Descargar

La recuperación macroeconómica y el efecto del chorreo


Partes: 1, 2

    1. Lo que dijo el presidente
    2. El debate entre los técnicos
    3. Consecuencias inmediatas
    4. Fin de etapa
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    1.-INTRODUCCIÓN

    A raíz de la propalación de algunas estadísticas fundamentales sobre la reducción porcentual y absoluta de la pobreza en el país, aparecidas en una de las secciones medulares del reciente Mensaje Presidencial, se ha desatado un apasionante debate en torno al tema. Todo ello como consecuencia del "chorreo" que se habría desbordado sobre la población pobre, gracias a la moderada y aparentemente sostenida recuperación económica reciente. ¿Ha aumentado o disminuido la pobreza durante el actual gobierno?

    ¿En cuánto? ¿Cómo se define y cómo se mide la pobreza?, son algunas de las cruciales interrogantes que han vuelto a plantearse en ese contexto.

    Desafortunadamente, la controversia de estos días ha sido, por decir lo menos, extremamente confusa y estuvo sazonada con acrobacias metodológicas, ingeniosas chanzas, furibundas amenazas, figurettismos malsanos y demás sablazos. Esas actitudes han contribuido a distraer la atención sobre los aspectos centrales del tema y, lo que es peor, ha aumentado aún más la desconfianza de ciertos sectores de la población en torno a las cifras que divulga el gobierno y, más específicamente, el INEI.

    Por lo que el público en general y, curiosamente también, los economistas profesionales, no hemos entendido bien la esencia de esta críptica escaramuza –en que muchos intereses pecuniarios y políticos acompañan a la diatriba- que se ha llevado a cabo en torno a la crucial cuestión del crecimiento económico de los últimos años y su impacto supuestamente positivo sobre la población de los estratos de bajos ingresos.

    A pesar de las dificultades conceptuales y metodológicas que entraña la discusión de este complejo tema, intentaremos una primera aproximación con la esperanza que se puedan comenzar a entender las cuestiones más elementales, que parten de lo metodológico, pasan por lo político y llegan a tocar delicadamente asuntos éticos. Advertimos que este texto ha sido redactado por un lego para legos en la materia, por lo que esperamos intervengan en el debate de AE los expertos, en la expectativa de poder llegar a resultados concluyentes o, por lo menos, más convincentes que los publicados hasta el momento (y con las dudas e interrogantes que se pueden derivar de mis aventuradas afirmaciones).

    2.-LO QUE DIJO EL PRESIDENTE

    En la Parte II del Mensaje Presidencial ("La situación del Perú: Crecimiento económico e insatisfacción social), el Dr. Toledo ha afirmado, "sin triunfalismos" (palabra repetida, significativa y sospechosamente, cuatro veces en esa breve sección), que "con cifras en la mano y sin ánimo de triunfo, los beneficios del crecimiento económico de 35 meses consecutivos ha empezado a reflejarse en la población: el fenómeno que se denomina ’chorreo’ ha comenzado a aparecer, aunque no con la rapidez y la magnitud que quisiéramos".

    Primera anotación: si chorrea, es porque viene en borbotones, veloces y voluminosos.

    Pero, parece que lo único que está chorreando, una vez más, es el triunfalismo, porque una reducción de la pobreza de 54.8% (IV-2001) a 52% (mayo2003/abril2004) apenas es un goteo, digamos a tasas tipo los chorrillos que existían hace 50 años, cuando quienes nos zambullíamos en los Baños miraflorinos nos enjuagábamos en ellos, y en lo que hoy es la yerma ‘Costa Verde’. El ‘trickle down’ del que hablan los economistas, a pesar del excelente inglés del Presidente (que probablemente habla y redacta mejor que el español), se convirtió de ‘goteo’ en ‘chorreo’ en el Mensaje.

    Segunda nota: que hayamos crecido durante 35 meses seguidos, no quiere decir mucho, si no lo ponemos en términos por habitante y explicitamos la tasa. Porque, ¿de qué me sirve un crecimiento anual del 1,5% anual si el crecimiento demográfico se come todo ese aumento? Por ejemplo, en el año 2001 (sic) el PBI creció al 0,6% y el PBI por habitante cayó en 1%.

    Por lo demás, tercera observación, ¿por qué necesariamente el crecimiento ha de verterse en bienestar de la población? ¿No habría sido más significativo que en el Mensaje se detallaran las cifras del consumo privado o del ingreso personal disponible por habitante, que son variables bastante más significativas para lo que se buscaba – obviamente, asumiendo que no se hubiese dado una redistribución del ingreso nacional, entre otros factores?

    La característica humildad del Presidente y la ausencia de anuncios triunfalistas – autodeclarados en el Mensaje- continúan, cuando afirma que ese crecimiento tan extendido y sostenido solo tiene un precedente en el periodo de postguerra:

    "Según información del INEI, el Producto Bruto Interno viene creciendo de manera Continua desde hace 35 meses, desde que asumimos nuestra administración, un hecho que no se registraba desde hace 40 años2, desde el gobierno del presidente Manuel Prado".

    Es decir, el auge económico acumulado más espectacular de la post-guerra se habría dado durante el presente régimen, a excepción del gobierno de 1956 a 1962.

    Cuarta observación (basada en datos de la Memoria del BCR): refiriéndose al éxito del gobierno de Prado (1956-62), el presidente ha debido aclarar que estaba aludiendo al último trienio del gobierno de don Manuel, porque en el bienio 1958-59 prácticamente no se creció. En cambio, durante el trienio 1960-62 efectivamente se batieron todas las marcas, acumulando un crecimiento trienal del 28,9% (1960: 8,9%; 1961: 8,4%, y 1962, 9,3%, que solo le corresponde en parte), bastante superior al acumulado durante el mejor trienio de Toledo: 16% (2002: 5,3%; 2003: 4,9%; y, para darle ventaja, 2004: 5%).

    Pero, repasando los demás trienios boyantes de los últimos 55 años observamos que la tasa acumulada de crecimiento en otros siete episodios trienales es superior al que estaríamos experimentando actualmente, a saber (en orden decreciente):

    • Fujimori, entre 1994-96, 25,6% (1994: 12,8%; 1995: 8,6%; y 1996: 2,5%…sin considerar 1997: 6,7%);

    • García, de 1985 a 1987, 23,3% (1985: 2,1%; 1986: 12,1%; y 1987: 7,7%);

    • Belaúnde I, trienio 1964-66, 22,5% (1964: 6,2%; 1965: 6,7%; y 1966: 8,1%);

    La etapa final de Velasco, 21% (1973: 6,5%; 1974: 8,8%, y 1975: 4,4%); y

    • Odría en dos trienios, el que va de 1950 a 1952, con un acumulado de 20,7%

    (1950: 9,4%; 1951: 5,2%; y 1952: 4,9%), y el que le sigue, 17,1% (1953: 6,1%,

    1954: 5,8%; y 1955: 4,3; y un final, que no incluimos, de 6,7% en 1956).

    Partes: 1, 2
    Página siguiente