tu charla amena y refrescante
cultivada tu esencia
cautivo de tus encantos.
Viviremos ahora
nuevos días de luz
besaré tu piel, tus labios
besaré tu ser desde mi alma
besaré tus días, tus noches
besaré tu esencia hasta ser uno.
Mi corazón esta allí
sólo espera el momento
ven, sabes que es tuyo, tómalo
viviremos desde hoy.
El pasado alimenta la sed
sed de tenernos, amarnos
sed de despertar a tu lado
compartir el desayuno
acariciar tu mejilla
sin percibir mi mano tosca
sólo notaras la ternura de un beso.
Vivo para soñarte… alegría
Tomé por sorpresa al llanto
llamé al día, alegría
pedí al viento en secreto
agitar tu cabello
descubrir tu mejilla
tersa, suave como pétalo
entonces acariciarla
acariciarla desde lejos
llegar en secreto hasta tu oído
susurrarte, te quiero.
tomé por sorpresa tus labios
dibujarlos en los míos, quiero
soñaré con ese instante
por ese instante muero
llamé al día, alegría
porque hoy me atrevo
hoy vivo para soñarte.
Tu silencio..
Tu silencio, dice mucho
sin palabras, dices todo
volverán así los días
en que la aurora
encuentra fría
ese lado de la cama
un solo tarro en la mesa
para el café de la mañana
una arepa, un cuchillo
un enorme vacío
aquí en mi pecho, mi cielo.
Pensé ver en ti
esa llama necesaria
eso que eleva las almas
haciéndolas una
desde que tomé tu mano
desde que me acerqué a tu pecho
desde el primer beso.
Pensé ver en mi
derribadas mis murallas
sucumbir ante tu lucha
tu fuerza, tu constancia
me retiro entonces
en silencio, sin palabras
como quien mueve su caballo
en tablero de ajedrez
al rato se da cuenta
que su jugada esta lejos
del corazón de su amada.
Pensé que estaba abierta
una oportunidad como pocas
una ventana, una ranura
un universo paralelo
un camino de vida
donde las diferencias
no importan.
Me retiro entonces
en silencio, sin palabras.
Caminos de trabajo
Viejas sus calles
cansadas sus huellas
caminos llenos, recuerdos
caminos, trabajo, cantos
aroma a estiércol, mulas
calles vencida, sin aceras
calles estrechas, escombros
derrumbes, llantos
calles que renunciaron
a glorias pasadas
Así,
construimos sobre el cansancio
historias de vida
historias de llanto.
La navidad llega
como savia fresca
y así, florecen los sueños
retoñan ilusiones
el verde vuelve a las vidas
el amor llega a la esquina
como aroma, lo envuelve todo
la esperanza, se suma
como reina, como brisa refrescante
como aurora clara, como río cristalino
aun ante los nacientes,
dorados , cálidos, rayos de sol
las estrellas se muestran orgullosas
como sonrisa del que ve
su papagayos en lo alto.
Enero
vuelven descalzos al camino
vuelve el afán, la vida rota
luchas, trinos y bullicio
vuelven al camino andado.
Otros
los que aun defienden su causa
con la esperanza en los labios
saltan directo al abismo
conectados desde las almas
la luz lo abarca todo
los temores no tienen cabida
Pues….
Los sueños …
no nacen desde el hambre
nacen libres
como historias del llano
viven libres
como río travieso
viven apasionados
apasionados por su causa
estará allá, esperando
recibirá de tus labios
la esperanza
rocío, aromas, sensaciones
fuerza, vida, fuego, aire
le habrás entregado
la paz
De cara al cielo
De cara al cielo yace
analizando las infinitas formas
nubes flotando en el azul
copos de ilusión y esperanza
esperando ver en sus hijos
mejores caminos que los andados
esperando ver en su vida
sus sueños realizados.
Corre el agua de la lluvia
arrastrando su cuerpo al naufragio
de cara al cielo respira
su última ilusión ante la muerte.
De cara al cielo yace
aún con el aliento de la vida
entiende la importancia del trabajo
se levanta, dejando atrás
el lecho donde yacía.
Las obras inundan sus días
constructor de puentes y galaxias
hoy, recorre el espacio
el mismo, el que desde el suelo observaba.
