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Teoría atómica del mal humor: Arístides Bastidas 12-03-1924 / 23-09-1999

Enviado por Ricardo Pérez

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    Nació un 12 de Marzo de 1.924 en San Pablo, Estado Yaracuy, cuna de hombres Ilustres. Reportero, periodista e investigador científico, Prodigioso autodidacta que sin haber cursado enseñanza superior, era profesor honorario de varias universidades y sobre su figura se han hecho tesis doctorales y otros estudios y se han publicado biografías. Escritor de: El Átomo y sus Intimidades, Científicos del Mundo, Aliados Silenciosos del Progreso, El Anhelo constante, Los Órganos del Cuerpo Humano, La Ciencia Amena, etc. Fundó en 1969 la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico. Ganó dos veces el Premio Nacional de Periodismo, El Premio Latinoamericano de Periodismo Científico "John Reitermeyer", varias veces el Premio Municipal. Ganador del prestigioso certamen Kalinga, otorgado por la UNESCO, considerado el Premio Nobel de la divulgación científica, recibido entre otros por Julián Huxley, Beltrán Russell y Augusto Pi Suñer. Horas antes de su muerte, un 23 septiembre de1992, llegó a saber que había sido premiado por la Universidad de Florencia con el "Capire," Premio Internacional para un Futuro Creativo.

    Teoría atómica del malhumor. Arístides Batidas.

    La teoría atómica del malhumor presentada magistralmente por el fallecido periodista venezolano Arístides Bastidas, quien en vida fuere acreedor de numerosos reconocimientos entre los que figuran: Premio nacional de periodismo 1962, premio Latinoamericano de periodismo científico John  Reytermeyer 1970, orden francisco de Miranda en primera y segunda clase, orden Andrés Bello primera y segunda clase, condecoración como miembro de honor del instituto de cultura Hispánica conferido por el Gobierno de España 1976, y quien fuere nombrado profesor honorario de la Universidad Central de Venezuela 1975, de la Universidad Simón Bolívar 1979 y de la Universidad Simón Rodríguez 1979. Hace mención en su obra: el átomo y sus intimidades:

    ´´Los iones, átomos anormales que a veces nos quitan la calma y a veces nos estimulan la alegría de vivir ´´ Pág. 74.

    Sin embargo, dicho texto versa sobre el conocimiento de la energía nuclear y las intimidades relacionadas con el átomo. A nuestro modo de ver, consideramos este enunciado como causa suficiente para llamar la atención de cualquier profesional dedicado a la sociología científica y al mundo del conocimiento en general.

    Dicho ejemplar contiene, –de manera muy peculiar–, información detallada sobre las intimidades del átomo y su utilización en los procesos industriales y energéticos desarrollados en centenares de reactores nucleares a nivel mundial.

    Resulta importante destacar, que en su prólogo, el Teniente de Navío e Ingeniero nuclear: Leancy Giovanni Clemente, advierte sobre la deuda contraída con el periodista Arístides Bastidas, por parte de los estudiosos de las ciencias nucleares, puesto que a su modo de ver, son muy contadas las publicaciones en español que hablan en forma clara y amena sobre las particularidades de la materia, y en donde Arístides traduce en forma llana y simple los conceptos y definiciones abstractas y complejas que caracterizan el liado mundo de la física y la química, haciendo de este texto, un ejemplar que alcanza a todo tipo de lector.

    Comenzaremos por ahora y sin explicar, que el humor es un fenómeno inherente al ser humano. Con ésta premisa: ¿Qué relación existe entre átomo y el ser humano? Lo cierto es, según las palabras de  nuestro apreciado autor, todo ser vivo no es otra cosa que el resultado de la acumulación de átomos, y que toda existencia es precisamente esto. Por lo tanto, aunque nos parezca sorprendente, toda materia está compuesta por los mismos componentes básicos, y dichos componentes son los mismos para todo tipo de existencia material. Según lo antes afirmado, por muy diferentes que se nos presenten tales existencias, todos sin excepción contienen protones y electrones en sus estructuras atómicas.

    Dentro de estas concepciones, no es menester señalar, que la apariencia de los cuerpos nos engaña de forma muy peculiar, así al creer que el plomo es más pesado que el hidrógeno es cierto; pero la realidad es otra, puesto que el hidrógeno se encuentra por encima del plomo dentro de su clasificación, siendo el hidrógeno el elemento número uno dentro de la tabla periódica. Así no los indica Arístides, en una  relación similar del hierro con el oxígeno:

    "El hierro tiene una gran significación para la vida animal, pero no por las numerosas partículas de sus átomos, sino porque es un fiel sirviente usado por la sangre para que transporte a nuestro señor el oxígeno hasta las células y las ayude a obtener la energía que nos mantiene en actividad" Pág. 16.

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