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Desenmascarando al Evangelio de la Prosperidad


  1. Introducción
  2. Concepto e historia del evangelio de la prosperidad
  3. Otras doctrinas del evangelio de la prosperidad
  4. Impacto actual del evangelio de la prosperidad
  5. Bibliografía

Texto Central: 2 Pedro 2.1-3

Introducción

Quiero introducir esta conferencia con las mismas palabras de algunos de los principales exponentes, de una de las herejías más diabólica de la actualidad: El Movimiento de Fe o mejor conocido, como el Evangelio de la Prosperidad.

"Ser pobre es un pecado" Robert Tilton, pastor y evangelista.

"Si agradamos a Dios seremos ricos" Jerry Savelle, pasto y maestro.

"Confiesa que estas perfectamente sano, mientras que la enfermedad está en pleno camino dentro de tu cuerpo" E.W. Kenyon, uno de los fundadores.

"Tú no tienes un Dios en ti, tú eres uno…" Kenneth Copeland, uno de sus grandes exponentes.

"Usted no está mirando a Morris Cerrullo, usted está mirando a Dios" Morris Cerrullo, evangelista.

"El dinero no es otra cosa sino vida espiritual" Rodolfo Font, Apóstol.

"La pobreza es del diablo y Dios quiere a todos los cristianos sean prósperos", Benny

Hinn, evangelista.

"Dios quiere que sus hijos usen las mejores ropas. Quiere que conduzcan los mejores automóviles y quiere que tengan lo mejor; basta con pedir lo que necesitamos. Pocas personas saben hoy que pueden escribir su propia "orden de compra" a Dios" Kenneth Hagin, padre del Evangelio de la Prosperidad.

I. CONCEPTO E HISTORIA DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD.

A finales de los años 70 se consolidó en los Estados Unidos, un movimiento de carácter internacional conocido como: Movimiento de fe, palabra de fe, fórmula de fe, confesión positiva, movimiento decláralo y reclámalo, todos estos nombres se refieren a las doctrinas erróneas del conocido Evangelio de la Prosperidad, para muchos, el evangelio de Mammon.

Este falso evangelio, fue elaborado por el maestro y evangelista Kenneth Hagin (Fallecido en el 2003), que en su último libro El toque de Midas, denunció los excesos de sus

seguidores, y ha sido promovido por diversos maestros y evangelista en todo el mundo: Kenneth Copeland, Robert Tilton, Benny Hinn, Pat Robertson, Oral Roberts, Frederick C. Price, Jonh Avanzini, Charles Capps, Jerry Savelle, Morris Cerrullo, Paul Crounch, Joel Osteen, Paul "David" Yonggi Cho (Corea del Sur), Cash Luna (Guatemala), Víctor Richards (México), Rodolfo Font (P.R), Alejandro Martínez ( Chile), Jonás González (Costa Rica), Aquiles Azar ( Rep. Dom.) Entre otros.

La enseñanza cardinal del evangelio de la prosperidad es: "Que es la voluntad de Dios que sus hijos sean abundantemente exitosos en todas las cosas, con especial énfasis, en la prosperidad económica."

De acuerdo a estos falaces, a través de la fe (Que implica visualización y confesión positiva) podemos obtener todo lo que queramos, es decir, cualquier cosa que deseemos. Kenneth Copeland enseña: "Si un creyente desea tener algo, primero lo debe visualizar en su mente, después decirlo con la boca como si existiera. Lo que se confiesa se hace realidad." K. Hagin, refuerza dicho argumento diciendo: "Si un creyente quiere ser exitoso sobre sus circunstancias, primero debe confesarlo, positivamente. Al hacerlo, la confesión de fe crea una realidad positiva."

Esta doctrina de la palabra hablada o confesión positiva, ellos la llaman: Rhematología. Joel Osteen, uno de los celebres maestros de esta herejía, ha dicho: "La Biblia dice que nosotros crecemos en favores. Yo creo, que una de las formas en que crecemos en favor es declarándolo. No es suficiente leerlo, no es suficiente solo creerlo. Usted tiene que decirlo. Sus palabras tienen fuerza creativa, y una de las principales formas para dejar salir nuestra fe es a través de nuestras palabras. Hay una conexión divina entre declarar el favor de Dios y ver el favor de Dios manifestarse en su vida. Usted tiene que darle vida a su fe declarándola."

K. Hagin, en su libro: Cómo escribir su boleto con Dios (1988), afirmó que el mismo Jesucristo se le apareció personalmente y le dio la fórmula para la fe. En el primer capítulo, titulado Jesús se me apareció, Hagin dice, que cuando él "estaba en el Espíritu" – exactamente igual que el apóstol Juan en la isla de Patmos – una nube blanca le envolvió y empezó a hablar en lengua.

"Entonces el mismo Señor Jesús se me apareció – dice Hagin – estuvo como a tres pies de mi." Después de una extensa conversación, según Hagin, Jesús le dijo a él que tomara una pluma y un pedazo de papel, y le dijo: "Escribe 1, 2, 3,4."

Jesús, entonces, le dijo a Hagin que "Si cualquier persona, donde sea, tomara estos pasos o pusiera en operación estos cuatro principios, recibirá todo cuanto quisiese, de Mi o de Dios el Padre." Según Hagin, la fórmula es simple: "Dilo", "Hazlo", "Recíbelo" y "Cuéntalo."

? Paso No.1: "Dilo". "Positivo o negativo, eso depende del individuo. De acuerdo a lo

que el individuo quiera, eso habrá de recibir."

? Paso No.2: "Hazlo". "Tu acción puede derrotarte o elevarte. De acuerdo a tu acción, tú recibes o te quedas sin recibir."

? Paso No.3: "Recíbelo". "Nosotros tenemos que conectarnos con la fuente de poder

en el cielo. La fe es el conector. Simplemente, conéctate." Y

? Paso No.4: "Cuéntalo". "Cuéntale a otros lo que te ha pasado, para que puedan creer."

K. Copeland, lo resume de esta manera: 1) Ver o visualizar cualquier cosa que usted necesite, físico o financiero, 2) Valide su afirmación en la Escritura, y 3) Declárelo a existencia.

Un ejemplo: 1) Yo quiero una jeepeta Toyota Prado, la comienzo a visualizar en mi mente,

2) Busco un texto que reafirme mi pedido (Deut. 28.13: "Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estará encima solamente…) y 3) Lo declaro como hecho, aunque no tenga ni un centavo para comprarlo.

Uno de los textos favoritos que usan los maestros de la súper fe, para sostener esta aberrante filosofía es Marcos 11.22-24: "Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá." Estos falaces, tuercen este pasaje lo más que pueden, para justificar su avaricia disfrazada. Este pasaje debe interpretarse a la luz de otros pasajes que hablan sobre la oración, tales como 1

Jn. 5.14-15: "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho."

El verdadero propósito de la oración, no es cambiar los planes de Dios, sino, el ponernos en línea con su voluntad, que es buena, agradable y perfecta. Es por eso, que el Señor expresó en la oración modelo: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra" (Mt. 6.10)

En síntesis, para los maestros de la prosperidad, si usted no es rico o está enfermo, es porque usted está en pecado o su fe es débil. Afirman que si usted está en armonía con el Dios del oro y plata, usted tiene que experimentar una prosperidad integral, en su economía, en su cuerpo y en sus relaciones.

II. OTRAS DOCTRINAS DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD.

1. Somos pequeños dioses. Según estos falaces, Dios y los hombres poseen una naturaleza común al ser ambos seres espirituales. Ellos afirman, que la única diferencia entre la humanidad y Dios, es de grado, y no de naturaleza.

K. Hagin dijo: "El hombre fue creado en términos de igualdad con Dios, y puede estar hecho tan parecidos a Él le fue posible… El nos hizo la misma clase de ser que es El…el hombre vive en el dominio de Dios. El vive en términos iguales con Dios". En ese mismo orden, K. Copeland declara: "La razón de Dios para crear a Adán fue su deseo de

reproducirse a si mismo… El no fue casi como Dios, el no fue parecido a Dios. Ni aun, fue

él subordinado a Dios".

John Avanzini proclama: "…Que el propósito eterno de Dios ha sido a través de las edades… es el de duplicarse a Si mismo en la tierra". Y Morris Cerrulo dice: "Todo el propósito de Dios fue reproducirse El mismo… Usted no está mirando a Morris Cerrullo, usted está mirando a Dios, usted está mirando a Cristo".

Esta herejía, está en total acuerdo con una de la doctrina fundamental de los mormones que dice: "Dios el Padre fue una vez como nosotros, y nosotros seremos como El es".

Aunque los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1.26) esto no significa, que somos igual a Dios o pequeños dioses. Las Escrituras, en ambos Testamentos, deja bien en claro que el Creador es diferente a Su creación. Basta con leer lo que expresó David en el Salmo 8.4: "Digo: ¿Quién es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?".

