Al abordar la presente temática, conviene en un primer momento recordar a uno de los pensadores más notables de todos los tiempos, Platón, cuando dijo: "más importante que la ciencia de gobernar al pueblo es la ciencia de educar a la juventud". Estas palabras permiten reflexionar sobre el quehacer educativo nacional.
Es importante destacar que la mayoría de docentes poseen escaso conocimiento de la fundamentación filosófica, científica y técnica; lo mismo que de las implicaciones sociales que tiene su labor; por cuanto, existe un acomodamiento rutinario. El porqué de ese letargo, bueno obedece a muchas razones entre las que conviene destacar en un primer momento "las estrategias de carácter administrativo y técnico de las autoridades del Ministerio de Educación". Se hace referencia a ello, pues se ha descuidado al docente, relegándose a un plano secundario en el proceso educativo. Sin embargo, las autoridades reconocen lo expresado con respecto al rol del maestro, pues en el documento titulado "Dominios Curriculares Básicos", expresan: "el papel del maestro es fundamental en el proyecto educativo".
Es una apreciación de perspectiva; pues depende en el caso que se explica, de la óptica desde que se está analizando el objeto de la realidad; del que aprende a aprender o del que orienta y facilita ese aprendizaje. El pensamiento humano no debe limitar la realidad; aunque lamentablemente, ese sea el patrón cultural al que se está acostumbrado. Es tan sencillo como comprender el movimiento de rotación de la Tierra; así las cosas, dependerá del hemisferio con respecto al Primer Meridiano en que se encuentre el espectador, para afirmar si es de día o es de noche. Ambos están diciendo la verdad. Ello no debe llevar a la conclusión errónea de que en un mismo lugar es de día y de noche al mismo tiempo. Como se dijo, es una situación de perspectiva. En qué lugar está el sujeto cognoscente y el objeto por conocer. Ello llevará a elaborar conclusiones, que no deben ser vistas con carácter absoluto.
Bajo la premisa demagógica con carácter publicitario de que "los niños y jóvenes son la razón de ser del MINED" (que se ha convertido en un paradigma de la educación salvadoreña) y el enfoque que caracteriza al Currículo Nacional —humanista, constructivista y socialmente comprometido —, se olvida que en el proceso educativo la parte más importante de la acción educativa es el maestro—en sentido relativo—; pues de que sirven los mejores programas de educación, los más profundos libros de formación pedagógica o toda una eficiente organización administrativa, si los actores principales carecen de los conocimientos necesarios que posibiliten su labor; dado que son ellos, quiénes dinamizan o le dan vida a la gestión educadora.
Se tiene que preparar de manera constante al docente, dándole las herramientas filosóficas, científicas y técnicas que fundamentan la pedagogía moderna.
Ello implica, motivar e incentivar al docente; pero además, darle el valor que le corresponde en la sociedad de conformidad con lo expresado por el pensador antes citado; en fin, dignificarle. Si se entiende que el arte de educar a la juventud es una tarea difícil, entonces se estará en una mejor posición para abordar el problema educativo.
No se puede concebir a un docente con una escasa o nula preparación. Imagínese a un médico entrando a una sala de operaciones en la que usted será atendido quirúrgicamente y que ese médico jamás ha realizado una intervención como la suya, pero que además, no está actualizado en sus conocimientos por haber descuidado de manera rotunda su constante preparación, en fin; ni conoce las herramientas de las que tiene que echar mano…un total incompetente.
Veamos ahora el caso de un docente que atiende un grupo de unos cuarenta niños durante uno o varios años, que no conoce los fundamentos filosóficos, científicos y técnicos de la pedagogía; sus conocimientos elementales dejan mucho que desear; pues es de aquéllos, que ha concebido de manera absoluta las ideas que de vez en cuando escucha sobre el enfoque educativo de la actualidad; es decir, de las tendencias de la didáctica; y cree por tanto, que no es necesario tener un cúmulo de conocimientos en la base de datos de su cerebro.
En el documento citado anteriormente referido a los Dominios Curriculares Básicos, dice que éstos son: "el conjunto de aprendizajes significativos, constituidos por los conocimientos, habilidades y actitudes que promueven el desarrollo personal y social de los educandos, en un determinado ciclo y / o nivel de escolaridad". Como se ve, no se está desechando los conocimientos; sino que al contrario, ambiciosamente se espera llegar a satisfacer otras áreas de la formación humana descuidadas por la escuela tradicional, que le dio énfasis sólo al aspecto cognoscitivo. Pestalozzi, defendía la individualidad del niño y consideraba como una necesidad la preparación del maestro. Su opinión versaba en la importancia de la preparación del maestro para lograr el desarrollo integral de sus alumnos, más que para implantarles conocimientos.
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