Descripción mágico-médica de la lepra desde la antigüedad al S. XVIII
Enviado por María Cristina Divescui
- Materiales y Métodos
- Resultados
- Antigüedad de la lepra
- La enfermedad-pecado
- Primeras descripciones en Europa
- Etiología
- La lepra en la Biblia
- Vías de dispersión de la lepra
- Lepra medieval en Europa
- La lepra y sus nombres
- Los hospitales para leprosos
- Diagnósticos y terapéutica de la lepra. Ojeada histórica
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La lepra es una patología bien conocida desde tiempos antiguos, estigmatizante, mutilante, socialmente marginarizante, crónica, con una expresión de lo más florida y variable, terrible para el paciente, marcadora de su forma de vida y de su destino. Su evolución lenta hacía de este padecimiento un calvario, cuy terapéutica antigua se basó en combatir sus estados sintomáticos, como resultado del conocimiento de la época.
Esto sucedía en el siglo XVIII en el sur de España, en la región de Andalucía, conocida como zona endémica de lepra y donde los pacientes eran confinados a lazaretos, también conocidos como Hospitales de San Lázaro.
Objetivos:
Describir "la concepción mágico-médica de la Lepra desde la antigüedad hasta el siglo XVIII”
Palabras clave: lepra – leprosarios – lazareto – San Lázaro –
Materiales y Métodos
Los leprosos fueron la representación de todo lo malo y lo defectuoso que existía, considerándolos “hombres muertos” ante la sociedad y alejándolos de la civilización. Se les llamaba lazarinos, porque aparentemente San Lázaro habría padecido esta enfermedad. Hasta el siglo XIX es común encontrar utilizado el término “lázaro” en referencia a este tipo de pacientes, cambiando su nombre en el siglo XX cuando el médico noruego Gerhard Henrich Armauer Hansen (1841-1912) en el año 1871 descubre el Mycobacterium leprae, causante de la lepra.
Existen algunos documentos del siglo XVIII conservados en la Real Academia de Medicina de España donde podemos ver plasmado el diagnóstico y tratamiento de esta patología, sus defensores y detractores, las leyes respecto a la reclusión de pacientes e incluso, criterios para diferenciarlas de otras dermatopatías.
Resultados
El término “lepra” proviene del griego y significa “escamosos”. Uno de los más discutidos capítulos de la historia de la Medicina es el de la lepra. Sobre él flota todavía el velo del misterio, de la duda, de la confusión, del temor, de la enfermedad-castigo o de la enfermedad-pecado. En cuanto al origen del nombre, el primer problema lo tenemos en el propio nombre de lepra, palabra griega utilizada por Hipócrates y los médicos de la Hélade que llamaban lepra a las lesiones aparecidas en la piel con aspecto escamoso, lo que hoy conocemos con el nombre de psoriasis. También llamaron este tipo de lesiones “psoriasis léuki”, que significa lepra blanca.
El problema surge aparentemente a causa de las traducciones de la Biblia, por un lado, y de otro por las versiones al árabe de las obras griegas.
Así el término hebreo "tsara´ath", con el que se designaban las lesiones blanquecinas de la piel, es traducido por la palabra griega lepra.
Con la palabra tsara´ath ha sucedido como con otros muchos términos bíblicos que designan enfermedades, que al no poder identificarlas han creado problemas insolubles de traducción.
Tsa ra´ath es palabra que se aplica genéricamente a todas las enfermedades de la piel en general.
Maimonides ya lo interpretó así en su «Tumat ha-tsara´ath», donde interpreta esta palabra como dermatitis o dermatosis. Así se hace distingo entre néga ha-tsara´ath (sífilis primaria, frambuesia), tsara´ath or basar (ulcus durum), tsara´ath puráht (sífilis secundaria), tsara´ath noshénet (sífilis terciaria, frambesia), tsara´ath ha-rosh (tricoficia o tsara´ath de la cabeza), tsara´ath ha-báyit (saprofites, suciedad, contaminación).
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