Crece con los días…
Corre incansable
retoño de mi vida
vuela como papagayo
el pabilo esta tenso
aunque firme
retienen mis dedos
cordel mágico de mis días
la independencia llegará
sólo el amor conectará
como unidas están
enlazadas para siempre
nuestras almas.
Cierra tus ojos
observa en tu vuelo
el retoño verde en la copa de los árboles
cómo, pausadamente
mueve el viento sus hojas
frescas, tiernas
corre incansable
retoño de mi vida
vive, saboreando la vida
Cierra tus ojos
detalla en tu vuelo
los enigmas de los sueños
muchos se presentan en la realidad
acertijos, misterios
muchos no dejan de ser sueños
Simplemente,
lucha hasta cumplirlos
porque hoy el amor tiene tu nombre.
Oportunidades…….
Instantes de vida
los segundos que te pienso
cada mañana que despierto
sintiendo tu cuerpo en la cama.
Oponerse a la odiosa rutina
sentir tu ausencia como norma
engañado abrazar tu sombra
oir tu risa, sirena.
Oportunidad
el sol nos tome por sorpresa
desnudos sobre la playa
isla de Coche o Cubagua.
correr por la arena dorada
hasta encontrar tu labios
tu corazón, tu ser…
Oportunidad
ver en tus ojos
el amor correspondido
algo que busco
ilusión, sueño
desde hace tanto
desde hace mucho
realidad, deseo…
Oportunidad
sentir en tus brazos
lo que hace rato
no siento…..
Anónimos
Llegaron de allí
techos, bloques, caos
llegaron anónimos
llenos de silencio
llegaron anónimos
inundados de voces
llegaron.
Germinó así
con retoños frágiles
desafiaron al espacio
al auditorio.
Desafiaron sus limitaciones
desafiaron el verbo
hablar en voz alta
tono firme de guerreros
colosales
sobrevivientes a su propio temor
emergen victoriosos.
llegaron de allí
donde las drogas borran la risa
donde una bala da los buenos días.
llegaron de allí
donde el amor brota de las almas
de miradas nobles, de papagayos y risas.
cuanto amor en tu obra
palpar la transformación de sus vidas
capacidades, sueños, alegrías
cuanta vitalidad, el amor en tu obra
quedo tuyo por siempre
atrapado en la magia
atrapado por la belleza que emana
de los que han sido tocados por tu don.
Sombras danzantes
Llegará.
Llegará la aurora, una cualquiera
río llanero que se asoma a la laguna
más, éste, inconforme
cambia su camino sin dejar de saborear su forma
examinar en detalle su orilla,
los remolinos en sus callejones,
estudia su canto en el transitar cotidiano
revela sus sueños a quien se deja llevar por su silencio.
llegará la aurora, una cualquiera
en que sorprendida veras
las sombras danzantes en la alborada
no serán ya un sueño
vivas reirán dentro del aula
llegará la aurora, una cualquiera
todas serán una en la patria.
tu misión,
darle valor a quien vive el abandono
devolver la sonrisa a la danza
alzar el candil para conquistar las sombras
sumado a tu misión
hare realidad un sueño
ser un maestro en mi pueblo
no con la idea de mostrar un camino
pero si para andar los caminos de muchos
aprender de la vida, la cual no he vivido.
Mañana, descubriremos hombres y mujeres
poderosas voces, emergentes del olvido
conciencias que no mueren dormidas.
PEQUEÑOS DETALLES….
Difícil pensar en despedirnos
cuando nuestra amistad inicia.
Cómo pensar en la fruta
si la flor, aún, no ha mostrado
su colorido traje, su singular aroma
Qué bueno ha sido hablarte
espero siempre tengas paz
cultivar tu don es tu tarea
esa cualidad tan especial
esa que te hace única
esa que te hace derrochar
tanta bondad con apenas
mostrar tímida tu sonrisa
cuidando los detalles
resaltando las virtudes.
Si, esa que te hace única.
Desearte éxito parece poco
cuando ha sido usted
quien me ha rescatado del silencio.
Qué harás con esto que siento
Qué de ti, no está vivotu corazón, como piedra no lateno sientes que mis labiosdesean los tuyos.Hoy que dejo este pesado yugopesada barrera del prejuiciohoy que me permitomostrar en versos mi deseo,qué respuesta darasa esta dicha miacorresponderás a mis labiosa mis brazos, a mi pechocorresponderás a mi piela mi piel que te desea.Qué harás con esto que sientoque hace te piense cada día.
