Para entender la obesidad se requieren investigaciones de mucha profundidad cubriendo las interacciones que existen entre los genes y el entorno.
Esta es la noción actualmente más aceptada en los círculos científicos.
Jack Sprat
Una canción de cuna norteamericana dice: "Jack Sprat no comía nada graso, mientras que su esposa no comía nada bajo en calorías.
Significando que la figura delgada de Jack y la de su corpulenta esposa, eran decisiones discrecionales, ya que, "entre los dos, lamieron, limpio, el plato del que comieran".Pero, la realidad científica es que los genes y el entorno, actuando en conjunto son los factores que determinan el peso de una persona.
Quizás sí — quizás, no…
Nature vs Nurture…
En general, los factores del entorno son responsables por las tendencias demográficas del sobrepeso en un período de tiempo determinado, mientras que los factores genéticos explican las diferencias ponderales de una persona en el momento actual.Mientras que algunas respuestas comienzan a emerger acerca de las razones por las cuales algunas personas son obesas, no podrá haber una discusión fructífera en esta materia hasta que resistamos el impulso de asignar la culpa a algún ente todavía desconocido
Tampoco puede asumirse que la falta de fuerza de voluntad, en aislamiento, es responsable por el fallo que experimentan algunas personas en lograr perder de peso. Ya que se asume que nadie puede resistir la seducción constante de la comida para mantenerse delgado, a menos que sufra de alguna condición extrema como la anorexia nervosa.
En esta lección lo que deseamos lograr es conducir una discusión objetiva de los principales factores que compiten entre ellos para darnos alguna explicación lógica acerca de este asunto tan debatido.
Los hechos señalan en la dirección de que el aumento de peso, sin razones para entenderlo, no explica el incremento mundial que observamos en la incidencia de la obesidad.
¿Es esto, comer?
El instinto de comer está arraigado en nuestro organismo. Esto lo sabemos.
Pero, igualmente, existen diferencias genéticas entre nosotros, y, simultáneamente, la evolución ejerce fuerzas poderosas que las personas tienen que combatir para prevenir ganar de peso, o para lograr perderlo una vez que lo han ganado.
Un mejor entendimiento de los mecanismos que median las interacciones entre los genes y el entorno es necesario para explicar cómo se gana de peso hasta llegar a los niveles de obesidad que hoy presenciamos.
Siempre teniendo en cuanta los factores epigenéticos imponderables.
Con casi un 33% de la población norteamericana siendo obesa, y con un incremento de un 10% en la última década, las autoridades de salud pública de ese país están alarmadas. Ya que la obesidad conlleva un riesgo mayor para las enfermedades cardíacas, la hipertensión y la diabetes.
Aún más inquietante es el incremento de la incidencia de diabetes tipo 2 en los niños, que las autoridades de la salud pública asocian a la obesidad epidémica que ya afecta a los jóvenes.
La obesidad se define, para los fines de salud, usando la medida provista por el IMC, instrumento que es incapaz de suministrarnos una determinación precisa y estable de su diagnóstico.
De acuerdo a este instrumento la diagnosis se establece cuando una persona excede un umbral que se resume de esta manera: Sobrepeso si el IMC es mayor de 25, y obeso si éste excede 30.
¿Causas?
Los científicos no están totalmente de acuerdo en qué causa la obesidad — dicen ellos — aunque la evidencia para quienes piensan un poco parece resultar asombrosamente clara…
Es cierto, que algunas personas parecen ser más resistentes a ganar de peso que otras. Lo que no entendemos claramente son las razones para este fenómeno.
Muchos factores se han propuesto como contribuyentes a la epidemia de la obesidad: Un cambio en los hábitos de comer de los americanos, el consumo exagerado de fast food y de las bebidas azucaradas, disminución en la actividad física, e incremento en la inactividad total.
Pero, aún, con los cambios del entorno, siempre puede hacerse esta pregunta: ¿Cómo puede evitarse la gordura con la disponibilidad, de que hoy todos "disfrutan" de caloría ilimitadas?
Para muchos, la respuesta reside en la interacción del entorno con los procesos biológicos que involucran los genes.
