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Evaluación agrostológica y capacidad receptiva estacional en bofedales de puna seca y húmeda


Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Revisión de literatura
  4. Materiales y métodos
  5. Resultados y discusión
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Referencias bibliográficas
  9. Anexos

Resumen

El estudio se realizó en cuatro bofedales del Altiplano de Puno: dos en Puna seca, ubicados en los distritos de Capaso y Santa Lucía a 4,400 y 4,350 msnm y dos en Puna húmeda, en los distritos de Macusani y Santa Rosa a 4,500 y 4,150 msnm. Los objetivos fueron: determinar en los bofedales de Puna seca y húmeda, tanto en época de lluvias como en época seca, la composición florística, disponibilidad de materia verde y seca, contenido de proteína cruda del forraje y la carga animal óptima de pastoreo. Para determinar la composición florística se empleó el método Puntos en parcela lineal permanente, para disponibilidad de materia verde y seca el método cosecha en parcela de corte, para el contenido de proteína cruda el método micro kjendalhl y para la capacidad de carga óptima la metodología descrita por Florez y Malpatida (1987). Para analizar las diferencias en disponibilidad de materia seca, se utilizó un diseño de parcelas divididas con tres repeticiones, donde las parcelas fueron los bofedales y sub parcelas las épocas. De los resultados obtenidos se concluye que en bofedales de Puna seca, destacan la Distichia muscoides (25.83%), Lucilia ariteoides (14.92%) y Plantago tubulosa (10.17%) en el bofedal de Capaso; y en el bofedal de Santa Lucía Distichia muscoides (23.25%), Plantago tubulosa (16.50%) y Lucilia ariteoides (10.50%). En bofedales de Puna húmeda, destacan la Distichia muscoides (20.92%), Plantago tubulosa (11.92%) y Werneria pygmaea (8.17%) en el bofedal de Macusani; y en el bofedal de Santa Rosa Scirpus rigidus (11.08%), Plantago tubulosa (8.75%) y Deyeuxia rigescens (7.25%). La disponibilidad de materia seca, en bofedales de Capaso y Santa Lucía fue de 1,079.17 y 1,166.67 kg/há en época de lluvias; y en época seca 1,122.22 y 1,184.72 kg/há respectivamente. En bofedales de Macusani y Santa Rosa los promedios de materia seca fueron 1,151.39 y 1,647.22 kg/há en época lluviosa; y en época seca 1,245.83 y 998.61 kg/há respectivamente. La disponibilidad de materia seca fue similar entre bofedales y diferentes entre épocas. El contenido de proteína cruda en bofedales de Capaso y Santa Lucía fueron de 11.20 y 15.05 % en época de lluvias, y en época seca 6.82 y 8.92 %, respectivamente. El contenido de proteína cruda en bofedales de Macusani y Santa Rosa fue de 12.77 y 12.25 % en época de lluvias, y en época seca 11.02 y 11.20%, respectivamente. Los cuatro bofedales en época seca pueden mantener una carga animal de 2.00 alpacas/há; y en época lluviosa Macusani, Santa Rosa y Capaso 2.70 alpacas/há y Santa Lucía 2.00 alpacas/há.

Palabras clave: Bofedal, capacidad de carga, composición florística, Puna.

Introducción

Los bofedales altoandinos, constituyen excelentes pastizales para la alimentación del ganado, exclusivamente de alpacas en la época seca y en forma limitada para ovinos, vacunos y otras especies animales. Estos bofedales ocupan lugares donde existe un suministro de agua permanente proveniente de manantiales, agua de deshielos, ríos y lluvias produciendo pasto verde y hierbas durante todo el año.

El Proyecto Binacional de Biodiversidad del Sistema Lago Titicaca, Desaguadero, Poopo y Salar de Coipasa (2001) indica que en el ámbito del Altiplano peruano, con la ayuda de imágenes satelitales se identificaron 351 bofedales con una área total de 111,473.48 hectáreas, distribuidos en 12 provincias de la región Puno. La mayor concentración se encuentran en las provincias de El Collaó con 99 bofedales que ocupan 32,224.03 hectáreas, distribuidos en los distritos de Santa Rosa de Juli, Capazo y Conduriri; la provincia de Melgar con 66 bofedales que ocupan 15,752.60 hectáreas; y Lampa con 14,389.19 hectáreas en 59 bofedales. En cada una de estas zonas, los bofedales están sujetos a diferentes factores que determinan su estructura y dinámica; tales como latitud, altitud, temperatura, precipitación, suministro de agua, acidez del suelo y el efecto modificador que ocasiona el hombre.

