Descargar

La ciencia epigenética, el embarazo “normal” y la obesidad: una parábola en tres actos

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

  1. La obesidad nuestra preocupación perenne
  2. Volvamos al dominio de los genes
  3. Nuestro propósito
  4. ¿Qué es la epigenética?
  5. Mientras tanto, qué sucede en el ser humano…
  6. La Hipótesis de Barker
  7. ¿Qué es un transposón o gen saltante?
  8. Aplicaciones clínicas
  9. Bibliografía

Cuando una mujer sale embarazada poco conoce lo que sus acciones al comer pueden causar al bebé que, dentro de sí, ella alberga. Por ello muchas aprovechan la moratoria ofrecida por la circunstancia fortuita del embarazo para rescindir todo control en lo que a su ingesta respecta.

Los hombres, por supuesto, privados del privilegio femenino de concebir, carecen de razones para preocuparse con los efectos de sus comportamientos, en los retoños de los embarazos en los que sus zigotos participen.

Pero no es así, como más adelante tendremos la oportunidad de aprender, cuando nos aventuremos dentro del ámbito de la epigenética, como en esta lección haremos.

La obesidad nuestra preocupación perenne.

Primero, examinemos algunas de las estadísticas que nos causan mayor preocupación.

Una tercera parte de la población norteamericana infantil padece del sobrepeso o es obesa. Esta cifra representa unos 25 millones de niños.

En los últimos treinta años, el porcentaje de niños obesos, entre los dos y cinco años de edad se ha triplicado.

Una bebé hembra nacida en el año 2000 hoy tiene un chance del 40% de desarrollar diabetes tipo 2, la que se relaciona directamente con la obesidad de adultos.

Además de lo antedicho, un 60% de entre estos niños exhibe uno ó más de los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, elevación de los triglicéridos y descontrol del azúcar sanguíneo.

Un reportaje del año 2005 en el New England Journal of Medicine nos advierte que la epidemia de obesidad juvenil en los Estados Unidos pronostica una reducción en la expectación de vida en los adultos de unos cinco años. Algo que ocurre por la primera vez en la historia de esa nación de obesos.

No existe la menor duda de que galones de refrescos azucarados, canastas de papas fritas en grasas deshidrogenadas, demasiado horas jugando Nintendo o viendo pasivamente la televisión — en lugar de practicar actividades físicas al aire libre — constituyen una combinación letal.

Un volumen de evidencia continúa creciendo corroborando el hecho de que los hábitos dietarios y de vida, de ambos padres — la madre especialmente — durante las etapas tempranas del embarazo, pueden afectar el metabolismo y el futuro bienestar de los hijos.

En otras palabras, si una mujer quiere salir, o sale embarazada, debe de pensar dos veces antes de abandonarse a una dieta que resultará en aumentos desproporcionados de peso — como se acostumbra en nuestras culturas.

Volvamos al dominio de los genes.

El gen egoísta y todopoderoso entra en la escena

Para muchos, la frase freudiana de "anatomía es destino" se metamorfoseó en algo como: "el gen es poder supremo".

En su obra cumbre, The Selfish Gene, el etólogo británico Richard Dawkins, nos introduce al poder abrumador que poseen los genes, logrando impresionarnos con el alcance del "mapa" que como plan controlador reside en el ADN celular.

Pero, la historia del dominio del gen no es hoy lo que de antes se creyera, y que Dawkins y sus muchos prosélitos, nos enseñaran.

edu.red

Cariotipo humano

Hoy sabemos, no sólo que lo que los padres hacen afecta el futuro de sus hijos naturales, sino que (sin abandonarnos en un ejercicio de índole lamarckiano) los genes no siempre se expresan, de modo invariable, de acuerdo a las instrucciones, que en ellos creemos existen, ya que ciertos compuestos secundarios pueden atarse a los genes suprimiendo su expresión.

Entonces, como sucede con nuestros dispositivos electrónicos, los genes se prenden y se apagan.

Todo procede como si fuera un interruptor de encendido que conecta o desconecta el gen, como si fuera una bombilla eléctrica.

Nuestro propósito

Aquí, lo que nos interesa es el hecho de que factores ambientales, como son la comida que comemos y los cigarrillos que fumamos, pueden prender y apagar la expresión normativa de nuestros genes, alterando sus manifestaciones.

El tipo de exploración científica, aquí descrita, ha cambiado radicalmente el campo de la genética en su totalidad, lanzando una nueva disciplina llamada la epigenética.

¿Qué es la epigenética?

La epigenética es la disciplina que se ocupa de investigar de cómo niños pueden heredar y expresar lo que aparentan ser nuevos rasgos provenientes del comportamiento y entorno de sus padres sin cambios en el ADN subyacente. En otras palabras, las instrucciones provenientes del código hereditario son las mismas, pero algo, las cancela sin que el componente genético se altere.

Partes: 1, 2
Página siguiente