Cuentos
EL ALUMBRAMIENTO
La rutina estaba allí, parecía tener vida propia, cuerpo, alma, sentimientos; en fin, todas las características propias del ser humano. Ramón, iniciaba así, un lunes como cualquier otro, salía de su casa temprano y caminaba hasta la parada de las camionetas. La camioneta nunca cubre su ruta, a esa hora de la mañana, el tráfico obliga a los pasajeros bajarse antes de su destino y ya en Caruto el vehículo queda vacio. Ramón baja y pasa por la Gotera, sigue hacia la redoma y cruza a la derecha, vía Palo Verde. Debajo del elevado toma la camioneta para Mesuca, se baja frente al mercado y cruzando la calle enfila su última caminata para llegar al IUJO.
Sus compañeros repiten, día a día, historias similares. Ya no importa el nombre del barrio: Guaicoco, El Carpintero, José Félix, La Ceiba, Maca, Paulo Sexto, La Agricultura, El Carmen, etc. Las calles, todas en la misma condición, no presentan diferencias: la basura acumulada, derrumbes, sin aceras, vehículos mal estacionados que obstruyen el paso en calles de un solo canal. Un enjambre de motorizados lanzados al ataque en contra de los peatones y dentro de todo eso, millones de sonrisas, niños inocentes que montados de a dos y tres por moto, derrochan su alegría en su cotidiana aventura.
Ramón, una vez que tomaba el micro bus, debajo del elevado, durante todo el camino hacia el IUJO, observaba el rostro de las personas que venían bajando por la vía del Cerrito, estaba siempre atento por que tiene amigos y familiares que utilizan esa vía para bajar caminando hasta la redoma. Con el tiempo, identificar a las personas quedo en segundo plano y luchaba ferozmente en identificar lo que esos rostros expresaban desde sus endurecidos gestos. Luego de meses de observación, Ramón le comentaba a su compañera de clases, Rebeca, sus conclusiones en relación a sus hallazgos.
¿Hola como estas?
– Bien Ramón gracias.
Rebeca, sabes que de los dos años y pico que tenemos estudiando juntos, siento que tu embarazo ha durado todo ese tiempo, la verdad que no tengo recuerdos tuyos donde estés sin esa barriga,
Que cómico eres.
Chama, a ti no te parece que las personas que en la mañana bajan caminando hacia Petare, la gran mayoría refleja en su mirada un agotamiento que parece que fuera de generación en generación. Es como si llevara sobre sus hombros el agotamiento de su abuelo, el de su padre, el suyo y para rematar, el de sus hijos.
¿Qué te fumaste Ramón?
Chama, estoy hablando en serio.
No se te ha ocurrido que antes de estudiar aquí, nosotros también bajábamos por esa misma calle, seguramente con esa misma expresión, resignados a la idea de que mañana haríamos exactamente lo mismo, sin tener la oportunidad de cambiar nada.
¿Qué te hace pensar que ahora puedes cambiar algo?
De alguna manera, Ramón y Rebeca estaban ahora en la cancha, Rebeca tomando la mano de Ramón le dice:
Amigo, ya es hora, no creo poder caminar más, mi bebe nacerá aquí.
¡Como!
Por momentos, todo se iluminó, Rebeca y el niño estaban recostados cerca del tablero que está a la entrada de la cancha. Otro breve momento de confusión y Rebeca y el niño no estaban. Ramón tenia la palabra y con el auditorio lleno, explicaba lo orgulloso que estaba de ser parte de la primera promoción de graduandos del IUJO PETARE. Ramón, a lo lejos, oía que le preguntaban su nombre, pero ignorando esto, ahora explicaba como podíamos influir en el cambio si se tomaba la iniciativa de cambiar uno primero. Sintiendo que lo sujetaban fuertemente por los hombros, tuvo que atender por fin, el llamado que le hacían.
Epa, Ramón
¿Señor se encuentra bien?
Mira becerro tienes que pagarme mi moto, tu te lanzaste de ese autobús sin mira pa los laos. De paso que me brincaste arriba de la moto, te desmayas como una mamita.
Ramón, sin entender lo que pasa no puede decir nada.
Señor, ¿Cómo se llama? ¿Necesita que llamemos a alguien?
