrid-México, FCE, 2003.

A. Sella, "Barbarossa: surprise attack and communications", en Journal of contemporary history, 13, (julio 1978) pp. 555-583.

W. L. Shirer, The collapse of the III Republic: an inquiry into the fall of France in 1940. New York, Da Capo Press, 1994.

J. L. Snell, Illusion and necessity: the diplomacy of global war, 1939-1945. Boston, Houghton Mifflin, 1973.

 

 

Autor:

Jorge Benavent

 

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente