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El silbido en medio del estruendo

Enviado por casarica


    (La Congregación del Remanente en los Días Finales)

    En Miqueas 2:10 se lee:

    " Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo,

    pues está contaminado, corrompido grandemente".

    Miqueas 2:10

    Y dos versículos mas adelante el profeta es mas explícito:

    "De cierto te juntaré todo, oh Jacob;

    recogeré ciertamente el resto de Israel;

    lo reuniré como ovejas de Bosra,

    como rebaño en medio de su aprisco;

    harán estruendo por la multitud de hombres.

    Subirá el que abre caminos delante de ellos;

    abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella;

    y su rey pasará delante de ellos,

    y a la cabeza de ellos Jehová" Miqueas 2:12-13

    Se trata entonces de una mega-operación histórica de Jehová, un éxodo portentoso y final de su pueblo hacia la tierra de Israel, que comienza con la orden de marcha: "levantad y andad", y termina:

    "abrirán camino y pasaran la puerta, y saldrán por ella

    Y su Rey pasara delante de ellos".

    No es posible hablar del destino final de la "iglesia" sin el encuadre de estos versículos.

    Aquí – y en los cientos de versículos concordantes – esta todo lo que podemos esperar sobre el desenlace de dos mil años de "pesca milagrosa" entre las naciones que llenaron los apriscos de las iglesias de aquellas ovejas que vino a buscar el Mesías de Israel y que no halló en la Israel de entonces.

    Él dijo que llegaría un día en que habría un "solo rebaño y un solo Pastor", y que las ovejas de la casa de Israel dispersas por el mundo se unirían ese día final a las ovejas de la casa de Juda que habitaba en sus días parte de la tierra bíblica de Israel. Y que para sus ovejas dispersas por el mundo es que principalmente había venido y les mandaría mensaje con sus "enviados" los apóstoles, a fin de convocarlas de nuevo a su tierra.

    Así, este versículo se encuadra perfectamente en esa convocatoria global a todas sus ovejas profetizada por Nuestro Señor e inscripta en la profecía como el objetivo principal de su ministerio:

    "Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel"

    Isaias 49:5-6

    ***

    El éxodo final, entonces, que convocara a Israel – la casa de Israel dispersa por el mundo a partir del 721 A.C. – de entre todas las naciones de la tierra se sustancia en lo siguiente:

    seremos arrancados de un lado y llevados a otro, que sabemos por pasajes concordantes que es la tierra bíblica de Israel restaurada.

    A esto se refiere Apocalipsis 18:4:

    ·"Y oí otra voz del cielo, que decía:

    «¡Salid de ella, pueblo mío,

    para que no seáis partícipes de sus pecados

    ni recibáis parte de sus plagas!,

    Que es paralela a la "orden de marcha" que estamos comentando: "Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente".

    Y saldremos justo antes del juicio sobre una "cristiandad" apostata y un mundo corrompido y contaminado que ya es omnipresente a nuestro alrededor.

    Y lo importante en ese momento desbordante de perplejidad y temor es que Jehová – el LEON-PASTOR – irá delante de nosotros para guiarnos. ¡Aleluya!

    Y dice el pasaje que este éxodo o convocatoria universal de entre las naciones del "resto de Israel – es decir lo que se llama en otro lado el remanente de Jacob – causara "estruendo por la multitud de hombres".

    No será para nada silencioso, ni ocurrirá en recintos cerrados.

    Se trata de algo que va a suceder en el plano de la historia, a la vista de todos, además de un llamado interior perentorio del Pastor celestial a las ovejas "que oyen su voz" que nos alertara a ultimo momento sobre nuestra partida..

    ***

    Observemos la candente y cambiante historia actual desde el punto de vista de Dios: el estruendo anunciado en la profecía ya ha entrando en las noticias.

    La guerra de Irak, y la de Afganistánnación compuesta por descendientes de Benjamin- es parte de ese estruendo final, quizás solo el inicio de este ruido de fondo que anuncia el gran cambio de civilización que se aproxima.

    Observemos, además, que la expedición libertadora de Iraq sacó a la política internacional del cauce del pensamiento "políticamente correcto":

    fue designio de Dios que las Naciones Unidas quedaran al margen al final, porque la guerra de Irak y lo que vendrá después es una operación Suya, no de las Naciones Unidas.

    Ella es el retorno en poder de los descendientes de los israelitas cautivos el territorio de la potencia que los cautivo y exilo en el 721 A.C.

    Es. el cumplimiento de la profecía que anunciaba que en los últimos días los cautivos de entonces volverían y "cautivarían a los que los cautivaron" (ver: "El Origen profético de la guerra de Irak").

    No hay nada mas hiriente, hereje y ajeno a los cauces habituales de interpretación de los hechos internacionales contemporáneos que el esquema profético de Dios revelado en la Biblia.

    De la mima forma, cuando en los años 60’ el apóstol Juan escribía la revelación de Dios para lo últimos días en Patmos, hería el pensamiento intelectual de la época ocupado en discernir como es que el Imperio Romano se iba a perpetuar a pesar de sus crisis, cuando en realidad estaba iniciando sus convulsiones finales.

    ***

    Pero además del estruendo exterior hay hoy, y habrá cada vez mas, mucho movimiento en el plano espiritual: hay santa agitación en los cielos a favor de los redimidos.

    Un estudio de un rabino afirma textualmente:

    "En el Talmud hay referencias que cuando comience la Era Mesiánica muchos de ellos (refiriéndose a los israelitas perdidos luego de ser exilados a Asiria) aparecerán por un llamado interior, y es evidente que algunos ya están apareciendo"

    Esto esta en concordancia con Zacarías 10:8 en donde se lee:

    "Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.

    Bien que los esparciré entre los pueblos, aun en lejanos países se acordarán de mí; y vivirán con sus hijos, y volverán".

    Es decir, aquí se afirma que Dios/Elohim – Jehová – llamará a su pueblo de entre las naciones con un silbido.

    Esto es: el llamado interior que esta profetizado en el episodio de Elías en la cueva de Horeb (1 Reyes 19: 11-13): y que solo puede escuchar el remanente renacido del Espíritu..

    "Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

    Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto…"

    Y también leemos en Ezequiel 34:11-13:

    "Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré.

    Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad".

    Es decir, habrá un llamado interior en los días finales para los renacidos, los que tienen las lamparas llena de óleo santo y "oídos para oír". . ¿ Y cuándo se oirá ese llamado, este silbido del Eterno llamando a cada una de sus ovejas dispersas entre las naciones en su corazón?: pues en medio de "el día de nublado y oscuridad", la "gran tribulación" o la "apretura de Jacob".

    Este será el día del "estruendo entre las naciones" y del fuego de la prueba para los que tienen el "testimonio de Jesucristo".

    Entonces nos cubriremos con el manto de Elías, que "unirá el corazón de los padres al corazón de los hijos" y nuestra identidad nos será revelada en lo íntimo.

    Y cuando eso suceda, cuando escuchemos el llamado celestial punzando en nuestros corazones y todo tiemble y resuene a nuestro alrededor como cuando Jehová hizo soplar un poderoso para abrir las aguas del Mar Rojo mientras cubría a su pueblo con la nube de su gloria en medio de la noche, comenzara el éxodo final a nuestro prado mesiánico de la mano del Gran Pastor:

    " Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo,

    pues está contaminado, corrompido grandemente".

    Amén y amén

    ***

    Carlos Canosa