En la Puna semi-árida y semi-húmeda del Altiplano de Puno, al igual que en otras regiones ecológicas altoandinas del país, se pueden observar vastas áreas, con un incremento de especies indeseables, desaparición de las deseables, diferentes grados de erosión y una disminución considerable de la producción primaria, generando ecosistemas frágiles que en muchos de los casos los niveles de degradación han llegado al límite biológico; con una repercusión negativa en los niveles productivos del ganado bajo pastoreo, debido a causas como la presencia de severas condiciones climáticas (temperaturas extremas, fuerte radiación solar, precipitaciones pluviales erráticas, etc.) y un sobrepastoreo.

En la Puna semi-árida del Altiplano de Puno, los bofedales evaluados se encuentran ubicados en los distritos de Santa Lucía y Capaso, a los 4,400 y 4,350 msnm, caracterizado por presentar un clima frío seco. En la Puna semi-húmeda hacia el norte de Puno, en los distritos de Macusani y Santa Rosa, a 4,500 y 4,150 msnm, con un clima frío con mayor humedad ambiental.

En base a estos aspectos, se planteó como objetivo general efectuar un estudio agrostológico para evaluar la estructura vegetativa de bofedales de Puna seca y húmeda del Altiplano de Puno y como objetivos específicos:

  • Evaluar la composición florística en bofedales de Puna seca y húmeda del Altiplano de Puno, en la época de lluvias y seca.

  • Determinar la disponibilidad de materia verde y seca en bofedales de Puna seca y húmeda del Altiplano de Puno, en la época de lluvias y seca.

  • Analizar el contenido de proteína cruda del forraje de bofedales de Puna seca y húmeda del Altiplano de Puno, en la época de lluvias y seca.

  • Estimar la carga animal óptima de pastoreo de bofedales de Puna seca y húmeda del Altiplano de Puno.

Revisión de literatura

2.1 ZONA AGROECOLÓGICA DE PUNA

MINAG (2007), afirma que esta región varía desde los 3,900 hasta los 4,800 msnm, descendiendo por la ladera Oeste de la cordillera occidental pasando alturas cordilleranas superiores a 5,000 msnm hasta los 3,900 msnm del lado Este de la cordillera oriental. Se caracteriza por presentar relieve fisiográfico y una topografía muy accidentada y heterogénea, colinas, quebradas pronunciadas y picos elevados. El clima reinante es frío y seco, con temperaturas que oscilan de -6°C a 14°C y una precipitación pluvial total promedio anual oscilante entre 500 a 1,000 mm. En las zonas homogéneas de producción de pastizales en ladera de Puna húmeda, bofedales, tolares y pastizales de Puna seca; por ocurrir en periodo libre de heladas de 30 a 110 días se pueden cultivar con ciertas limitaciones: papa dulce, papa amarga, quinua, cañihua, gramíneas forrajeras y pastos cultivados. De igual forma las crianzas que se explotan son principalmente: llamas y alpacas, vacunos, ovinos, porcinos y equinos (caballos y mulas). Las localidades representativas de esta zona agroecológica son: Santa Rosa de Ayaviri, Nuñoa, La Raya (Puna húmeda) y Santa Rosa de Juli, Paratía, Palca y Santa Lucía (Puna seca).

Pulgar (1976), menciona que la región Puna significa sueño, soroche o mal de altura, y está comprendida entre los 4,100 a 4,800 metros de altitud. Su relieve es mayormente de mesetas andina, en cuya amplitud se localizan lagos y lagunas. Su clima es frío con precipitaciones en forma de nevada y granizo. El aire es casi seco. Su vegetación típica son los pastos naturales y su desarrollo ganadero es predominante, pero de naturaleza extensiva. En los andes del norte esta región recibe el nombre de Jalca.

2.1.1 Puna húmeda

Según Tapia y Flores (1984), está es la llamada faja de Puna normal, con un mayor uso ganadero y que varía desde los pastizales de planicie con variables grados de humedad y las reguladoras de las laderas, con suelos menos profundos, hasta la vegetación de las altas montañas (verdadera Puna) y en donde se pueden desarrollar, desde la vegetación más escasa de suelos pobres hasta la de manchones de "oqhonales" y ahijaderos en donde la turba enriquece los suelos y permite una vegetación densa de especies suculentas como la "kunkuna" (Distichia muscoides) que es la principal fuente de alimento para las alpacas.

Florez y Malpartida (1987), afirman que la Puna húmeda en el sur del Perú está comprendida entre las regiones de Apurímac, Cusco y parte de Puno, es decir en la cordillera oriental de los andes, con niveles de precipitación pluvial que superan los 700 mm anuales. Adicionalmente encontramos mayor cantidad de redes orográficas, corrientes de agua proveniente de los deshielos, acuíferos subterráneos permanentes o manantiales que propician la existencia de bofedales en mayor extensión y numero.

2.1.2 Puna seca

Troll (1968), considera que la faja de Puna seca se extiende longitudinalmente, desde los 15º latitud Sur al norte de la ciudad de Arequipa y corre por el flanco occidental de los Andes hasta Tucumán en la Argentina a 30º Latitud Sur.

Florez y Malpartida (1987), afirman que se ha venido a llamar así a la región ubicada mayormente en la cordillera sur occidental del Perú, entre las regiones de Arequipa, Ayacucho, Moquegua, Tacna y parte de Puno, en los que se pueden apreciar principalmente una conformación topográfica accidentada, de relieves pedregosos y arenosos, suelos frágiles con características productivas limitadas, condiciones severas en cuanto a heladas, tanto en su intensidad como en frecuencia, crítico en cuanto al régimen de lluvias en las que la precipitación tiene isoyetas (líneas que unen puntos de idéntica cantidad de precipitación) de 100 mm y 350 mm, excepcionalmente supera los 400 mm; que se concentran en los meses de verano, una de las características notorias es la presencia de intensos vientos casi permanente; la temperatura en ningún mes alcanza medias mayores a 10 ºC, dominando el frio sobre la sequedad.

2.2 ZONAS DE VIDA SEGÚN HOLDRIDGE

Holdridge (1980); citado por Vargas (1992), menciona un sistema ecológico utilizado para la clasificación de las formaciones vegetales, sirvió de base para delinear las subregiones, así como las regiones principales. El sistema ecológico se basa en datos climáticos existentes.

Choque et al. (1990) consideran que el espacio donde se desarrollan las unidades de producción alpaquera de la subregión del Altiplano de Puno, están dentro de dos zonas de vida con aptitud ecológica para el pastoreo, por la presencia permanente de pastos naturales altoandinos, estas zonas son:

  • a. Paramo húmedo – subalpino templado calido (Ph – Satc)

El rango de altitud de esta formación va aproximadamente de 3,900 msnm hasta los 4,600 msnm. La temperatura varia entre 2.5 a 7.5 ºC, con una precipitación de 550 mm por año. El clima es frio, por lo tanto la temperatura es una limitante para la actividad agrícola. La vegetación natural esta compuesta por matorrales de gramínea y de ciperáceas conocidos como bofedales.

  • b. Matorral desértico – subalpino templado cálido (Md – Satc)

El limite altitudinal de esta zona de vida varia de los 4,000 msnm y llega a los 4,600 msnm. El clima es frio y semiárido. La temperatura varia de 5.5 a 7.5 ºC, y el volumen de precipitación se estima en 400 mm por año. Topográficamente presenta laderas de montaña con pendientes de 50 % de gradiente y laderas cortas y planicies presentando gradientes desde 2 % hasta 30 %. Actualmente son más sometidas al sobre pastoreo.

2.3 ZONAS CLIMÁTICAS

Thornthwaite (1948), propone un sistema de clasificación climática, que se basa en el cálculo, mediante fórmulas e índices climáticos referidos al grado de favorabilidad o eficiencia de la precipitación y la temperatura sobre el crecimiento de la vegetación. Estos índices, se comparan con rangos de valores en tablas jerárquicas de precipitación y temperatura que presentan características definidas.

Cuadro 1. Rangos de índice anual de precipitación pluvial

Valores de I

(mm)

Simbología

Nominación

128 a mayor

64 a 127

32 a 63

16 a 31

Menor de 16

A

B

C

D

E

Muy lluvioso

Lluvioso

Semi lluvioso

Semi árido

Árido

Fuente: Thornthwaite, 1948. Cuadro 2. Distribución de la precipitación a través del año

Simbología

Significado

r

v

o

i

p

d

Sin estación seca

Verano seco

Otoño seco

Invierno seco

Primavera seca

Todas las estaciones secas

Fuente: Thornthwaite, 1948.

Cuadro 3. Rangos de índice anual de Temperatura

Valor del I"

(ºC)

Simbología

Nominación

128 a mayor

101 a 127

80 a 100

64 a 79

32 a 63

16 a 31

1 a 15

0

A"

B"1

B"2

B"3

C"

D"

E"

F"

Cálido

Semi cálido

Templado

Semi frío

Frío

Semi frígido

Frígido

Polar

Fuente: Thornthwaite, 1948.

En base a la información climatológica disponible y estimada se determinan los tipos climáticos, cuyas formulas son:

C(o,i,p)C䠺 Semilluviosos y frío, con otoño, invierno y primavera secos.

C(o,i)C䉠: Semilluvioso y frío, con otoño e invierno secos.

C(o,i,p)D䠺 Semilluvioso y semifrígido con otoño, invierno y primavera secos.

C(o,i)D䠉 : Semilluvioso y semifrígido, con otoño e invierno secos.

C(o,i,p)E䠺 Semilluvioso y frígido, con otoño, invierno y primavera secos.

C(o,i)E䉠: Semilluvioso y frígido, con otoño e invierno secos.

C F䉠: Semilluvioso y polar.

El Proyecto Binacional de Biodiversidad del Sistema Lago Titicaca, Desaguadero, Poopo y Salar de Coipasa (2000), en un trabajo de evaluación de tholares, realizado en el Altiplano de Puno, utilizó el sistema de clasificación climática propuesto por Thornthwaite, encontrando dos tipos climáticos:

a) Clima lluvioso y frío, con otoño, invierno y primavera secos B(o,i,p)C"

Corresponde a los t"olares que se encuentran en el ámbito de las estaciones meteorológicas de Ilave, Juli, Lagunillas y Lampa.

b) Clima semi-lluvioso y frío, con otoño, invierno y primavera secos C(o,i,p)C"

Corresponde a los t"olares que se encuentran en el ámbito de las estaciones meteorológicas de Ayaviri, Azángaro, Huacullani, Huancané,

Mazocruz, Pizacoma y Puno.

2.4 PRADERAS NATURALES

Tapia y Flores (1984), indican que las praderas naturales son áreas cubiertas por una vegetación herbácea, principalmente ocupada por gramíneas, ciperáceas y rosáceas, que varían en su composición vegetal de acuerdo a la humedad del suelo, exposición y características edafológicas como textura y contenido de materia orgánica.

Astorga (1982), sostiene que en el Perú las praderas naturales ocupan una superficie estimado de 19 millones de hectáreas distribuidas en las zonas altas de la sierra y costa norte; de esta extensión, mas de 13 millones de hectáreas están en la parte sur del país.

Cárdenas (1971), afirma que las praderas de gramínea en general se encuentran, donde las lluvias son insuficientes para el crecimiento de arboles, pero suficientes para evitar la formación de desiertos. Este bioma es dominado por gramíneas, existiendo además, hierbas y leguminosas, aunque en cantidades menores. Algunos ejemplos de arbustos se encuentran ocasionalmente en el bioma de la pradera, especialmente en praderas asociada a climas áridos.

Florez y Malpartida (1987), indican que los pastizales de la sierra peruana esta localizada en la región montañosa, denominado Puna en el centro y sur de la sierra y Jalca en el norte. Esta región está habitada por muchos siglos, y muestra aun un bienestar de la población que depende de la ganadería para su ingreso familiar y que tiene como base fundamental las praderas nativas altoandinas.

2.4.1 Clasificación de praderas naturales

Tapia (1975), al referirse a las praderas naturales del altiplano de la región de Puno, propone la siguiente clasificación:

  • a. Pastizales de "chilligua", con predominancia de especies como la Festuca dolichophylla y Muhlenbergia fastigiata.

  • b. Pastizales de "crespillo", con predominancia de especies del genero Calamagrostis entre los que destacan: Calamagrostis vicunarum.

  • c. Pastizales de "ichu", donde la especie dominante es la Stipa ichu.

  • d. Pastizales de "iru ichu", donde la especie dominante es la Festuca orthophylla.

  • e. Pastizales de "tisña", pastizal de ladera dominado por la especie Stipa obtusa.

  • f. Césped de Puna, donde los pastos más frecuentes son: Scirpus rigidus y Alchemilla erodiifolia.

  • g. Oqhonales, la especie dominante es la Distichia muscoides y Liliaeopsis andina.

  • h. Bosquecillos de Qeñuwa.

  • i. Pastizales invadidos por las especies anuales, Margiricarpus pinnatus, Astragalus garbancillo, entre otros.

Huisa (1996), clasifica en base a las especies dominantes; las cuales dan las diferentes formaciones vegetales, de acuerdo a los nombres utilizados por los criadores en:

  • a. Pastizales de zonas secas (Poccoy pasto); para el pastoreo durante la época de lluvias.

  • Chilliguar (Festuca dolichophylla Muhlenbergia fastigiata).

  • Ichal, paja ichu (Festuca rigida).

  • Iral, paja brava (Festuca orthophylla).

  • Llama ichu, llapha, karwa ichu (Calamagrostis amoena).

  • Yurak ichu (Festuca dichoclada).

  • Qquisi, tisña (Stipa ichu – Stipa obtusa).

  • Crespillo (Calamagrostis vicunarum).

  • Koya, puna chilligua (Festuca sp).

  • Tolar, tola tola (Parasthrephya – diplostiphyum).

  • Pastizal invadido por canlli (Margiricarpus pinnatus y Margiricarpus strictus).

  • b. Pastizal de zona húmedas (Chiriway pasto), formación vegetal de las zonas húmedas para utilizar durante la época seca.

  • Chilligua ojho (Festuca dolichophylla Plantago tubulosa).

  • Puna ojho, kunkuna (Distichia muscoides Plantago rigida).

  • Kuli ojho, taruca pasto (Oxychloe andina).

  • Puna ichu (Calamagrostis sp).

2.5 BOFEDALES

Sotomayor et al. (1990), sostienen que los bofedales son asociaciones vegetales localizadas en zonas donde existe buen suministro de agua, irrigada durante todo el año proveniente de manantiales, ríos u ojos de agua. Estos tienen un gran potencial productivo que es casi exclusivamente utilizado para pastoreo de alpacas y un número limitado de ovinos, vacunos y otras especies de animales.

Miranda (1990), considera que los bofedales son praderas nativas constituidas por especies vegetales propias de ambientes húmedos, de carácter permanente o temporal. Esta vegetación constituye fuente de forraje durante periodos de sequía, generalmente se encuentran por encima de los 4,000 msnm; dominando en su estructura especies de porte almohadillado.

Vargas (1992), afirma que el bofedal como tipo de vegetación de Puna seca, constituye el único recurso forrajero natural de elevado potencial y son lugares húmedos con agua permanente, alimentados con aguas de diferentes fuentes (manantial, río y lluvia) y representan áreas reducidas en el medio altoandino frente a la gran extensión de vegetación xerofítica.

2.5.1 Distribución y extensión de bofedales

Tapia y Flores (1984), consideran que dentro de la región de Puno, existen por lo menos unos 2,000 a 3,000 bofedales, con extensiones muy diversas.

Sin embargo, el Proyecto Binacional de Biodiversidad del Sistema Lago Titicaca, Desaguadero, Poopo y Salar de Coipasa (2001), ha posibilitado estudios de caracterización de bofedales en el ámbito del Altiplano peruano, con la ayuda de imágenes satelitales, se identificaron 351 bofedales con una área total de 111,473.48 hectáreas, las mismas se encuentran distribuidos en 12 provincias de la región Puno. Como se aprecia en el Cuadro 4, la mayor concentración de bofedales se encuentran en las provincias de El Collaó con 99 bofedales que ocupan 32,224.03 hás, distribuidos en los distritos de Santa Rosa de Juli, Capazo y Conduriri; luego la provincia de Melgar con 66 bofedales que ocupan 15,752.60 hás y Lampa con 14,389.19 hás en 59 bofedales. Mientras el menor número de bofedales lo presentan las provincias de Chucuito con 1,209.24 hás y Moho con 926.29 hás de bofedales.

Cuadro 4. Numero de bofedales por provincias, área y perímetro del sistema lago Titicaca, Desaguadero, Poopo y Salar de Coipasa (TDPS) lado peruano

Provincia

Área

Perímetro

Bofedales

(hás)

(km)

Azangaro

24

10,001.68

292.98

Carabaya

18

2,472.20

126.52

Chucuito

7

1,206.24

50.58

El Collao

99

32,224.03

1442.38

Huancane

14

13,389.41

270.86

Lampa

59

14,389.19

517.84

Melgar

66

15,752.60

646.51

Moho

2

926.29

19.00

Puno

27

6,419.83

297.80

S. A. Putina

16

9,008.32

210.68

San Roman

8

1,376.56

67.38

Tarata

11

4,307.13

198.64

Total

351

111,473.48

4,147.17

Fuente: Proyecto Binacional de Biodiversidad del Sistema TDSP, 2001.

2.5.2 Clasificación de bofedales

Sotomayor (1990), afirma que los bofedales vermicularmente son denominados "oqho", en la zona aymara como en la zona quechua. Los campesinos clasifican a los bofedales en dos grupos: naturales y artificiales.

  • a. Bofedales Naturales

Se denomina al escurrimiento del agua proveniente de las partes altas o nevados que inunda las partes bajas y planas, donde el drenaje superficial es imperfecto; la vegetación se desarrolla en los sitios aledaños a los manantiales, quebradas en las orillas de las lagunas, las especies características de estas formaciones vegetales son las juncáceas y gramíneas.

  • b. Bofedales Artificiales

En su formación interviene la mano del hombre, mediante la apertura de canales de riego y afectando la irrigación correspondiente con el sistema de inundación sobre la pradera.

Choque et al. (1990), clasifican a los bofedales en tres asociaciones de fito-especies tomando en cuenta su composición vegetal, producción de biomasa aérea y en base a la calidad agrostológica del suelo y estos son:

  • Bofedal pluviforme de Distichetum: esta asociación se encuentra en el piso ecológico de Puna, sobre suelos hidromorfos. Esta constituida por especies herbáceas semihidrófitas, de fisionomía muy densa y de apariencia almohadillada, dominada básicamente por la especie Distichia muscoides careciendo de gramíneas altas. Las especies componentes menores son: Eleocharis albibracteata, Hypochoeris stenocephala, Carex spp., Alchemilla diplophylla, Gentiana postrata.

