Resumen
La investigación se desarrolló en los meses de noviembre 2009-marzo 2010, en la finca particular del productor Manuel Ramos Díaz del Municipio Manatí, en la provincia Las Tunas. En esta se evaluó la interacción del efecto piramidal sobre tres cultivares o líneas, Mariela, 2 y 3 en un diseño bifactorial. Para el procesamiento de los datos se utilizó el Software Infostad 2002 versión 1.0. El suelo utilizado fue pardo mullido con carbonato. Las pirámides se construyeron de madera de júcaro negro de 4 m metros de base e igual largo de arista. Las evaluaciones se realizaron cada 10 días, determinando la altura de la planta, diámetro de tallo, cantidad de frutos por planta, altura de fruto, diámetro de fruto y el rendimiento. Se observó respuesta al efecto piramidal en los tres cultivares y las evaluaciones realizadas, excepto en la altura de la línea 3. El cultivar Mariela mostró la mejor respuesta en la altura y el diámetro del tallo al efecto piramidal de los cultivares o líneas evaluados. La línea 3 presentó los mejores resultados en el número de frutos por planta, diámetro de estos y el rendimiento. En la Línea 2 se observó la mejor respuesta en la cantidad de frutos por plantas, en la altura de los frutos y en el rendimiento. Además se efectuó un análisis económico del rendimiento logrado con el efecto piramidal y este arrojo que donde se aplico el efecto piramidal se obtuvo ganancia no siendo así en el testigo. La mayor ganancia la obtuvo la línea 2 con energía piramidal, con 68.5 pesos.
Palabras claves: Tomate, cultivares, efecto piramidal.
INTRODUCCIÓN
El tomate (Solanum lycopersicum L.) es uno de los cultivos hortícolas más importantes del mundo, siendo el segundo en importancia dentro del género, debido a su papel fundamental en los hábitos alimenticios de una amplia parte de la población mundial. La papa y el tomate sobresalen dentro de los cultivos al ocupar el 46 porciento de la producción seguida de la col, sandía y cebolla.
En 1990 y 1994, se informó una producción mundial del cultivo de 74 millones de toneladas y un rendimiento de 26 t.ha-1. En este cultivo en el 2008, según la FAO, la producción fue de 129 millones de toneladas y los rendimientos promedios de 24,7 t.ha-1.
En nuestro país el tomate se cultiva en todas las provincias, constituyendo una de las principales plantas hortícola de gran demanda, así como el consumo en fresco por sus buenas cualidades nutritivas como gustativas; teniendo en cuenta que nuestro país está en vías de desarrollo y que el peso de la economía descansa sobre la agricultura, se hace necesario buscar nuevas vías y métodos para acelerar la misma.
El consumo de hortalizas en el mundo es de 1.05 kg al año per cápita. En Cuba
es de 576 g por días lo que equivale a 2,10 kg per cápita. Por su alto valor nutritivo, una de las más codiciadas por la población es el Tomate, que cada vez cobra mayor importancia para la alimentación humana (Gómez., 2000).
El proceso revolucionario a lo largo de estos años ha implementado y desarrollado la agricultura urbana a través de los organopónicos protegidos los huertos intensivos en las escuelas, los patios de referencia, trayendo esto consigo grandes transformaciones en el desarrollo de la agricultura en nuestro país.
En Cuba, al igual que en la mayoría de los países tropicales, el cultivo del tomate se limita a la estación seca de invierno, debido a los bajos rendimientos y la baja calidad de los frutos en las siembras fuera de ese período, efecto que se agrava si estas elevaciones de temperaturas coinciden con períodos lluviosos, incrementándose la incidencia de enfermedades y plagas, fundamentalmente, cuando la explotación del cultivo se realiza a cielo abierto (Sato y Peet, 2005).
Fundamentalmente esto ocurre en la región oriental del país, donde la incidencia de las altas temperaturas, enfermedades y otros factores adversos como las prolongadas sequías han determinado la disminución de los rendimientos y baja calidad de las cosechas (Solís, 2006). Esta limitación es debida a diferentes causas, entre las cuales esta la falta de variedades con adaptación climática, la susceptibilidad a plagas y enfermedades, las practicas inadecuadas de manejo, la pobre organización del mercado y severas perdidas poscosecha, Gómez, (2000).