Aja, Chamo, párate pa habla, porque tienes que pagarme
¿Señor tiene algún hueso roto?
Después de un rato, Ramón se incorpora y cae en cuenta que fue arroyado por una moto al bajar del microbús.
Un mes después, Ramón escucha su nombre y sube con decisión las pequeñas escaleras, y camina hasta donde lo esperan las autoridades académicas del IUJO, estrecha la mano de quien le otorga su título.
No supe nada de Ramón, luego de cinco años voy subiendo en la camioneta a Mesuca, mirando el rostro de las personas que vienen bajando, de pronto, me ilumina una sonrisa esplendida de un hombre muy bien vestido y que caminando hacia Petare irradiaba alegría, Ramón. Detengo el carro y lo saludo, rápidamente me da su número telefónico para que lo llame más tarde. Al realizar el contacto, acordamos reunirnos un el Unicentro El Marques. A penas me ve dice:
Chamo, ya entendí lo que me paso el día que me arroyó la moto. Vente, acompáñame a comprar un regalo para tu ahijada.
¿Tienes una hija?
Si, y ¿a que no adivinas quien es?
¿Como que quien es?, tu hija.
Es Rebeca.
El viaje.
En una oportunidad viajé sólo a Mérida, después de una experiencia de vida muy dura, contrariado y destruido, pensé que irme del mundo conocido me daría paz, así que tome el carro y me fui. Cuando llegue al pico el Águila, un señor mayor, muy mayor diría yo, se me acercó cuando tomaba una taza de chocolate caliente mirando la inmensidad. La tarde era brillante, el cielo azul y una tupida alfombra de nubes cobijaba las montañas andinas. Los picos nevados surgían imponentes sobre las nubes. El señor con ese acento característico andino dijo:
Muchos vienen aquí, a encontrarse con la vida. Desde aquí surge la vida, con cada gota de agua que más abajo se convierte en rio. Muchos vienen pensando que no son amados y se sienten despreciados y desesperados. No son capaces de ver la maravilla de la vida en la sencillez de las cosas. Le explico, cuando usted nació, fue rodeado del amor de su madre y su padre; muchos no se dan cuenta del valor de ese momento, siendo un niño apenas, aprende a ser amado, amado por lo que es, un hijo, un nieto. Pasan los años, experimenta entonces diferentes afectos, el que siente por los hermanos y hermanas, los primos, los amigos, las mascotas, etc. Un día, descubre la pasión; la pasión lo abarca todo y nubla los sentidos. Es como tratar de navegar el Chama. En esa etapa de la vida, creemos saberlo todo sobre el amor. Un día despiertas, descubres que eres padre o madre, apenas ves los ojos de esa criatura, te das cuenta que del amor no sabes nada y fluye de ti, fluye algo que no tenias idea que estaba dentro de ti. Con el transcurso de los años, ves tus errores y tus victorias en tu propio hijo, así como las diferencias entre tu hijo y tú, celebras sus victorias y lloras con él sus derrotas. Pasan los años y te descubres abuelo(a); descubres que no tienes tiempo, que tus días fueron plenos y que ese dicho de reza vive tu día como si fuera el último, cobra un significado invalorable. Así, viendo en la profundidad de los ojos de tu compañera de vida, encuentras el amor. No sé si será del que todos hablan, pero si sé que es el único que existe.
Se levantó, me colocó la mano en el hombro, entendí que el tiempo había transcurrido y la neblina lo abarcaba todo. Caminando hacia la nada y su figura desdibujada en la neblina sus últimas palabras fueron:
Recuerda que es posible que cuando partas, la neblina no te deje ver el camino, hay una senda segura pero hay abismos, obstáculos, senderos resbalosos, distracciones que pueden sacarte del camino. El amor está en ti, no te hace falta buscar más.
El páramo estaba totalmente cerrado por la neblina, esperé hasta que se hizo noche y en esa oscuridad, vi mejor el camino. Años después nació Andrea, cuando pensaba que lo sabía todo, caí en cuenta que estaba fuera del camino. Sigo creyendo lo que aquel hombre me dijo, el amor está en mí, en ti y en cada uno de nosotros. Dios, colocará allí, en el camino, a esa persona que esperamos, no te afanes, vive con la certeza de lo que no se ve, vive con fe.
Fin
Autor:
José Mujica
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