2. La disminución de Cristo.

Otra de las blasfemias del evangelio de la prosperidad, es la disminución de la Deidad de nuestro Señor Jesucristo, a tal punto, que lo rebajan aún simple mortal. K. Copeland escribió: "Adam fue una copia, parecido exactamente a Dios. Si usted colocara a Adán junto a Dios, los dos parecerían iguales." Frederick C. Price afirma: "Jesús estuvo en la tierra solamente como un hombre, no como Hijo de Dios."

El N.T. deja bien en claro la Deidad de Cristo, basta con citar las palabras de apóstol Pablo en Colosenses 2. 8-10: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilizas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad."

3. La disminución de la expiación de Cristo.

Otra de las aberrantes enseñanzas de los maestros de la prosperidad, es tocante al sacrificio de Cristo. K. Hagin en su libro El nombre de Jesús escribió: "La muerte física no puede expiar los pecados ¿Cree usted que el castigo por nuestros pecados fue morir en la cruz? Si ese fue el caso, los dos ladrones pudieron haber pagado el precio. No, el castigo fue ir al mismo infierno y cumplir una condena allí separado de Dios."

De acuerdo a estos maestros, cuando Adán se reveló, o "cometió alta traición", no solo traicionó a Dios por entregar a Satanás lo que Él le había dado, sino que también tomó la naturaleza de Satán. Así que, para redimir la raza humana y la creación del control legal de Satán, Jesús como el segundo Adán, tenía que morir no sólo físicamente, sino también espiritualmente. Ellos afirman, que Jesús no solo llevó nuestros pecados en el calvario, sino que también llevó la naturaleza satánica. Así como Adán murió espiritualmente, Jesús murió espiritualmente. La muerte espiritual que El sufrió causó que su cuerpo muriera…Cuando Jesús aceptó la naturaleza de Satán dentro de su espíritu, El clamó: ¡Dios mío, Dios mío!

¿Por qué me has desamparado? El estaba separado de Dios…El fue llevado a lo profundo

del infierno. (Clásica Redención, por K. Copeland y El Nombre de Jesús, por K. Hagin)

Estas y otras herejías, son condenadas en toda las Escrituras. La Biblia deja bien en claro, que el sacrificio de Cristo, fue todo suficiente para redimir a toda la humanidad y que nunca dejó de ser Dios cuando vino a la tierra por nosotros. Los apóstoles Juan y Pablo, escriben tocante a esto: "Pero si andamos en luz como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo" (1 Jn. 1.7 y 2.2) Y "Haya, pues, en vosotros este mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no escatimó el ser igual a Dios como cosa que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre". (Fil.2.5-11)

III. IMPACTO ACTUAL DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD.

El impacto provocado por esta herejía, ha sido cruel para el evangelio santo de nuestro Señor Jesucristo. Este falso evangelio ha contribuido, a que muchos escépticos e incrédulos reafirmen sus dudas y se alejen más de Cristo. En segundo lugar, ha provocado la ruina económica de muchos creyentes, que sutilmente han sido engañados por estos lobos rapaces. Y tercero, fomenta en el creyente un estilo de vida de arrogancia y materialismo, y finalmente, rebaja la autoestima de aquellos que están enfermos y que no han prosperado económicamente.

Nosotros, responsablemente, catalogamos al evangelio de la prosperidad o súper fe, como una "doctrina de demonio", que debe ser rechazada por todos aquellos que creen que la Biblia es la única regla de fe y conducta para el creyente. También afirmamos, que Dios es soberano, que prospera y sana, al que El quiere y cuando quiere, sin necesidad de que visualicemos o confesemos positivamente. Y finalmente creo, que la más grande bendición de los creyentes, estén enfermos o no, tengan bienes materiales o no, es ser hijos de Dios y estar en los lugares celestiales con Cristo. (Jn.1.12-13 y Ef. 1.3)

Preparado por: Mstro. Cristian E. Martínez Cel. (829) 933.0485 Cel. (849) 785.2267 www.ministerio-menorah.blogspot.com

8.5.11

Bibliografía:

1. Cristianismo en Crisis Siglo XXI. Por: Hank Hanegraaff.

2. Un Estudio Bíblico del Movimiento de la Súper fe. Por: Belkis Del Rosario.

3. La Advertencia Olvidada de Kenneth Hagin. Por: Lee Grady.

 

 

Autor:

Mstro. Cristian E. Martínez

MINISTERIO DIDACTICO MENORAH

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DESDE FEBRERO 2002