La producción del cultivo en Cuba en el año 2008, según la FAO, fue de solo de 575 900 toneladas y los rendimientos de 9,2 t.ha-1. Sin embargo, la producción del cultivo en la provincia Las Tunas fue en el 2009 8506,9 t y rendimiento 5 t.ha-1. La del Municipio Manatí en el propio año, fue de 625,6 toneladas y un rendimiento de 17,1 t.ha-1. (MINAGRIC, 2009).
Teniendo en cuenta lo anterior y si se utiliza la experiencia en la aplicación del efecto piramidal en el cultivo del tomate, se definió la siguiente problemática.
Problema: Bajos rendimiento en el cultivo del tomate en la finca particular perteneciente al propietario Manuel Ramos Díaz.
Objeto de estudio. Cultivo del tomate.
Campo de acción. El rendimiento en el cultivo del tomate.
Objetivo: Evaluar la influencia de la energía piramidal en el cultivo del tomate en las condiciones edafoclimáticas de la finca particular de Manuel Ramos Díaz.
Objetivos específicos:
Evaluar la influencia de la energía piramidal sobre la altura del cultivo del tomate en las condiciones edafoclimáticas de la finca particular.
Evaluar la influencia de la energía piramidal sobre el diámetro del tallo en el cultivo del tomate en las condiciones edafoclimáticas de la finca particular.
Evaluar la influencia de la energía piramidal sobre los frutos por planta, su diámetro y peso en el cultivo del tomate en las condiciones edafoclimáticas de la finca particular.
Hipótesis: Si se determina los cultivares de tomate que mejor respuesta productiva han dado frente a la influencia de la energía piramidal, entonces la finca de Manuel Ramos Díaz alcanzará altos rendimientos en este cultivo.
Desarrollo.
La investigación se desarrolló en la etapa comprendida en los meses de noviembre 2009-marzo2010 en la finca particular del productor Manuel Ramos Díaz , Manatí, Las Tunas.
Se realizó la preparación de suelo utilizando el método de laboreo mínimo
Las dimensiones de las pirámides fueron de 4 metros de base por 3.804 m de arista. Se utilizo una pirámide para cada cultivar, con un marco de plantación de1,4×0,4 cada una con 32 plantas en su interior, igual número para los testigos los cuales no estuvieron sometidos a esta energía en ninguna fase de su ciclo vegetativo.
Se utilizaron semillas certificadas por el INCA. Se realizaron todas las atenciones culturales convenientes a este cultivo de forma manual.
Se realizaron mediciones del desarrollo de las plantas cada diez días, monitoreo de plagas una vez por semana y se utilizó además el manejo integrado de plagas con la utilización de trampas de colores, con lámina de grasa. La fertilización se realizó con materia orgánica utilizando el método de a voleo.
La materia orgánica ha sido considerada tradicionalmente uno de los factores fundamentales de la fertilidad de los suelos. Es el reservorio de alrededor del 95% del nitrógeno edáfico e influye favorablemente sobre propiedades físicas como la estabilidad de la estructura, la erodabilidad y la densidad aparente. Se le considera también uno de los componentes principales de la sustentabilidad de los agro ecosistemas (Swift y Woomer 1991).
A continuación se muestra las propiedades químicas del suelo existente en la finca, específicamente en el área experimental. Clasificado como pardo mullido con carbonato. Estas características principales del suelo fueron tomadas de la empresa agropecuaria del municipio.
Tabla 1. Composición química del suelo pardo mullido con carbonato.
Los valores de las principales variables climáticas del período octubre-febrero se tomaron en la Estación Provincial de Meteorología situada en la calle Lucas Ortiz / Fernando Suárez y Calixto Sarduy (Tabla 2).
Tabla 2. Comportamiento de las variables climáticas del período octubre-febrero.
