Tratamiento
El objetivo del tratamiento del sobrepeso y la obesidad es, básicamente, conseguir una reducción progresiva del volumen de tejido graso excedente. Esto se representa en la realización de una dieta progresiva a largo término y en medidas terapéuticas complementarias como ejercicios físicos, la fisioterapia y la psicoterapia. Esta idea y método, cuando se aplican, sabemos que ofrecen pocas garantías de efectividad.
El propósito de una dieta es conseguir la pérdida de peso a un ritmo adecuado, manteniendo el equilibrio nutritivo, hasta la estabilización del peso más conveniente al nivel ideal particular para cada persona. Una dieta, siempre personalizada, consta de dos fases. En una primera fase, puede ser indicada una dieta hipocalórica, es decir, de bajo contenido energético, pero equilibrada desde el punto de vista nutritivo, hasta la obtención del peso deseado. En una segunda fase, se iniciaría una dieta de mantenimiento que consiste en realidad en una alimentación completa y equilibrada, similar a la que se aconseja al conjunto de la población, aunque puede restringir, según los casos, el consumo de alimentos muy energéticos e innecesarios desde un punto de vista nutritivo.
Una dieta, cualquier dieta, que no toma en cuenta todos los factores que inciden en el sobrepeso de quien la sigue, siempre falla.
La dieta hipocalórica se basa, globalmente, en la reducción de la ingestión de alimentos muy energéticos, a fin de alcanzar un balance nutritivo negativo. La pérdida de peso ha de ser lenta y progresiva, para ello se recomienda que la reducción de la aportación energética al inicio de la dieta no sea más del 40% en relación a la alimentación que se hacía hasta ese momento. Pasadas unas semanas la reducción puede ser mayor en términos proporcionales, aunque se recomienda que no sea inferior a las 1,200 Kcal. diarias.
La base de todo es no pensar tan siquiera en pasar hambre, ya que el hambre tiene efectos poderosos en la función hipotalámica del cerebro.
De la dosis energética diaria se recomienda que un55% provengan de los hidratos de carbono, un 20% de lípidos y un 25% de proteínas. Más concretamente, la disminución ha de afectar principalmente a dos tipos de alimentos: los azúcares o glúcidos simples que se queman rápidamente y que, por lo tanto, retrasan la utilización de las reservas grasas del organismo, y las grasas de adicción, excesivamente ricas en lípidos pero deficitarias de otros nutrientes. También es muy importante aumentar el consumo de fibra vegetal ya que contribuye a calmar la sensación de hambre, no aporta energía y acelera el tránsito intestinal; y prescindir totalmente de bebidas alcohólicas.
Sin olvidar que es necesario garantizar la adecuada ingesta vitamínica, de minerales, de agua y de electrolitos.
En resumen
De un modo simplificado hemos revisado aquí los conceptos más utilizados por todos cuando se habla de dieta, calorías, perder de peso y metabolismo.
Lo que por necesidad y espacio omitiéramos fueron consideraciones personales y de naturalezas prácticas que deben guiar todo proceso de perder de peso.
Ya hemos dicho muchas veces (que) "perder de peso es como aprender otro idioma…"
Lectura sugerida:
Larocca, F. E. F: La Opción de Hobson en el Tratamiento del Sobrepeso.
La dieta espiritual
Dr. Félix E. F. Larocca
En esta época en la que tanto se lee acerca de las dietas y métodos para disminuir de peso, o para mejorar el estado general de la salud por medio del control de lo que se come, parece extraño que la importante cuestión del efecto espiritual del alimento haya sido completamente olvidada.
Probablemente mucho tiempo antes que el ser humano descubriese, de algún modo científico, la naturaleza química de los alimentos y su efecto sobre el cuerpo físico, él tenía ya conciencia de la propiedad espiritual de los mismos y de su efecto sobre la personalidad y las emociones. Sin embargo, este importante asunto pasó a integrar las enseñanzas secretas de varias organizaciones esotéricas y, hasta hoy, ha sido retenido casi enteramente en las doctrinas ocultas de diversas escuelas de secretos, como un tema estrictamente recóndito y es practicado por sólo aquellos que hacen parte de su círculo interno de sabiduría.
