El catéter venoso percutáneo: una opción económica y segura para niños pretérmino de muy bajo peso
Enviado por Henry Ramírez-Hoffmann, M.D.
Publicación original: Colombia Médica, 1996; 27: 11-15 – ISSN 1657-9534, Reproducción autorizada por: Corporación Editora Médica del Valle, Universidad del Valle, Cali, Colombia |
- Materiales y métodos
- Discusión
- Agradecimientos
- Referencias
- Anexo 1. Protocolo de Inserción del Catéter Venoso Percutáneo
RESUMEN: Se midió, mediante un estudio descriptivo-prospectivo, la eficacia del catéter venoso percutáneo en los recién nacidos prematuros menores de 37 semanas, con peso ² 1800 g, que ingresaron a la Unidad de Cuidados Intensivos de Recién Nacidos del Hospital Universitario del Valle, Cali, Colombia. El equipo para aplicar el catéter se conformó con elementos nacionales en su mayoría, lo que disminuyó en 50% los costos en este rubro. La muestra quedó constituida por 76 niños que ingresaron a la sala en el período de agosto de 1994 a febrero de 1995 y a quienes las enfermeras especialistas en enfermería neonatal les insertaron el catéter en las primeras 48 horas de vida. Como resultados principales del estudio se encontró que el tiempo promedio de permanencia del catéter fue de 14.3 días; las venas más utilizadas para su inserción fueron la basílica y la cefálica. La ubicación de la punta del catéter a nivel central fue predominante en las venas subclavia y cava superior; las causas de retiro correspondieron a razones como finalización del tratamiento y vía oral establecida. Además, 75% de los prematuros ganaron peso. Las complicaciones que hubo fueron propias de la prematurez y no se debieron a la presencia del catéter. Por todo lo anterior se vio que el catéter venoso percutáneo es un método seguro y eficaz, pues permite, al prematuro crítico, continuidad en el tratamiento, ganancia diaria de peso y administración de apoyo nutricional a altas concentraciones.
Palabras claves: Enfermería. Neonatología. Prematuridad. Costos.
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La prematuridad y el bajo peso al nacer por lo general están presentes de manera simultánea sobre todo en los niños que pesan ²1500 g, cuando nacen. Ambos factores se asocian con un aumento de la morbilidad y mortalidad neonatal1. Estos niños por su estado de inmadurez difícilmente soportan las tensiones de la vida extrauterina. En estos casos los diagnósticos de ingreso más frecuentes son: enfermedad de la membrana hialina, ductus arterioso persistente, anomalías congénitas de los distintos sistemas, enterocolitis necrotizante, hemorragia intracraneal, infecciones y asfixia fetal2.
Los niños prematuros requieren una iniciación temprana de líquidos y electrólitos, carbohidratos, proteínas y lípidos necesarios para el crecimiento, pues sus reservas metabólicas son bajas. Por tanto, la disponibilidad de una vía venosa confiable y duradera es muy importante para el logro de este fin3. El procedimiento más utilizado para obtener una vía venosa es la venopunción periférica, pero es muy frecuente que como esta vía se agota bastante temprano, se deba recurrir a la venodisección.
Este último procedimiento, que establece una comunicación directa entre el ambiente externo y el sistema circulatorio del niño, aumenta la probabilidad de infecciones; además tiene el inconveniente que sólo lo puede efectuar el médico cirujano pediatra lo que con frecuencia dificulta su realización inmediata y, por ende, repercute en la continuidad del tratamiento y en la aparición de complicaciones como la hipoglucemia. Una alternativa a la venodisección es la canalización percutánea4.
El número elevado de recién nacidos prematuros que necesitan una vía venosa central llevó a que el grupo de profesionales de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos de Recién Nacidos (UCIRN) del Hospital Universitario del Valle (HUV), adaptara el equipo para aplicar el catéter venoso percutáneo (CVP) con elementos nacionales de bajo costo y de uso común en la sala, a excepción del catéter silastic que es importado.
Con esta innovación se pudo cambiar una tecnología costosa y complicada por una acorde con los recursos de la institución y de las familias de los niños. Asimismo, se vio también que el procedimiento para instalar el CVP, que es económico y de fácil acceso, se pueda llevar a cabo en otras instituciones de los niveles II y III, tanto a escala local como nacional. En el HUV el costo por unidad del material necesario para efectuar el procedimiento de inserción es aproximadamente, en el momento del estudio, de $20,000 suma inferior al costo del equipo ($60,000) que ofrecía el mercado nacional e internacional.
MATERIALES Y MÉTODOS
Durante el período de septiembre de 1994 a febrero de 1995 se realizó un estudio de tipo descriptivo prospectivo en una muestra de 76 niños recién nacidos prematuros (RNP). El tamaño de la muestra se determinó mediante la siguiente fórmula:
n = Z2 . a2 /¶2
donde:
Z2 = Abcisa de la curva que cubre un área de 95% de confianza (probabilidad) = 1.96.
a2 = Varianza de la variable peso de los recién nacidos con peso ² 1800 g, calculada a partir de una muestra de 186 recién nacidos que ingresaron a la sala del HUV entre enero 1 y abril 31 de 1994 y que es igual a 89'510,802.
¶2 = Error de estimación para el promedio de la variable peso del recién nacido que se consideró como de 56 g.
Los sujetos del estudio eran niños RNP que ingresaron en el período comprendido entre septiembre de 1994 y febrero de 1995 a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN) del HUV, con menos de 37 semanas de gestación, peso al nacer ²1800 g y, a los que en las primeras 48 horas de nacido se les había insertado el CVP.
El costo del CVP fue $20,000 cada uno. Este precio, es mucho más barato frente al costo unitario del equipo comercial, $60,000, que representa la adaptación de una tecnología costosa a los recursos de la institución y de los usuarios de la sala de RN.
En el Anexo 1 se describe el protocolo para efectuar el procedimiento por las enfermeras.
El tiempo de hospitalización podía haber transcurrido en la UCIRN del HUV o en un hospital de nivel II al que se hubiese remitido el niño con el CVP.
Para la recolección de los datos se hizo un formulario que incluyó identificación, diagnóstico de ingreso, fecha y hora de ingreso, peso al nacer, edad gestacional en semanas, fecha y hora de nacimiento, fecha y hora de inserción del catéter, sitio donde quedó localizado, ubicación central del catéter, causas de retiro del CVP, toma de cultivo y resultados, germen colonizador, fecha de retiro del catéter, nombre de la enfermera que efectuó el procedimiento, observaciones y diagnósticos que se agregaron. A diario se registraron aspectos relacionados con la evolución del RNP como: fecha, peso del día, tipos de soluciones administradas y su concentración, diagnósticos adicionales y otros referentes al estado del catéter.
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