4.1 Montaje del experimento:
Este trabajo se realizó en la época comprendida entre los meses noviembre 2009-marzo 2010, en un suelo pardo mullido con carbonato del municipio de Manatí. En el mismo se evaluó la influencia de la energía piramidal en el desarrollo vegetativo de tres cultivares de tomate, sometiendo las semillas, las posturas y luego las plantas adultas hasta la floración y posterior fructificación. Se trabajó con 6 tratamientos y un diseño completamente aleatorizado bifactorial, el área experimental fue de 67.2 m2, en la misma se ubicaron tres pirámides de basé 4m2 y aristas de perfectamente cotejadas según normas, concentrando la energía biocósmica de norte a sur. El riego ocurrió según normas técnicas para el cultivo. Con frecuencia y cantidad de 12 litros cada cuatro días para todos los cultivos.
4.2 Fitotecnia Aplicada.
La preparación del suelo se realizó con laboreo mínimo, 21 días antes de la siembra, esta se realizó de forma manual, se aplicó riego al suelo antes de la siembra con la utilización de regaderas. La siembra ocurrió de forma directa en los surcos, las condiciones climáticas fueron favorables en toda la etapa de desarrollo del cultivo. Para la fertilización se le aplicó materia orgánica (estiércol vacuno) antes de la siembra en el fondo del surco a razón de un 8kg por pirámides y canteros de control (testigo). El control de plantas no objeto de cultivo, se realizó de forma manual durante todo el ciclo. Control de plagas y enfermedades, la incidencia de plagas y enfermedades no le ocasionaron daños al cultivo.
Cosecha: Esta se realizó a partir de los 16 días del mes de febrero de forma manual y en varias ocasiones según lo requirió el cultivo. Indicadores evaluados para el rendimiento:
De cada tratamiento se tomaron 15 plantas a las cuales se le determinó:
– Altura de la planta.
-Diámetro de los tallos.
-Cantidad de frutos por plantas.
-Altura de fruto.
-Diámetro del fruto.
-Rendimiento de de t.ha-1.
Para medir los indicadores del rendimiento se utilizaron los siguientes instrumentos de medición: Cinta métrica, Pie de rey y una balanza digital PS-5. Para el procesamiento de los datos se utilizo el Software Infostad 2002 versión 1.0.
Tabla 3. Efecto de la energía piramidal y la variedad en la altura de la planta (cm.)
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Como se aprecia en la tabla 3, al evaluar el efecto de la pirámide sobre la altura de la variedad y las dos líneas, se comprobó que supera en todos los casos, donde no se aplicó dicho efecto, con diferencias significativas entre sí.
La variedad Mariela alcanzó las mayores alturas donde se evaluó el efecto y donde no se probó, seguida de la línea 3 y la 2. Esta última fue la de peor altura en ambos casos evaluados.
La altura lograda en el cultivar Mariela fue similar a la lograda en otra región edafoclimáticas de la provincia Holguín; por Mastrapa et al., 2000; y un suelo similar al utilizado en el lo que demuestra que bajo dicho efecto el cultivo alcanzó un potencial productivo similar.
Nicolae, et al., 2006 evaluaron el efecto piramidal y el riego de agua tratada bajo la forma piramidal en el propio cultivo, pero utilizando el cultivar Roma, dónde observaron, en un ensayo, que bajo dichos efectos combinados los resultados fueron superiores en la altura de la planta, al duplicarla en las evaluaciones realizadas.
Tabla 4. Efecto de la energía piramidal y la variedad en el diámetro del tallo (mm.)
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En la tabla 4, se observa que al probar el efecto piramidal sobre el diámetro del tallo de la variedad y las dos líneas seleccionados, donde se aplicó dicho efecto, superó en todos los casos analizados, con diferencias significativas entre sí, a donde no se aplicó tal efecto.
La variedad Mariela alcanzó los mayores diámetros del tallo, donde se evaluó el efecto y donde no se probó, seguida de la línea 2 y la 3. En esta última, se observó que el número de frutos por planta fue el peor, donde no se aplicó dicho efecto (testigo).
