En estos días se dio a conocer una noticia muy esperada por muchos: la inclusión del principio activo glifosato en el listado de sustancias probablemente carcinogénicas para humanos (Grupo 2A) y esto merece algunas consideraciones.
Primero, que resulta bueno saber que hay entidades que se preocupan por nuestra salud al valorar sustancias que, por distintos intereses, llegan a su ámbito de análisis.
Luego, cabe la natural inquietud de aprovechar la ocasión para conocer qué otras sustancias que están en esa (o peor) categoría para asi ponderar el nivel de exposición al cual podemos estar sometidos.
Para ello, comencemos por decir que el I.A.R.C. (International Agency for Research on Cancer) agrupa estos agentes en categorías según el nivel de certeza que tienen determinados estudios efectuados a nivel mundial, acerca de su responsabilidad de causar esta terrible enfermedad.
Es así que tenemos cuatro (en realidad, cinco) grupos:
1. Grupo 1 (carcinogénico para humanos)
2. Grupo 2
· A (probablemente carcinogénico para humanos)
· B (posiblemente carcinogénico para humanos)
3. Grupo 3 (no clasificable como carcinogénico)
4. Grupo 4 (probablemente no carcinogénico).- Bueno, me tome el trabajo de tildar las mas conocidas por mi y encontré que en dicho listado figuran no solo los principios activos a los cuales estoy familiarizado por mi profesión (agrícolo-ganaderos) sino también algunos de uso en medicina humana y animal, otros con presencia alimentaria y farmacológica e industrial, como así también sustancias derivadas de algunos procesos biológicos, enfermedades virosis y otros relacionados con exposiciones ocupacionales (Lamina # 01).-
Ahondando un poco y como verán, además del perseguido herbicida (categorizado dentro del Grupo 2 A) y sus denostados compañeros "agrícolas", nos encontramos con muchas sustancias que nos son muy familiares:
ü partiendo de la esperada presencia del tabaco nos encontramos con algunas bebidas (etílicas, café y mate)
ü ciertos conservantes y contaminantes alimentarios (nitritos, nitratos, metales pesados, toxinas fúngicas)
ü pasando por enfermedades como el HIV, hepatitis, herpes y malaria
ü exposición a radiaciones y campos electromagnéticos
ü hasta materiales cotidianos como caucho, asbestos (amianto), creosota, petróleo
ü y algunos derivados, pinturas, polvo de madera, aceros, tinta
ü algunas hormonas, antibióticos y drogas oncológicas (¿¡)
ü sin dejar de sorprendernos la presencia del Aloe vera y el Gingko biloba
¿Qué pensar de todo esto? ¿Prohibidos?
Se habrán dado cuenta ya: no!!!
Solo algunos principios activos agrícolas insecticidas (que han permitido la erradicación de muchas enfermedades mortales vectorizadas por insectos en extensas regiones del planeta) que contienen cloro en sus moléculas un fosforado (el conocido parathion) y toxafeno (creería que no llego a usarse en Argentina). Nada más.
¿Por qué?: ¿Intereses poderosos? ¿Sobornos? ¿Adulteración de ensayos? ¿Mentiras? … o porque los beneficios son mayores a los problemas (aun en estos temas tan delicados) y en definitiva, todo depende de su uso y nivel de exposición???
Particularmente, voto por esta última, sin duda.
Pero: ¿no habrá sustancias mucho peores que las analizadas por I.R.A.C. que por algún motivo no han sido estudiadas? Seguramente que sí. Y la pregunta inversa: ¿no habrán incluido algunas de ellas en los listados por presiones de las ONG´s ambientalistas? Diría también, que es probable.
