Otras conclusiones
Nos hemos referido, en este breve ensayo a algunas problemáticas del fracaso escolar relacionadas con la participación que le incumbe a la escuela como agente de la educación sistemática.
Hemos reconocido al observar la realidad concreta, importantes falencias en la estructura y organización escolar, las que no en pocas ocasiones, responden más a los intereses administrativos que a las verdaderas necesidades de los educandos.
Por supuesto que no todas son espinas. Merced a la existencia de docentes con clara noción de la psicología del adolescente se pueden vaticinar posibilidades para esta escuela media moribunda frente a la reforma educativa.
A modo de conclusión:
– La escuela media padece una "crisis" pedagógica en general y didáctica en particular.
– Esta crisis de la escuela favorece el fracaso escolar.
– La crisis de la Escuela Media no es el único factor desencadenante del fracaso escolar.
– El fracaso escolar es un indicador. a su vez, de la conjunción de variados factores.
– Los agentes de la educación sistemática en la escuela media deben actualizar y replantearse sus conocimientos sobre psicología del adolescente.
– La actualización de los conocimientos sobre psicología del adolescente no debe quedar reservado exclusivamente a los profesionales que se desempeñan en esa área.
– La didáctica más atrayente para el adolescente es aquella que toma en cuenta sus intereses.
La escuela media y el "clima educativo"
El adolescente se encuentra atravesando el lento camino de la búsqueda de la identidad. Esto ocupa gran parte de su energía.
Se presenta como varios personajes a la vez y, a veces, ante los mismos padres. No obstante, esto se evidencia más aún frente a diferentes personas, en diferentes circunstancias. Diferentes personas, en nuestro caso particular, los agentes educadores podrían dar del adolescente versiones disímiles, aún contrapuestas sobre su madurez, su capacidad, afectividad o su conducta e incluso sobre su aspecto físico.
No son pocos los docentes que, por ejemplo, caracterizan a los alumnos de manera bastante distinta aún reconociendo que algunas características son tan evidentes que son aceptadas por todos.
Inclusive se pueden presentar casos de prejuicios en algunas relaciones comunicativas docente-alumno cuando el docente ha recibido comentarios o referencias con antelación sobre un determinado alumno.
El adolescente presenta, además, fluctuaciones de identidad no pocas veces en forma brusca. Con diferencias de pocas horas varía su conducta de manera asombrosa.
No es extraño observar cómo los jóvenes manifiestan cierta conducta durante algunas situaciones comunicativas, concretamente algunas horas de clase, que no se repiten y por el contrario varían sensiblemente en otras.
Concretamente se comportan por ejemplo como individuos comunicativos con algunos docentes y parcos con otros. Esto se produce con exagerada rapidez, lo que nos lleva a pensar que el "clima educativo" es favorecido por la presencia de algunos educadores y dificultado por otros.
Entendemos por "clima educativo" la interacción en un ambiente determinado de todas las variables que hacen a la situación comunicativa del proceso educativo.
Este "clima educativo" que también varía de una institución educativa a otra si lo apreciamos en forma global, influye sensiblemente en la conducta manifiesta de los alumnos, y el educador juega en su concreción un papel demasiado destacado como para obviar su análisis.
Debemos reconocer, no obstante, que se requiere un conocimiento a nivel aúlico de las variables que constituyen en la práctica el clima educativo. El docente debe recordarlas a fin de hacer más efectivo su trabajo profesional.
El conocimiento de los elementos intervinientes en la situación comunicativa que demanda el proceso de enseñanza–aprendizaje son, por ejemplo altamente significativos para esta efectividad.
Asimismo, en este sentido, aprender a reconocer las interferencias que atentan contra la fluidez de la comunicación es un instrumento intelectual muy útil.
Saber reconocer estas interferencias mientras se están produciendo en el aula, en la didáctica particular de algunas ciencias puede significar el éxito o el fracaso del proceso educativo.
El "clima educativo" se favorece cuando el docente tiene la plasticidad necesaria para corregir sobre la marcha aquellos elementos distorsionantes.
Si ha decaído la motivación, por ejemplo, el recurrir a recursos extras puede marcar la diferencia entre el aprendizaje o la pérdida de tiempo.
Cuando el docente posee estas cualidades, cuando tiene un conocimiento adecuado de los factores psicológicos que condicionan la conducta adolescente, cuando está al tanto de los códigos que utilizan los jóvenes y puede realizar una inmediata lectura de los mismos, cuando su propia apertura a los nuevos signos le permite actualizarse constantemente, cuando ha aprendido a reconocer los elementos de la comunicación y las posibles interferencias, se puede garantizar con cierta seguridad la concreción del proceso educativo.
A simple lectura, parecerían demasiados los factores condicionantes de esta seguridad. E inclusive muchos asignados a los docentes como principales responsables. No obstante, es necesario aceptar las serias presiones que los profesionales de la docencia reciben cotidianamente, algunas que derivan de su propia actuación académica y otras extra-aúlicas que por ser muchas veces veladas no ejercen menor efecto nocivo sobre la tarea docente.
Desde este trabajo proponemos concretamente el estudio institucional del "clima educativo", del contexto académico y social del que el proceso educativo forma parte, como una actitud educativa responsable.
Bibliografía:
Aberastury, Arminda. La adolescencia Normal.
Hurlock,M Psicología del adolescente
Stone y Church , Niñez y adolescencia
Piaget, J,. Seis estudios de psicología
S Hidalgo. Psicología educativa
Katz, F Manual de Psicología General
Hubert. R Desarrollo Normal.
Autor:
Fernando Raúl Morro Cruellas
Profesor en Ciencias Sociales
Profesor en Psicopedagogía
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACION DOCENTE N° 5
Cátedra de PSICOLOGIA EVOLUTIVA II
Investigación sobre
CAUSAS DEL FRACASO ESCOLAR
EN LA ESCUELA MEDIA
Pergamino, Noviembre de 1995
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