Nicolae, et al., 2006 evaluaron el efecto piramidal y el riego de agua tratada bajo la forma piramidal en el propio cultivo, donde observaron, en un ensayo que el efecto piramidal combinado con la aplicación del agua tratada bajo dicha forma, fue superior sobre el diámetro del tallo de este cultivo.
Tabla 5. Efecto de la energía piramidal y la variedad en la cantidad de frutos por planta.
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En la tabla 5, se aprecia que al aplicar el efecto piramidal sobre la cantidad de frutos por planta de la variedad y las dos líneas seleccionados, donde se aplicó dicho efecto, superó en todos los casos analizados, a donde no se aplico tal efecto, con diferencias significativas entre sí.
La cantidad de frutos por planta en el cultivar 3, fue similar a los alcanzados en otra región edafoclimáticas del país, donde se evaluaron otros cultivares y líneas de tomate en la provincia Holguín por Moya et al., 2009.utilizando el mismo suelo que mastrapa. Esto demuestra que con el efecto piramidal se logra desarrollar la potencialidad del cultivo.
Nicolae, et al., 2006 evaluaron el efecto piramidal y el riego de agua tratada bajo la forma piramidal en el propio cultivo, pero utilizando el cultivar Roma, donde observaron, en un ensayo que el efecto piramidal combinado con la aplicación del agua tratada bajo dicho efecto fue similar a los logrados en este experimento, al lograr más de 30 frutos por planta.
Tabla 6. Efecto de la energía piramidal y la variedad en la altura de los frutos (mm.)
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En la tabla 6, se evidencia que al aplicar el efecto piramidal sobre la altura de los frutos de la variedad y las dos líneas seleccionados, donde se aplicó dicho efecto, superó en todos los casos analizados, a donde no se aplicó tal efecto, con diferencias significativas entre sí.
La línea 3 alcanzó las mayores alturas de los frutos donde se evaluó el efecto y donde no se probó, seguida de la línea 2 y del cultivar Mariela. En esta última, se observó que el número de frutos por planta fue el peor en los dos casos tratados.
En la tabla 7, se aprecia que al aplicar el efecto piramidal sobre el diámetro de los frutos en los cultivares o líneas seleccionados, donde se aplicó dicho efecto, superó en todos los casos analizados a donde no se aplicó tal efecto, con diferencias significativas entre si.
Tabla 7. Efecto de la energía piramidal y la variedad el diámetro del fruto (mm).
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La línea 3 alcanzo las mayores alturas de los frutos, donde se evaluó el efecto y donde no se probó, seguida de la línea 2 y de la variedad Mariela. En esta última, se observo que el número de frutos por planta fue el peor en los dos casos tratados.
Tabla 8. Efecto de la energía piramidal y la variedad en el peso del fruto (kg).
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En la tabla 8, evidencia que al aplicar el efecto piramidal sobre el peso de los frutos en la variedad y las dos líneas seleccionados, donde se aplicó dicho efecto, superó en todos los casos analizados a donde no se realizó tal efecto, con diferencias significativas entre sí.
La línea 2 alcanzó los mayores pesos de los frutos donde se evaluó el efecto y donde no se probó, seguida de la línea 3 y del cultivar Mariela. Donde no se aplicó dicho efecto, los mejores resultados se logran con la línea 2 seguida de la 3 y del cultivar Mariela. En esta última, se observo que el peso de frutos por planta fue el de peor respuesta en los dos casos analizados.
Pese a esto, los frutos por planta en el cultivar Mariela fueron superiores a los alcanzados en otra región edafoclimáticas (Holguín); por Mastrapa, et al., 2000.
Tabla 9. Efecto de la energía piramidal y la variedad en el peso promedio de los frutos (g).
En la tabla 9 se aprecia al evaluar el efecto piramidal y la variedad, en el peso de los frutos que los mejores tratamientos resultan los cultivares 2 y 3, sin diferencias entre sí, ni con Mariela. Cuando no se aplicó dicho efecto, los mejores resultados se logran en la línea 2, sin diferencias con el cultivar Mariela, seguido de la línea 3, sin deferencias entre sí.
