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Ensayo: "El canto de las Sirenas" (página 2)

Enviado por Harold Y. Tavera


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De estas insatisfacciones ilimitadas de las que se aprovechan por decirlo de alguna forma "los más avispados" para explotarnos inundándonos con sus productos milagrosos que nos brindan felicidad, belleza, confort, juventud, y muchas mas cosas que lo único que hacen aumentar mas nuestra hambre de consumir y consumir, gastar y gastar y lo mejor de todo … sin saciarnos…

Belleza y ¿a qué llamamos "belleza"? y ¿quien dice lo que es bello o no?, pues puedo decir que llamamos belleza simplemente a unos parámetros que nos dictan la moda y los comerciales de aquellos productos mágicos, pero estos parámetros son típicos de los estereotipos europeos, una belleza que lleva ya miles de años y lo pero es que amamos esas figuras esculturales dignas de la antigua Grecia y Roma hombres musculosos y mujeres torneadas, es por esto que el cristianismo escogió hace ya mas de mil años en un concilio de mortales a un dios típico de estos parámetros aunque Jesús era un judío de lo que llamamos actualmente oriente medio un región que por decirlo de alguna forma no tiene nada que ver con la "razas blanca" y mucho menos con personas de ojos claros y cabello rubio, aún así se nos impuso un Dios con esas cualidades que son absurdas que las halla tenido y cualidades físicas que solo se las dieron por solamente publicidad.

Publicidad para vender y expandir su religión por el mundo o por ejemplo ¿quien en la roma de la actualidad aceptaría como Dios a un ser de una raza inferior a la de ellos?

Son muchas las "sirenas" que nos cantan y nos hacen ir a si a ellas, no engañan haciéndonos ver dóciles y pobres, pero no pobres económicamente si no pobres de mente y razón.

Estas "sirenas" se encuentran donde quiera que miremos, en la actualidad sus mensajes son indirectos, son mensajes subliminales que llegan al inconciente y nos hacen actuar de cierta u otra manera volviéndonos esclavos y sino queremos seguir sus mensajes tarde o temprano llegara otro mensaje que posiblemente nos idiotizara y es que es casi imposible el no verlos porque estamos en la era de la tecnología donde el 95% de la población mundial tiene acceso a la televisión y de 95% un 90% tiene acceso al Internet y demás tecnologías y aún es más difícil pasar por desapercibidas a estas "sirenas" cuando se vive en una ciudad es casi imposible el tratar de hacer un truco como lo hizo Ulises en la odisea para no escuchar a las sirenas.

El autor nos da un ejemplo muy claro de lo peligroso que pueden ser estas "sirenas", pero no tanto la peligrosidad de que existan sino la peligrosidad de no detectarlas y de no hacer nada al respecto, entonces es este el ejemplo de cómo subió Adolf Hitler al poder de Alemania solo basta con recordar aquellos mítines políticos que realizo este sujeto en los 30’s donde se aprovechaba de la situación económica de Alemania después de la gran depresión del 29 para ganar simpatía entre los Alemanes y venderles un discurso Nacional-Socialista par salir de la crisis.

Es por eso que la única solución que veo posible para acabar de una vez con estas trampas no es acabándolas porque seria casi imposible, el autor da una solución que es vigilándolas y regulándolas y digo que lo mejor es acabar con la pobreza mental que nos agobia ya que estas "sirenas" no nos dan argumentos pues entonces pidámoslos, indaguémoslos, desconfiemos y sobre todo obliguemos a las "sirenas" que nos convenzan pero con argumentos con la promesa de que no tragaremos entero todo lo que se nos den.

Por último, tenemos que recordar nuestro compromiso con nuestro hogar (el planeta), creando conciencia, aunque debe ser global, la única manera es empezando por cada uno de nosotros como parte esencial del proceso de cambio, es nuestra responsabilidad el futuro del planeta y por ende de las especies que lo habitan incluyendo la nuestra.

Es también parte de nuestro compromiso el de alcanzar la libertad hemos sido siempre esclavos (al parecer es naturaleza del ser humano), buscamos la libertad y cuando la alcanzamos luego buscamos a quien esclavizarnos ahora somos esclavos de las "sirenas", del tiempo y el dinero, es nuestra responsabilidad el cambiar o impedir de quien seremos ESCLAVOS en el futuro.

 

 

 

Autor:

Harold Y. Tavera

Colombia

22 de Abril de 2007

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