  • Bofedal de Wernerichetum: ocupa suelo orgánico de color pardo grisáceo con humedad moderada. La especie dominante Werneria pygmaea, se encuentra asociada con las especies Eleocharis albibracteata, Hypochoeris stenocephala, Festuca rigescens y Calamagrostis minima.

  • Bofedal cespitoso de Calamagrosetum: ocupa suelo orgánico de color pardo oscuro en húmedo, con disponibilidad de humedad suficiente y drenaje moderado. En esta asociación la composición florística en orden de dominancia es como sigue: Calamagrostis rigescens, Festuca dolichophylla, Ranunculos uniflorus.

Luna (1994), ha denominado en Aguas Calientes de la Provincia Pacajes, bofedales údicos a los que poseen agua permanente y bofedales ústicos a los de agua temporal.

Buttolph (1998), distingue tres niveles en la humedad: (1) mayor humedad, bajo continua inundación; (2) de mediana humedad; y (3) de humedad intermitente, anegada en verano y seca en el invierno.

Pacheco (1998), distingue y enfatiza lo fisiográfico: bofedales de pampa y de ladera. Involucran mayor contenido de humedad y mayor escorrentía, respectivamente. Esta clasificación sirve para microregiones, pero el mismo concepto es válido para las grandes regiones ó macroregiones.

2.6 CARACTERISTICAS DE BOFEDALES

2.6.1 Composición florística

Flores (2001), en un estudio realizado en bofedales de la zona agroecológica de Puna húmeda (Cojata), reportó una composición florística conformado por 22 especies vegetales y una cobertura de 96.7 %, encontrándose en orden de importancia las especies como: Distichia sp. (13.7 %), Calamagrostis eminens (12 %), Festuca dolichophylla (9 %), y entre especies poco deseables se encontró la Plantago tubulosa (8.5 %), generalmente asociado con la Distichia muscoides.

Quispe (2004), en su trabajo de evaluación de bofedales en el distrito de Nuñoa (Viluyo y Pachapunco), reporto una composición florística conformada por 23 especies nativas, en la época de lluvias y seca. La cobertura vegetal promedio fue de 97.15 % durante la época de lluvias y en la época seca fue de 96.33 %. Las especies dominantes fueron la Calamagrostis rigescens, Werneria nubigena, Eleocharis albibracteata, Hypochoeris stenocephala con un mayor porcentaje.

Galván (2002), en un trabajo de investigación llevado acabo en bofedales de la zona agroecológica de Puna (Santa Lucia y Capaso), encontró una composición florística conformado por las 33 y 28 especies vegetales, y una cobertura vegetal de 94.22 y 94.56 % durante la época de lluvias y seca, respectivamente. Las especies claves que se encontraron fueron: Distichia muscoides (28.78 %), Deyeuxia rigescens (6.00 %), con un mayor porcentaje.

Choque et al. (1990), en su trabajo de bofedales, realizado en tres comunidades alpaqueras de Puna seca de Puno, reporto una composición florística conformada por 44 especies vegetales y una cobertura promedio de 100 %, las especies que predominan son: Distichia muscoides (27.85 %), Eleocharis albibracteata (19.6%), Deyeuxia rigescens (9.54 %), Hypochoeris stenocephala (7.79 %).

INIA – TECHNOSERVE (2000), en evaluaciones de composición florística, en tres sectores de Puna seca (Sullkanaca, Conduriri y Jihuaña) en la provincia El Collao, se recolectaron 35 especies, que corresponden a Distichia sp., Distichia muscoides, Eleocharis albibracteata, Juncus sp., Calamagrostis rígida, Festuca dolichophylla, Alchemilla pinnata, A. diplophylla, Plantago tubulosa, Gentiana postrata, entre otras; típicas de hábitat húmedo y suelos profundos. Se observó que muestran una alta diversidad, destacando la Distichia sp. con una mayor frecuencia (30 %). La cobertura total alcanza el 88 %, y el suelo desnudo al 2 %. Por otro lado es necesario señalar que estas especies en su mayoría son consumidas por las alpacas variando su grado de palatabilidad que ofrece cada especie.

2.6.2 Producción forrajera

Quispe (2004), en su trabajo de evaluación de bofedales en el distrito de Nuñoa (Viluyo y Pachapunco), en el que no precisa cifras referentes a producción de materia verde, sin embargo, los valores promedio de disponibilidad de biomasa aérea durante la época de lluvias fue de 1,421.85 kg/há de materia seca y la época seca de 1,783.07 kg/há de materia seca, respectivamente.

