- Signos positivos
- Problemas y resistencias
- Ecumenismo en Colombia
- Consejo Mundial de Iglesias
- A modo de conclusión
A modo de introducción, quiero resaltar que el ecumenismo[1]comprende la unidad de los cristianos. Para que el ecumenismo sea posible tiene que dejarse de lado las implicaciones sociales, económicas, políticas e incluso intereses personales.
Con esa afirmación quiero desarrollar sobre el ecumenismo y religiones, lo que he aprendido durante este semestre.
El ecumenismo es un estilo de vida, que implica:
vivencias,
diálogo (Antropología),
tradición teológica (La Biblia),
eclesiología (La Iglesia),
una teología (diversas tradiciones – bautismo, matrimonio y eucaristía),
la pastoral (ética – formas de comportamiento).
Además hay tipos de ecumenismo:
Ecumenismo académico: consiste en un acuerdo a nivel general.
Ecumenismo jerárquico: consiste en tener estructuras fijadas (signos, símbolos,…).
Ecumenismo de la base: consiste en ver la forma de actuar, de accionar (estilo de vida).
Frente a estas afirmaciones, quiero manifestar desde el punto de vista de la Iglesia Católica el valor del ecumenismo en nuestros tiempos. Ciertamente el progreso de la conciencia ecuménica en el ámbito de la Iglesia católica viendo a nivel general es positivo.
Signos positivos
Las encuestas[2]han mostrado de forma evidente que en todo el mundo el decreto Unitatis redintegratio ha contribuido a una mejora radical de las actitudes católicas con respecto a los demás cristianos; se ha superado en gran parte la actitud polémica que predominaba en el pasado.
Los católicos han adoptado una actitud positiva en lo que atañe al compromiso ecuménico. Se desean conocer más a las otras Iglesias y comuniones cristianas, y por lo general están dispuestos a participar en actos y encuentros ecuménicos, especialmente cuando se trata de orar juntos por la unidad. Sin más el ecumenismo espiritual es una actividad muy generalizada. Además de la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que sigue siendo el momento principal de la actividad ecuménica, casi por doquier se han multiplicado las celebraciones comunes de las más importantes fiestas y conmemoraciones litúrgicas, así como de las festividades civiles, nacionales o locales.
Por doquier se suelen compartir lugares de culto. Dos terceras partes de las respuestas al cuestionario se han referido a la colaboración ecuménica en el ámbito parroquial y a la publicación de orientaciones para la actividad ecuménica en las regiones respectivas. Por lo general, se puede asegurar que en la Iglesia prosigue y se difunde cada vez más el deseo de vivir el compromiso ecuménico impulsado por el concilio Vaticano II.
Problemas y resistencias
Al mismo tiempo, no podemos ser ingenuos, sobre dichas dificultades porque son desafíos que se deben afrontar para promover en la práctica la unidad de los cristianos.
Sintetizando, se puede afirmar que las cuestiones teológico-pastorales a las que se alude con más frecuencia son las siguientes:
— El problema del reconocimiento recíproco del bautismo y la costumbre de algunas Iglesias y comunidades eclesiales de volver a bautizar a los católicos. Después de su asamblea plenaria del año 2001, el Consejo pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos envió a las Conferencias episcopales una presentación de las directrices que algunas de ellas habían emanado sobre el reconocimiento recíproco del bautismo. La presentación fue publicada en el Boletín del dicasterio[3]
— La cuestión de los abusos en lo que atañe a la communicatio in sacris.
— Las cuestiones relativas a los matrimonios mixtos.
— Los problemas planteados en algunos lugares por aparentes excesos en devociones católicas de culto a la Virgen María.
— La cuestión de la unificación de la fecha de la Pascua – tema discutido en varios ámbitos desde el concilio Vaticano II, que constituye una preocupación muy sentida de modo especial en Oriente Medio.
— La diversidad en la organización y en las estructuras eclesiales en algunos países impide a los católicos encontrar interlocutores ecuménicos en algunas otras confesiones.
Página siguiente |