Los resultados obtenidos cuando se aplica energía piramidal superan, a los obtenidos cuando no se aplica el efecto. La línea 3 supera en el peso de los frutos al cultivar Mariela en un 40 %.
Tabla 10. Valoración económica del rendimiento agrícola ($).
Indicadores económicos | Cultivar Mariela con efecto piramidal | Línea 2 con efecto piramidal | Línea 3 con efecto piramidal | Cultivar Mariela sin efecto piramidal | Línea 2 sin efecto piramidal | Línea 3 sin efecto piramidal |
Gastos | 49,72 $ | 49,72 $ | 49,72 $ | 45,72 $ | 45,72 $ | 45,72 $ |
Ingresos | 104.3 | 118.3 | 105.5 | 51.6 | 72.12 | 54 |
Ganancia | 55.5 | 68.5 | 55.7 | 5.8 | 26.4 | 8.24 |
En la tabla 10, se realizó el análisis económico a partir de la producción obtenida en todos los tratamientos, tomando los ingresos de la cosecha de los frutos, a los que se le restó el gasto, obteniendo la ganancia. En ella se aprecia que cuando se aplicó el efecto piramidal, la línea 2 es la que más ganancias tiene con 68.5 $, supera al tratamiento similar sin aplicación en 42.10 $, seguido de la línea 3 y de Mariela. Donde no se aplicó dicho efecto, la de mayor ganancia es la línea 2, seguidas de la 3 y de Mariela; quien tuvo las más bajas ganancias.
Al llevar los rendimientos que se obtuvieron en esta experiencia a una hectárea con efecto piramidal en el cultivar Mariela estos fueron equivalentes a 39.1 t/ha-1la línea 3 a 44.4 t.ha-1 y en la línea 2 fueron de 47.3 t.ha-1.; en todos estos fueron superiores al promedio obtenidos en el cultivo en el municipio Manatí (MINAGRIC, 2009) y en la provincia Las Tunas en el 2009, según el MINAGRIC; demostrando la influencia positiva del efecto piramidal como alternativa para incrementar los rendimientos agrícolas en el cultivo.
Al analizar en conjunto todos los resultados obtenidos, se aprecia que donde se aplicó efecto piramidal, los resultados obtenidos en todas las variables experimentales fueron mejores, donde no se aplica dicho efecto. El cultivar Mariela muestra los mejores resultados al efecto piramidal en la altura y diámetro del tallo. Y la línea 3 en el número de frutos por planta y diámetro de estos, la línea 2 en la cantidad de frutos por planta y en la altura de los frutos.
Conclusiones:
1. La línea 2 resultó ser la que presentó mayor respuesta a la energía piramidal con un rendimiento de 47,3t.
2. 2. Se justifica la aplicación de la energía piramidal en el cultivo del tomate, cuyos resultados fueron superiores al testigo en cuanto al rendimiento y ganancias económomico.
Bibliografía utilizada.
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AGROGRUPO. Cultivo del tomate Pirque. Consulta 9 de abril del 2010. http://agrogrupo2.wordpress.com/cultivo-del-tomate-pirque/172-175.
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Bovis, A. Descubrimiento del efecto piramidal: Antoine Bovis,1927.
Carrillo, Olimpia; Claudina. Zaldivar, Maria; Lantero, Leyva, Ángela; Vázquez, Miriam; Vilda, Lamas, J. y Tania Bilbao: Los vegetales en la nutrición humana. p. 48. Ed. Política. La Habana, 2002.
Cisneros, M.: Producción de hidroforrajes a partir de árboles proteicos. XI Forum de Ciencia y Técnica. Municipio Bayamo, 1996.
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Corpeño, B. Manual del cultivo de Tomate. Revisión Agosto 2004 CENTRO DE INVERSION, DESARROLLO Y EXPORTACION DE AGRONEGOCIOS.
Autor:
Ing. Gerardo Rama Sobrecueva
Jefe fitosanitario Silos Manati.
Lic. Leydis Hernández Salido
Jefe de departamento FUM Manatí. Institución. Sede Universitaria Municipal Manatí.
País.CUBA
Temática. La Universidad por un nuevo saber ambiental hacia la sostenibilidad.