Galván (2002), en un trabajo realizado en bofedales del distrito de Cojata (Caylloma), reporta resultados de disponibilidad de biomasa aérea de 15,288.13 kg/ha de materia verde y 2,116.30 kg/há de materia seca en la época de lluvias; y en la época seca se tiene una producción de 11,782.83 kg/há de materia verde y 1,963.02 kg/há de materia seca. También reportó los resultados de producción, en otro bofedal ubicado en Puna seca, en el distrito de Capaso (Jihuaña); durante la época de lluvias se tuvo una producción de 12,371.73 kg/há de materia verde y 1729.57 kg/há de materia seca; y durante la época seca se tuvo 9,446.61 kg/há de materia verde y 1,534.13 kg/há de materia seca.

Choque et al. (1990), en una evaluación agrostológica, en bofedales de tres comunidades campesinas, Huanacamaya y Llusta (Mazocruz) y Vilcallamas (Pizacoma), todas ubicadas en la zona ecológica de Puna seca, obtuvieron resultados de oferta forrajera promedio de 1,598.51 kg/há de materia seca durante la época de lluvias y 1,042.36 kg/há de materia seca en la época seca.

El INIA – TECHNOSERVE (2000), en evaluaciones realizadas en tres sectores de Puna seca de la Provincia de El Collao (Sullkanaca, San José y Jihuaña), ubicados a diferentes altitudes, se encontró 8669.8, 6165.6 y 10,875.7 kg/há de materia verde, respectivamente; mientras que la biomasa aérea seca fue de 3163.63, 2726.15 y 2978.35 kg/há, respectivamente.

2.6.3 Contenido de proteína cruda

Climont (1974), considera que es muy importante conocer en contenido de proteína en el forraje, porque a medida que una planta del pastizal madura, el contenido de proteína puede decaer de 15 a 25 % a niveles de 5 a 11 %. Estos niveles bajos en proteína de forrajes y pasturas muy maduras, están asociados a una reducción del consumo (Johnson, 1972).

Florez et al. (1986), al realizar una análisis del valor nutritivo de pasto naturales (Calamagrostis vicunarum, Festuca dolichophylla, Muhlenbergia fastigiata, Poa antoniana y Stipa brachyphylla), demostraron que el contenido de proteína y celular fueron mayores en los primeros eventos fenológicos para todas las especies en estudio, decreciendo lentamente desde la elongación hasta la caída de semilla.

Quispe (2004), en su trabajo realizado en bofedales del distrito de Nuñoa (Vilavila y Pacchapunco), reporta valores promedios del contenido de proteína de la disponibilidad de la biomasa forrajera en época de lluvias de 12.04 y 9.84 %; en época seca de 9.91 y 10.56 %, respectivamente.

Castellaro et al. (1997), en un estudio realizado en bofedales de la localidad de Chingani (Chile), a los 4,390 msnm, reportaron valores promedios de contenido de proteína, en el rango de 6.8 y 11.5 % de la biomasa forrajera disponible, los menores valores corresponden a la época seca-invernal, y los mas altos valores al periodo lluvioso – estival.

López (2004), en un trabajo de evaluación de bofedales, en la zona Altoandina de Ulla Ulla (Bolivia), reportó valores promedio de 14.69 % de proteína cruda, de la biomasa forrajera disponible.

Alzérreca y Cardozo (1991), reportaron valores promedio de 12.5 % de proteína cruda para la especie Eleocharis albibracteata para la época húmeda y un rango de 8.1 hasta 16.4 % de proteína cruda para Lachemilla pinnata, ambas plantas son comunes en los bofedales.

2.6.4 Contenido de fibra cruda

Vélez (1987), menciona que el valor nutritivo de las plantas es el factor que determina la calidad del forraje y como consecuencia la eficiencia de su utilización en la digestión ruminal. La calidad del forraje puede ser valorada por la evaluación de la digestibilidad, del consumo y la energía metabolizable. Estos factores son determinados por el estado fenológico, ploidea y nivel de endófito de las plantas. La pérdida del valor nutritivo, como consecuencia del avance de los estados fenológicos se determina mediante análisis de laboratorio llamados Fibra Detergente Neutra (FDN) y Fibra Detergente Ácida (FDA). La fibra detergente neutra se usa para determinar las cantidades de celulosa, lignina y hemicelulosa en su conjunto presentes en la pared celular, las que se correlacionan negativamente con el consumo; es decir, que cuando la FDN aumenta y el consumo voluntario disminuye. La fibra detergente ácida sirve para determinar la parte menos digestible de la pared celular (el complejo lignocelulosa). Este parámetro está correlacionado negativamente con la digestibilidad.

