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La subjetividad en el aula de clase


    1. Algunas Reflexiones sobre nuestra práctica Docente
    2. La subjetividad en el aula de clases
    3. Conclusiones

    Introducción.

     Algunas dimensiones de la subjetividad en la práctica docente.

    según (fierro c., rosas l., fortoul b., 1995 )  el trabajo de los maestros donde quiera que se realice está conformado por un conjunto de relaciones.

    El docente además de conocer sobre los contenidos que debe transmitir a sus alumnos, de reproducir la cultura existente a través de los tiempos y de describir el aquí y el ahora en el que viven él y sus alumnos, es importante considerar y analizar otros fenómenos que ocurren en el aula, una pregunta importante sería considerar qué tan ubicados espacialmente nos encontramos en el aula como maestros, en relación con las diferentes dimensiones que rodean la realidad escolar, como se presenta en el esquema de arriba.

     Debemos considerar que cuando estamos frente a un grupo, conocemos algunas partes de nuestra práctica docente, e ignoramos otras. sería importante plantearnos preguntas como: ¿Analizamos nuestra práctica docente?, ¿Hemos buscado conformar un estilo pedagógico particular?, ¿De qué manera nos comunicamos con los alumnos? ¿cuál es mi función en la sociedad, y ésta que espera de mí?

    Algunas reflexiones sobre nuestra práctica docente.

    ¿Analizamos nuestra práctica docente? nuestra práctica docente debe ser analizada, ya que si la función del docente es el transmitir conocimientos a sus alumnos, y promover el cambio en la sociedad, hay mucho que tiene que profundizar para llegar al propósito mencionado, puesto que no es lo mismo la poesía que la prosa en la práctica docente, la realidad es compleja y desordenada, por lo tanto el docente necesita ubicarse espacialmente con respecto al grupo escolar al que se enfrenta, puesto que el grupo es un reflejo de los valores que ha adquirido en la familia, en la sociedad allá afuera, el alumno ha sido educado a través de una violencia simbólica, mediante el lenguaje, se le ha enseñado ha depender de otros tutores para aprender o para ver la realidad, o simplemente se les ha dejado andar por el mundo sin riendas, porque los papás trabajan todo el día, o talvez tengo la suerte de que el grupo escolar con el que me relaciono vive en una colonia acomodada y tienen computadoras cada uno, van a clases de música, de piano, tienen interés por aprender cosas nuevas.

    En fin, existen múltiples situaciones que pueden surgir en un salón de clases y que es necesario verlas cuando surjan, pero… y ahora qué vamos a hacer, sería la gran pregunta, qué métodos voy a utilizar y hasta donde voy a profundizar para resolver problemas, cuáles son las herramientas que como docente se me acomodan para utilizarlas en mi práctica, que dirección llevo, hacia dónde quiero ir. Pienso que en éste escenario se encuentra el docente, éste es el punto de partida para incidir en el aula.

    ¿Hemos buscado conformar un estilo pedagógico particular? pienso que si, que de toda la vida lo mejor para educar ha sido el imitar ciertos roles, y de ahí se ha identificado la educación tradicional, de párbulos, la educación tecnocrática; lo más perjudicial en un estilo pedagógico particular es la funcionalidad, si funciona es que está bien, es lo primero que intuyen las personas para situar de alguna manera su práctica docente, y ésto me parece patético.

    Es obvio que el estilo pedagógico se construye como la mayoría de las funciones vitales, porque va en función pienso o se relaciona con la personalidad, y ésta se construye, y la manera de construirnos a nosotros mismos como sujetos es enfrentándonos a nosotros mismos, ante nuestras debilidades y fortalezas, para identificarlas y darnos cuenta de lo que podemos y no podemos cambiar, que es lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Yo no estoy en contra de conformar un estilo pedagógico particular en función de lo que imitamos a lo largo de nuestra vida, en nuestra formación o deformación educativa, puesto que mediante la reflexión de la forma en que hemos sido educados, de la forma en que nos han enseñado, no de una forma pasiva, sino de una forma destructora-constructora de la otredad educativa. Por ejemplo si a mí personalmente me cae gorda la forma en que me han educado mis padres, e identifico porqué, estoy reconociendo lo que no me gustaría ser, ser como ellos, si yo identifico que en lugar de talento para mostrar los caminos a seguir, me muestran una amorosa imposición de lo que hay que aprender, ésto te aleja de ti mismo porque sigues las expectativas de los padres, lo que ellos esperan está situado en otro tiempo y espacio distinto al nuestro, al actual. Si nos agrada el estilo pedagógico particular de un docente, y analizamos la fundamentación teórica en la que descansa, estamos profundizando en nuestro estilo pedagógico también porque lo confrontamos con el nuestro, con nuestra personalidad. si un maestro es irónico y le funciona su estilo, y nos agrada, talvez lo podemos implementar porque nosotros somos así, si una maestra a todo el mundo embeleza con su dulzura y a mí en lo particular no, es porque talvez lo amoroso lo observo desde otro punto de vista, talvez para mí el amor debe ser duro, se puede demostrar de otras formas. Por lo tanto un estilo pedagógico se construye, nosotros somos la medida para ello, pero la construcción está en función con la otredad, con el afuera, no con nosotros mismos, no podemos profundizar en nosotros mismos porque no hay más que vísceras.

    Si no en relación con el tiempo y espacio en el que vivimos, con la historicidad de nosotros como sujetos pertenecientes a una sociedad que ha sufrido cambios, a través de la forma en que la tecnología nos permea, la cultura, las necesidades humanas, entre otras relaciones de nosotros con el afuera.

    ¿De qué forma nos comunicamos con los alumnos? Ya que hablas de comunicación, pienso que es una dimensión importante que integra nuestra práctica docente, ya que mediante nuestra comunicación verbal y no verbal expresamos lo que pensamos lo que sentimos del otro que está frente a nosotros, pero pienso que debemos separar lo que es la comunicación de la autoridad, pues son distintas y aunque se enlazan en momentos en la práctica docente están disociadas una de otra. el docente para llevar a cabo su práctica no tiene que comunicar que es una autoridad, ya que ésta se gana o no, cuando al final de un semestre se les pide a los alumnos que te evalúen, éstos no toman en cuenta la autoridad que tiene un carácter implícito en el aula de clase, el maestro tiene un status, por eso es encargado de conducir una aula, y no tardarán un semestre en decidir si el maestro dará la clase o un alumno más capacitado, o con más talento. el alumno sabe que tendrá que soportar o a admirar a un maestro quiera o no. La comunicación tiene otro sentido, un sentido de diálogo, la comunicación en diagrama se da entre emisor-receptor, mensaje, se necesita un código, y una retroalimentación. la comunicación va más allá de esto la comunicación en la modernidad se ha vuelto más simbólica pienso yo, los símbolos jalan inmensidad de formas en las que se puede construir la comunicación con los alumnos, el docente en éste sentido debe volverse un iconoclasta, un artista que se deleite de utilizar símbolos con sus alumnos, palabras claves que nos llevan hasta donde el maestro se supone que sabe, por lo tanto el maestro además de saber, debe meterse en caminos insospechados que en ocasiones sean absurdos pero que se conecten con la realidad, con los alumnos, poner atención de lo que a los alumnos les interesa hablar y de el lenguaje que utilizan ellos porque son herramientas que pueden servir y usados en contra suya o a favor de ellos mismos, lo importante no es tratarlos bien o tratarlos mal, lo importante es tener éxito, porque es la vara con la eres medido a través de él te evalúan, te admiran o te hacen pedazos como docente. La autoridad por tanto no tiene sentido en sí misma, se ha configurado tanto en nuestra representación que tenemos, sabemos el papel que jugamos como alumnos o como docentes desde los primeros años de la infancia, pienso más bien que lo más difícil es crear desde el diseño de una clase, y después en el momento en que se vive la clase, la voluntad humana tiene una razón más importante que la autoridad, porque se fundamenta en nuestras necesidades más profundas de representarnos ante un grupo y en la otredad, y en éste sentido nos volvemos razonables y convencemos o no; pues se diferencia la voluntad ante un mero capricho de autoridad, o la estupidez de ocupar un espacio simbólicamente objetivo por parte del maestro.

    ¿Cuál es mi función en la sociedad, y ésta que espera de mí? claro que sí debemos tomar conciencia del mundo en el cual vivimos, el aquí y el ahora, cuáles son las causas primeras y últimas de las actividades que se generan frente a nosotros, lo que causa la masificación, qué características tiene, cuales son sus ventajas y desventajas de que nos jalen hacia un mundo que nos gusta en ocasiones, o que nos enajene nos lleve a la destrucción de lo más profundo de nuestra humanidad y de nuestra naturaleza la nuestra y la del entorno, del paisaje. Todo en el mundo es relativo dios, los valores, el conocimiento puro, los seres humanos le damos un sentido a lo que hacemos, tomamos las cosas que nos dicen como nos de la gana, somos selectivos y las compartimos según nuestra representación. En la modernidad adolecemos de voluntad, porque cristianamente se nos enseña a ser piadosos, políticamente se nos enseña ser seudodemocráticos y en éste sentido ocupar una parte en la maquinaria social, ser un fox sin talento que no hace más que lo necesario, no tenemos buen cine porque no hay buñueles, no hay chaplines, no hay mostruos creadores del arte, la vida misma es un arte, sino la vivimos así no vale la pena vivirla, es pura cotidiana superficialidad, imbecilidad humana que idealiza una sociedad alterna que nunca va a llegar.