¿De donde viene mi "escepticismo" al respecto? Porque tal como se ha repetido hasta el cansancio, la dosis (de lo que sea, esto es nivel de exposición) hace a la toxicidad (efectos biológicos), interactuando con las variaciones genéticas que tenga cada población u organismo en particular. En otras (y santas) palabras: "busquen y hallarán!!!" Ilustrando algo más el tema y sin perder el hilo de lo expresado hasta aquí, recurramos a analizar someramente ahora la situación de los productos llamados Línea Jardín y Domi-sanitarios (habilitados en argentina por A.N.M.A.T. y SeNaSA, respectivamente) y veremos que:
· Prácticamente la totalidad de la Línea Jardín es compartida con el agro (Gráfico # 01) para que podamos ensañarnos con los insectos y malezas en nuestros frutales, habitaciones y veredas sin que nadie nos alerte sobre su mal uso.
· En cambio, en el caso de los domi-sanitarios (Gráfico # 02) sólo el 38% de los activos son compartidos con el agro. Del resto (62%) nadie habla: ¿serán más inocuos que los de uso agrícola? Aun si así fuera: ¿qué pasa con el nivel de exposición al cual sometemos a nuestras familias? Digo, porque oh sorpresa: la mayoría de ellos son insecticidas (Gráfico # 03), más próximos a nuestra biología que los herbicidas (como el glifosato) y nuevamente, sin uso controlado.
· En otras palabras: mientras "los bichos" no nos molesten, no nos importa lo que usamos, ni cómo lo usamos. No es así? Total el médico cuando se encuentre con síntomas inespecíficos seguramente opinará que o es "un virus" o aquella "fumigación" que viste de lejos y sanseacabó.
· Atención: ya lo comente en otras notas, pero suele verse en algunas góndolas productos en base a DDVP (el conocido Flit, insecticida fosforado, categoría I.R.A.C. 2B), producto no autorizado y además obviamente elaborado en forma clandestina, eso si: con aroma a lavanda.
A propósito: ¿vieron que hay insecticidas hogareños "sin olor" y otros, "aromatizados"? Muy lindo en primera instancia, pero pueden ser muy peligrosos en ciertas manos, porque nos podemos intoxicar sin darnos cuenta. Cuidado con esto.
No obstante ello y afortunadamente es notable cómo evolucionan favorablemente las clases toxicológicas
de todos estos productos,tanto los agrícolas como los domi-sanitarios y la Línea Jardín (Gráfico# 04 y OS).
Para ir concluyendo: ¿Que está ocurriendo?
Lo que no quieren entender nuestros amigos "ambientalistas", vaya a saber por qué: en este mundo en que vivimos el nivel de exposición a los xenobióticos (agentes extraños a nuestro metabolismo) y otros riesgos, es prácticamente inevitable y, salvo que propiciemos vivir en "una burbuja" o prescindir de años de avances tecnológicos, tendremos que aprender a convivir con ello o resignar algunos beneficios a los cuales estamos muuuuy "acostumbrados". Entre ellos, comer.
¿Esto quiere decir que no hay que tratar de cambiar esta realidad? No!!! ¿Quién quiere "envenenarse" pudiendo evitarlo? Digo: es necesario controlar y mejorar todo esto, pero con elementos de juicio objetivos y siendo realistas. Solo eso.
Volviendo a la categorización del glifosato: ¿es sensato menospreciar estos estudios que ponen en igualdad de condiciones al glifosato y con una mateada con agua hirviendo? No!!! Solo usémoslo correctamente (dentro de lo previsto por las leyes de agroquímicos) y comencemos a tomar "tererés": es más sencillo que andar por ahí bloqueando calles, salvo que tenga el tiempo para hacerlo o le paguen por ello.
Por lo tanto y pidiendo disculpas hasta el cansancio por mi insistencia: los problemas de esta índole no se eliminan mediante la mera prohibición, porque la humanidad volvería a "las cavernas" y nadie sensato desea eso. Solo hay que hacer cumplir las leyes normalizadoras de las actividades y comunicar información objetiva al consumidor. ¿No les parece?
Autor:
Ing. Agr. Alejandro Gorgni
MP 1-0414
Especialista en Manejo de Agroquímicos (U.N.L.) Posgrado en Gestión Ambiental (U.N.R.C.)