Fuentes arqueológicas en el estudio de la esclavitud en Cuba
Enviado por Lourdes S. Domínguez
Introducción
Para realizar un estudio sobre la esclavitud en Cuba, sin lugar a dudas, debemos comenzar por el siglo XVI, puesto que con el inicio de la conquista y colonización se implanta un sistema muy sui géneris en nuestras tierras americanas: las encomiendas, las cuales no son otra cosa que una forma encubierta de esclavitud; nefasta apropiación del trabajo de unos hombres por otros, que existía en el mundo desde muchos siglos antes[1: 451].
En estas famosas encomiendas, los primeros en utilizarse fueron los aborígenes antillanos; con ellos se probó extraer, en breve tiempo, la riqueza de estas tierras. En lo que concierne a las Antillas, el indio no sirvió a estos fines, pues no fue lo suficientemente fuerte, por lo que, desde el propio siglo XVI, comenzaron a traerse negros esclavos, específicamente desde 1517, cuando el Rey Carlos V autorizó la primera licencia para su introducción[2: 37], ya que primaba la idea de que "… el trabajo de un negro equivalía al de cuatro indios…"[3: 49-109]. Este planteamiento echa por tierra la famosa "leyenda negra", atribuida a Fray Bartolomé de las Casas, en la que se culpa al famoso cura de haber sugerido que se esclavizaran negros en vez de indios.
Así, los primeros esclavos en la América Caribeña fueron nuestros indios, mediante las diferentes variantes del sistema instituido: encomiendas, experiencia y pueblo de indios.
En los primeros años, este grupo aborigen es el que se enfrenta al trabajo forzado y a los enbates de la colonización. Años después, cuando habían esquilmado a la población autóctona y el escándalo de tan salvaje avasallamiento retumbaba en el mundo, es que se deciden a importar en mayor cantidad mano de obra esclava de África, negocio que comenzaba a dar grandes resultados. Tan fructífero fue que llenó las arcas de unas cuantas famosas familias cubanas de la época. Esta práctica se inició débilmente primero, y alcanzó un extraordinario auge, como institución esclavista propiamente dicha, a finales del siglo XVIII y en los dos primeros tercios del siglo XIX, como una particularidad del capitalismo incipiente. Fue el "despegue azucarero" en el siglo XVIII[4: 15] el que hizo cambiar el status de estos hombres " esclavos negros " en el Caribe y, por ende, en nuestra Isla.
Definido uno de los aspectos del presente trabajo, la esclavitud en Cuba, pasaremos a exponer la cuestión principal, el aporte de la arqueología al estudio de la esclavitud en nuestro país, mediante la utilización de sus fuentes y cómo, con los elementos existentes, se puede ampliar el conocimiento de la vida cotidiana de indios y negros, los que representan una parte importante de nuestro pasado histórico.
La posibilidad de utilizar el aporte de las fuentes arqueológicas al estudio de la esclavitud en Cuba, es de gran novedad y nos permite afirmar o negar hechos, que a veces se presentan confusos por falta de documentos o porque estos no muestran totalmente la realidad de las cosas[5: 5].
Antes de entrar en el desarrollo de este tema, debemos de explicar qué se entiende por fuentes arqueológicas y, muy en especial, cuál es el verdadero manejo de las mismas. La arqueología, como ciencia, posee sus propios métodos y como resultado de su aplicación se producen sus propias fuentes de información; aunque estamos conscientes de que "… el factor determinante en la arqueología actual no es el problema de las fuentes, sino el carácter y método para lograr una buena interpretación histórica y sociológica"[6: 5] de los grupos humanos que se estudian y del hecho histórico concreto; también estamos seguros de que con un mejor aprovechamiento de las fuentes se logra una mejor interpretación, de aquí el valor del estudio de ellas.
La interpretación, reiteramos, solo se logra cuando hay un buen estudio de las fuentes, que son las que aportan, al final, los elementos necesarios para definir concretamente el contexto arqueológico que científicamente se toma y, además, negar, afirmar o ayudar a reconstruir un hecho histórico determinado, en este caso la esclavitud en Cuba. Para el estudio de la misma en nuestro país, sobre todo en algunos puntos de índole material, con la colaboración de la arqueología se han podido alcanzar valiosos criterios, tanto sobre aquellos cuya vida fue troncada ante la usurpación de sus tierras, como sobre lo que se asentaron en nuestras tierras en contra de su voluntad.
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