    La subjetividad en el aula de clases.

    el docente, así como el alumno al momento de entrar en el salón de clases llevan consigo a su familia, sus valores y  todo lo que los rodea, y esto genera consecuencias en el aula de clases.

     A través del lenguaje y símbolos, docente y  alumno se comunican, pero cabe destacar hasta qué punto la relación maestro alumno es pareja, hasta qué punto solamente le interesa llevar a cabo un programa, o tomar en cuenta las necesidades de sus alumnos, ver en el aula lo que puede o no puede hacer, qué aspectos pueden salirse de control. ¿de qué manera entonces el docente utiliza un lenguaje horizontal con sus alumnos y con la realidad de afuera que es la que más significado tiene para los alumnos?.

     Lo que nos sitúa en un lugar como sujetos, es el lenguaje, jaques lacan explica cómo un niño cuando está reconociéndose en sus primeros años frente a un espejo, al igual que el chimpancé va detrás del espejo para resolver quién está detrás de él, llegando así al descubrimiento de sí mismo, pero en el sujeto la diferencia es que la madre está al lado del niño y le dice: eres tú, el lenguaje es entonces el que marca la diferencia entre la imagen y el cuerpo.

    Cuando el docente da alternativas de elegir temas, no solamente propicia la libertad, sino situaciones inesperadas para el mismo maestro, así como para el alumno, el conocimiento se construye a partir de lo que vive cada quien desde su realidad, al compartir sus expectativas, debilidades y aficiones se logra otro tipo de interacción en el aula.

     Se promueve la autonomía por parte de los alumnos, el reconocimiento de reglas generadas por ellos mismos, y el docente toma en cuenta la participación del alumno, y es en éste sentido cuando hay un mayor acercamiento por parte del docente, ya que al escuchar lo que cada quien opina, al expresar lo que cada alumno piensa y siente se le hace partícipe del grupo, y a la vez se le aclara la diferencia entre su forma de ver el mundo y lo que es, como el ejemplo de jaques lacan,.de la mamá que afirma al niño que es él quien se reconoce frente al espejo.

     Al reconocer a la subjetividad como parte integrante en el aula, se reconoce que el docente no tiene la verdad absoluta, de hecho nadie la tiene, parte del principio de incertidumbre, por lo tanto el conocimiento en éste sentido es inducido por parte del docente para ser construido entre todos, se le da oportunidad al alumno de "ser" para que disfrute de lo que construya, ame lo que haga, vea el error como parte del aprendizaje, y se arriesgue a enfrentarse consigo mismo y ante los demás.

    Conclusiones

    Tomé lecciones de violín de los seis a los catorce años, pero no tuve suerte con mis maestros. para ellos, la música se reducía a un juego mecánico. comencé realmente a aprender música a los trece años, sobre todo porque me enamoré de las sonatas de mozart. en general, el amor es el mejor maestro en el sentido del deber.

    (Einstein)

    (Colín A., Toledo M., Sosa C., Sosa E., 1999).

    Un hombre no aprende a comprender nada a no ser que lo ame (johann wolfgang von goethe)

     Cuando disfrutamos de lo que creamos, cuando nos gusta lo que hacemos, cuando las actividades escolares se integran a nuestra realidad social, escolar, comunitaria, familiar, le damos otro sentido, otro valor al aprendizaje, se vuelve éste más autónomo, somos capaces de autoevaluarnos, de evaluar y diferenciar como alumnos del maestro que nos impone el conocimiento a partir de verdades absolutas, de la objetividad, o del que se convierte en un guía y facilitador de nuestro aprendizaje.

     La práctica docente requiere de un análisis profundo de el aquí y el ahora, de las dimensiones que intervienen en los fenómenos áulicos, para que el docente detecte las necesidades que tiene cada salón de clase para construir con los alumnos el conocimiento y el aprendizaje, enfrentándose a situaciones nuevas e inesperadas, a través de la intersubjetividad entre docentes y alumnos.

    Referencias bibliográficas. 

    1. Fierro C. Fourtoul b. Rosas l  (1995) más allá del salón de clases,

    Centro de estudios educativos a.c., méxico.

    1. Colín A., Sosa C., Sosa E., Toledo M., (1999) el traspatio escolar, Paidós, (reimp.) México.
    2. Curtis B., Mays W., (comp), (1984). Fenomenología y educación. Fondo de cultura económica, méxico.
    3. Fierro C. Fourtoul B. Rosas l (2000) (reimp.) Transformando la práctica docente, una propuesta basada en la investigaciónacción. Paidós, México.

     

     

    Ezequiel Zambrano Castro

    Lic. En Ciencias de la Educación

    Egresado de la Facultad de Ciencias Humanas

    En la UABC.

    Mexicali, BC.

    13 de enero del 2006