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Teletrabajo en Argentina. Su sentido ideológico frente a la experiencia laboral precarizante

Enviado por Djamel Toudert

Partes: 1, 2

    1. Abstract

    La siguiente ponencia tiene como objeto de estudio al teletrabajo. Este se presenta como una nueva modalidad de trabajo, un nuevo modo de organización de la producción. Desde un primer acercamiento podemos definir al teletrabajo constituido por dos componentes: 1. la deslocalización del puesto de trabajo de las oficinas centrales o la fábrica 2. el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (principalmente correo electrónico e Internet). Para analizar las características que adopta esta modalidad de trabajo en Argentina tomamos un congreso virtual de teletrabajadores llevado a cabo en los meses de julio y agosto de 2002. Se analizaron los ciento cincuenta mails pertenecientes al primer mes de este congreso para delimitar las representaciones de los teletrabajadores en torno a esta modalidad de trabajo. Estas representaciones se agrupan en cinco categorías: o Regulación: se refiere a la falta de un marco legal para esta modalidad de trabajo; o Subjetividad: tiene que ver con cuestiones relacionadas con la subjetividad del teletrabajador (sensación de aislamiento por la falta de contacto personal diario, delimitación del espacio doméstico y el espacio laboral dentro del hogar, gestión y organización de las tareas diarias); o Capacitación: son debates acerca del tipo de capacitación requerida para esta modalidad de trabajo (los teletrabajadores hablan de "aprendizaje colaborativo" o "aprender haciendo-hacer aprendiendo"); o Confianza y promoción: se reflexiona sobre la necesidad de "confianza" entre empleador y empleado como requisito para implementar esta modalidad de trabajo. Se tratan aquí también todas las cuestiones referentes a las relaciones laborales (tipo de contratación, forma de establecer la remuneración, control del proceso de producción, acuerdos entre el empleador y el teletrabajador sobre los tiempos de realización de tareas, etc.); o Atenuación del desempleo y autoempleo: dentro de un marco más general, se debaten las posibilidades del teletrabajo para atenuar la situación de desempleo y las contradicciones que implica promover trabajo autónomo teniendo en cuenta el rol del Estado en la generación de empleo. Como segundo paso, se aplican estas representaciones a ocho experiencias concretas de teletrabajo recogidas a través de entrevistas en profundidad realizadas en los años 2002 y 2004, para dar cuenta de la distancia entre el sentido ideológico del teletrabajo y la práctica concreta. Las ocho entrevistas fueron realizadas a teletrabajadores argentinos de distintas profesiones y ocupaciones (artista plástico, diseñador, secretaria virtual, docente) y se han seleccionado esas porque consideramos que son representativas de nuestro universo de estudio.

    Palabras claves· argentina, deslocalización, estudios cienciatecnologíasociedad, teletrabajo,tics.

    2. Una forma de aproximación al "poder" del teletrabajo

    Los vínculos sociales se encuentran entrecruzados por relaciones asimétricas de poder que se cristalizan en determinadas prácticas y los sentidos a ellas asociados. En este caso, se observan ciertos comportamientos producidos en los espacios de trabajo, en tanto escenario de lucha, dominación y resistencia. Para lo cual nos detendremos en los instrumentos de ejercicio del poder desplegados en el marco de una innovación organizacional reciente: el teletrabajo.

    Durante las ultimas dos décadas se ha tendido a presentar esta novedad como la solución predilecta de los muchos problemas en el seno de la producción. Esta afirmación promovía un cambio de naturaleza profunda de la forma de concebir el trabajo y a los trabajadores a partir de la aplicación de este modelo. Nuestra mirada sobre el tema se propone cuestionar este tipo de prenociones ideológicas, cualquiera sea su fuente, profundidad o alcance. Para hacerlo intentaremos hacer visibles los entramados laborales en donde se emplea teletrabajadores.

    Para reconocer la especificidad que adquiere esta innovación laboral se puede partir de una de las definiciones mas ampliamente aceptadas por el mundo académico, según la cual:

    "El teletrabajo puede definirse como el trabajo efectuado en un lugar donde, apartado de las oficinas centrales o de los talleres de producción, el trabajador no mantiene contacto personal alguno con sus colegas, pero está en condiciones de comunicar[se] con ellos por medio de las nuevas tecnologías" (Di Martino, Wirth, 1990: 471)

    A lo largo de estos años las definiciones sobre el teletrabajo han variado sobremanera, tal es así que para su denominación se emplean distintos vocablos: telecommuting (teledesplazamiento), networking (trabajo en red), remote working (trabajo a distancia), flexible working (trabajo flexible) y home working (trabajo en casa). También existen definiciones ya tradicionales que han desarrollado una influencia más allá del mundo académico, pero que no adoptamos por dos razones: fundamentalmente porque es una versión mas apegada a los discursos empresariales y además porque pondera de un modo exagerado, según suponemos, la dimensión "locativa" del puesto y no del colectivo de trabajo, en tanto ámbito de socialización fundamental del trabajador:

    "El teletrabajo es una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante parte importante de su horario laboral. Engloba una amplia gama de actividades y puede realizarse a tiempo completo o parcial. La actividad profesional en el teletrabajo implica el uso frecuente de métodos de procesamiento electrónico de información, y el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajo y la empresa" (Gray, Hodson, Gordon, 1995:63)

    Si bien la anterior no es la definición que corrientemente adoptamos, debemos decir que es la más influyente porque básicamente emplea los dos criterios definitorios de manera explicita: el criterio locativo (la deslocalización) y el criterio instrumental u operativo (la coordinación electrónica del trabajo). En esos términos, aceptamos estos dos elementos estructurales de la reestructuración sin dejar de considerar el plano político que soporta. Nuestra mirada de esta innovación organizacional se centra en todos aquellos dispositivos disciplinarios de control que se emplean para obstruir las formas de acción colectiva, contestataria del proceso hegemónico de definición del sentido, los imperativos y valores que reconstruyen esta modalidad. Por tal razón, en el trabajo se detallan ciertas formas de vulnerabilidad objetivas y subjetivas que expresan la desigual distribución del poder en el mundo del trabajo.

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