Florez et al. (1986), al realizar un análisis del valor nutritivo de pasto naturales (Calamagrostis vicunarum, Festuca dolichophylla, Muhlenbergia fastigiata, Poa antoniana y Stipa brachyphylla), demostraron que la fibra detergente neutro es menor en los primeros eventos fenológicos, aumentando paulatinamente a partir de la elongación hasta la caída de la semilla. Asimismo, se encuentra una relación inversa entre las variables proteína y fibra detergente neutro, indicándonos todo esto que la calidad forrajera declina en la madurez.

Quispe (2004), en su trabajo realizado en bofedales del distrito de Nuñoa (Vilavila y Pacchapunco), encontró valores promedio de FDN, en la época de lluvias 35.65 y 65.95 %; en época seca 70.70 y 58.58 %, respectivamente.

Villarroel (1997), en su trabajo de evaluación de bofedales de Ulla Ulla, para la época húmeda y seca, reporta resultados del contenido de fibra cruda, en las especies nativas, que se muestran en el Cuadro 5.

Cuadro 5. Componentes bromatológicos de principales especies de bofedales de Ulla Ulla

edu.red

Fuente: Villarroel, 1997.

López (2004), en un trabajo de evaluación de bofedales, en la zona Altoandina de Ulla Ulla (Bolivia), reportó valores promedio de fibra detergente neutro (31 %) y fibra cruda (21.43 %).

2.6.5 Condición del bofedal

Gutiérrez (2002), en un estudio realizado de cuatro bofedales de las provincias de Melgar y Lampa, reporto resultados de condición Buena en todos los caso con puntajes acumulados de 75.00 %, 76.63 %, 70.09 % y 72.52 % respectivamente.

Oscanoa (1988), reporta resultados de un trabajo realizado en bofedales de la zona agroecológica de Puna húmeda en la región Cusco, en dos sectores (Ccalacocha y Muñaypata), encontrando la condición Pobre y Muy Pobre, respectivamente.

Choque et al. (1990), en evaluaciones agrostológicas en tres comunidades campesinas, Huanacamaya y Llusta (Mazocruz) y Vilcallamas (Pizacoma), todas ubicadas en la zona ecológica de Puna seca, determinaron un total de 1,556.25 ha de superficie, para el pastoreo de alpacas 0.03 % es de condición excelente, 8.7% de condición buena, 11.8 % de condición regular 40 % de condición pobre y 34.12 % de condición muy pobre.

2.6.6 Capacidad de carga

Quispe (2004), en su trabajo en bofedales del distrito de Nuñoa (Vilavila y Pacchapunco), reporta una capacidad de carga de 1.84 y 1.72 UAA/há durante la época de lluvias 3.32 y 3.52 UAA/há en época seca.

El INIA – TECHNOSERVE (2000), en tres sectores de Puna seca encontraron que tienen una capacidad de carga como sigue: sector Sullkanaca (2.5 UAA/há), sector San José (2.8 UAA/há) y Jihuaña (2.0 UAA/há).

Galván (2002), en su trabajo de evaluación en bofedales de Cojata (Caylloma), Santa Lucia (Sulluhuiri) y Capaso (Jihuaña), la capacidades de carga promedio calculada fueron de 2.29, 3.96, 1.93 UAA/há en época lluviosa; y 2.21, 3.18, 1.78 UAA/há en la época seca, respectivamente.

2.6.7 Recurso suelo

Vargas (1992), en la ecoregión Puna seca de Puno, encontró grados de retrogresión del suelo por la acción del pastoreo a medida que la condición del pastizal se hace más negativa. De la condición del suelo del bofedal se obtuvo las siguientes características: cobertura en condición "clímax" para época seca 100%, en condición transicional en época de lluvia 96.3 % y seca 90 %, condición maleza para época de lluvia y en época seca 100 %; mantillo en condición "clímax" para época de lluvia y seca 0 %, en condición transicional en época de lluvia 6% y en época seca 9.3 %, condición maleza para época de lluvia 6.3 % y seca 4 %; Pavimento de erosión en condición clímax para época de lluvia y seca 0%, en condición Transicional para época de lluvia 3.7 % y seca 10 %, en condición maleza en época de lluvia y seca 0 %. Los niveles de cobertura para bofedal, se consideran 100 %, los niveles de cobertura son variables y guardan una relación directa con grados de deterioro físico de la condición de pastizal. El perfil de suelos en bofedal, muestra lo siguiente:

Horizonte O1: profundidad de 0-5 cm, color pardo muy oscuro 10 YR 2/2 en seco, negro en húmedo 10 YR 2/1, raíces vivas y muertas no descompuestas.

Horizonte O2: profundidad de 5-15 cm, color negro 10 YR 12 2/1 en húmedo y seco, suelo orgánico turboso, ligeramente ácido. Contenido de materia orgánica y nitrógeno muy alto.

Partes: 1, 2, 3, 4
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