Quizá la falta de una apreciación correcta de los efectos espirituales del alimento se deba al hecho de que pocas personas comprenden plenamente la verdadera finalidad de toda colación. La idea generalizada parece ser la de que ingerimos comida tan sólo para mantener la constitución mecánica y química del cuerpo, por las apariencias estéticas, y a fin de proporcionarle la vitalidad necesaria para vivir. En otras palabras, la ingesta es considerada como un medio de subsistencia natural y es enfocado, por tanto, en su aspecto puramente físico. Sin embargo, el asunto no está debidamente comprendido, puesto que el efecto metabólico del alimento no puede ser medido exclusivamente en su relación con el aspecto puramente material del ser humano.
El ser humano es un ente ético y moral
Cuando nos detenemos a pensar que el hombre es más de lo que es su mero cuerpo físico, que, por constitución, éste está compuesto por algo más que elementos puramente biológicos, y que la vida y la conciencia son cosas que no dependen totalmente de la complexión básica del alimento o la bebida ingeridos, podemos percibir que el hombre es una criatura muy compleja y que su naturaleza está dividida en dos aspectos: su naturaleza físico-química y su naturaleza espiritual-consciente.
En los más antiguos escritos secretos o sagrados, relativos a la naturaleza de la personalidad y del carácter del hombre, hay muchas referencias al hecho de que el espíritu del ser humano se manifiesta a través de su cuerpo físico, y de que la parte física del hombre, en la manifestación de su Ser Interior, depende del estado del cuerpo material para expresarse y manifestarse debido al gran bienestar y paz que les produce. En otras palabras, hay que cuidar nuestros cuerpos con el esmero y la reverencia necesarios para que nos sirva mejor místicamente.
La dieta espiritual, la dieta que, casi, todos desconocen
Porque es que la Dieta Espiritual nos permite eliminar todas las libras en exceso, mientras que al mismo tiempo posee un efecto rejuvenecedor, resultado de una mayor manifestación del espíritu a través de nuestro vehículo material. Así está comprobado por los miles de personas que han eliminado la grasa superflua de su cuerpo y que después nunca volvieron a engordar.
Manejar la comida debe ser siempre una ceremonia en la que están implícitos amor y gratitud a los reinos de la Naturaleza que nos proporcionaron esa dádiva, hacia todos los seres que consciente o inconscientemente fueron sacrificados para que ellos llegasen hasta nosotros en forma de comida, hasta este cuerpo que los absorbe y que le permite existir y trabajar sobre la Tierra en el nombre de la Verdad y del Verbo.
En mí hallarás la Verdad y la GloriaCuida tu cuerpo, vive en armonía con tu Ser Interior.
En resumen
Existe un refrán que dice: "eres lo que comes". Lo que refleja que por mucho tiempo hemos estado conscientes de esta importante relación.
Toda religión, todo culto, toda sociedad y toda tribu han mantenido leyes y reglamentos para inducir a sus miembros una relación saludable entre la comida y la palabra sacra. Toda doctrina hace referencia de la comunión que existe entre la comida espiritual y la fusión con lo divino.
El festín de los dioses. Giovanni Bellini (1430-1516)
El Cordero de Dios no es metáfora superflua ni invocación vana. El Cordero de Dios es el vehículo que nos redime frente a un Dios de naturaleza misteriosa y fecunda. El Cordero de Dios es el Alma que nos soporta desde nuestros conocimientos de que todo acto físico es una epifanía con significado espiritual y que nos acerca al límite de las alturas ético/morales a donde nuestras vidas se encauzan.
En la magia de la semántica está contenida esta invocación misteriosa, cuando se come la carne y se bebe la sangre del Cristo, que, tantos creen que es personificado en la transfiguración del pan y del vino.
La visión de la Última Cena: Un Dios rodeado de sus discípulos haciendo uso de la palabra — del verbo, mientras compartía una colación escueta. El efecto hubiese sido diferente, sin en lugar de una mesa simple, la ceremonia final hubiese sido en medio de una banquete, de los muchos que Cristo compartiera durante su pasaje por la tierra.
Las bases de la Dieta Espiritual se encuentran en mis artículos: Plan Natural para Comer, Perder de Peso y Prevenir el Sobrepeso y La Oración del Hermano Gerónimo.
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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