Veamos
En el 1995, Friedman y sus colaboradores, descubrieron la hormona leptina, que se produce en los tejidos grasos y que señala al cerebro cuando se debe dejar de comer.
Mientras la cantidad de grasa del cuerpo aumenta, más leptina es producida, la que actúa para controlar el consumo de comida.
Mientras que cuando la cantidad de grasa decrece, menos leptina es producida, lo que estimula el consumo de comida y reduce el gasto energético.
Así se engorda…
Friedman y sus colegas han demostrado que mutaciones genéticas que resultan en una reducción total o parcial de leptina se asocian con la obesidad en algunos seres humanos.
Además de la leptina, Friedman y otros científicos han logrado identificar un número de genes y hormonas que juegan un rol en el control del apetito y del peso.
Esas hormonas coordinan la premura inconsciente de comer, una pulsión biológica básica que es muy difícil de resistir con el mero deseo consciente de comer menos.
Aquéllas personas quienes dudan el poder de las pulsiones básicas pueden tratar de aguantar la respiración indefinidamente y verán cómo no pueden lograrlo.
¿Gusta…?
El hambre es tan poderosa como la necesidad de respirar, o de beber, cuando se tiene sed.
¿Quién puede resistir la urgencia de tomar un trago de agua cuando los labios están resecos? Esto es lo que siente el obeso cuando ha perdido una cantidad significativa de peso.
El poder de este instinto se demuestra por el hecho de que, no importa la motivación de quien la tenga, el dietar es, generalmente de poco valor para obtener pérdidas de peso — de importancia alguna — a largo plazo.
¿Pero qué papel juega el entorno en todo esto?
De acuerdo a los expertos, los genes que componen nuestros sistemas biológicos — que están a cargo de la regulación del peso — están supuestos a variar dependiendo en los factores del entorno, debido a una intensa presión evolutiva.
En otras palabras — como tantas veces hemos dicho — la gente que viviera cuando la comida estaba disponible esporádicamente — como fuera el caso con los cazadores recolectores en el pleistoceno — se beneficiarían por la posesión de genes que les predispusieran a ganar de peso, ya que esos genes, aumentarían la acumulación de depósitos de energía en reserva, proporcionando una ventaja de supervivencia en tiempos de escasez.
Pero, para quienes vivieran en áreas donde el riesgo de la inanición era minúscula, debido a la agricultura, la domesticación de animales y la habilidad de almacenar comida — los mismos genes que protegieran las poblaciones de entonces — puede que hayan expuesto a los obesos a consecuencias enormes de la salud, como son las enfermedades cardíacas y la diabetes.
Fernando Botero
Los humanos modernos, acarrean la herencia genética procedente de ambos entornos.
Parece ser que, en tiempos modernos, la obesidad y la resistencia a la leptina parecen constituir un residuo genético que fueran más adaptivos en previas circunstancias.
Puede ser que, el obeso transporta el gen de los cazadores-recolectores, y que las personas delgadas acarrean los "genes modernos".
Las personas delgadas arrastran genes que los protegen contra las consecuencias de la obesidad, mientras que las obesas transportan genes que representan atavismos de tiempos pasados, cuando la privación nutricional era la regla.
Estado de privación, en el cual ya no existimos.
Juntos, nuestros genes y nuestro entorno representan una enorme barrera contra la habilidad para perder de peso, sin que la voluntad o el deseo importen.
Ratón OB/ob
En resumen
La obesidad no es un fallo personal, ya que en su esfuerzo para perder de peso, la persona obesa, está librando una batalla muy difícil de ganar.
Una batalla en contra de la biología: Una batalla que solamente los muy intrépidos logran ganar.
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, F: (2007) La motivación en el tratamiento del sobrepeso en monografías.com
Larocca, F: (2007) Las dificultades inherentes con el control del sobrepeso en monografías.com
Larocca, F: (2007) Del por qué perder de peso es asunto tan elusivo en monografías.com
Larocca, F: (2009) La dieta glucocorticoide y el estrés: Trilogía fatídica en psikis.cl y en monografías.com
Larocca, F: (2009) Nature vs Nurture… en psikis.cl y en monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca