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Análisis de la tragedia Alfonso Munio, de Gertrudis Gómez de Avellaneda


Partes: 1, 2

    1. Análisis de la obra
    2. Subsistema de los personajes
    3. Estructura, lenguaje y rima
    4. Consideraciones
    5. Bibliografía

    La Avellaneda y su obra literaria: Generalidades

    …porque la Avellaneda es parte riquísima de nuestra herencia cultural, su obra es orgullo nuestro, ejemplo para nuestros escritores contemporáneos, de rigor en el tratamiento de la poesía lírica, del drama, de la novela, de la leyenda (…). Es un ejemplo extraordinario de escritora, y solamente su afán de no comprometerse la colocó en una situación de la que ahora debemos rescatarla. Hagámoslo así, porque la Avellaneda es nuestra, es cubana, y es grande entre los grandes escritores de la humanidad.

    José Antonio Portuondo

    Gertrudis Gómez de Avellaneda o Tula como le conocían, nació en Puerto Príncipe (actual Camagüey ) el 23 de marzo de 1814, fue hija del capitán Manuel Gómez de Avellaneda, oficial de la Marina Española, y la camagüeyana Francisca Arteaga y Betancourt. Recibió su primera influencia literaria de su padre, pues, como ella misma afirma, en su casa no faltaba "el cuarto de libros" donde pasaba el día. Antes de cumplir los nueve años "ya escribía apasionados versos", según declara en sus páginas autobiográficas. Pronto compuso novelas y dramas y se distinguió como actriz en funciones de aficionados.

    En su ciudad natal estudia francés y realiza abundantes lecturas, sobre todo de autores españoles y franceses. En abril de 1836 sale de Santiago de Cuba, con 22 años, hacia Europa junto a su padrastro, también militar español y su madre.

    Después de una corta estancia en Burdeos, reside un año en La Coruña y más tarde en Sevilla. Por esta época comienza a publicar en diversas revistas y periódicos, y estrena su primer drama (Leoncia en 1840); es acogida por los liceos de Sevilla, Málaga y Granada. Se traslada a Madrid, en cuyo Liceo es recibida como Socia de Literatura.

    Alrededor de 1844 comenzaron sus amores con el poeta Gabriel García Tassara, de los cuáles es fruto una hija, que se muere a los pocos meses de nacida (1845). En ese mismo año obtiene dos premios, uno utilizando como seudónimo el nombre de su hermano.

    Al año siguiente contrae matrimonio con Pedro Sabater, que muere tres meses después. Tras un breve retiro, la Avellaneda vuelve a Madrid y despliega una intensa actividad intelectual, entre 1846 y 1858 estrena en teatros de Madrid, a veces con gran éxito, no menos de trece obras dramáticas, entre ellas "Hortensia" (1850), "Los puntapiés" (1851) y "La sonámbula" (1854) no impresos y actualmente perdidos. Hacia 1853 intenta ingresar en la Academia Española, pero le es negada la solicitud por ser mujer.

    Contrae matrimonio con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política, viajan a España y Francia, Verdugo posteriormente es designado para un cargo oficial en Cuba, por lo que la Avellaneda regresa a su isla natal en noviembre de 1859. Aquí se le tributa "Un homenaje nacional en el teatro Tacón de La Habana el 27 de enero de 1860. Dirige en La Habana la revista "álbum Cubano de lo Bueno y lo Bello" (1860). En unión de su esposo, realiza un recorrido triunfal por varias ciudades de la isla, incluyendo Puerto Príncipe, donde es también homenajeada.

    En octubre de 1863 muere el esposo en la ciudad de Pinar del Río. La Avellaneda parte con su hermano Manuel hacia Estados Unidos, pasa por Londres, París y regresa a Madrid en 1864. Durante los cuatro años siguientes reside en Sevilla. Entre 1869 y 1871 se dedica a cuidar la edición revisada de sus obras literarias.

    Entre las publicaciones periódicas en las que colaboró durante su vida están: El Cisne (1838), en Sevilla; La Alhambra (1839), en Granada; La Aureola (1839), en Cádiz. Participa también en el álbum Literario Español, El Laberinto, en el álbum del Bello Sexo, en Las Mujeres Pintadas por sí mismas, Revista de Madrid, El Globo, Semanario Pintoresco, El Heraldo, y otras de gran relieve y circulación durante su época.

    Prologó el Viaje a La Habana (1844), de la Condesa de Merlin, dos novelas de Teodoro Guerrero (1857-1864) y el tomo de poesías de Luisa Pérez de Zambrana. Además, tradujo poemas del francés. De las traducciones de su obra pueden citarse dos ediciones en inglés de su drama Baltasar (Nueva York, 1908), y (London, 1914), .la traducción también al inglés, de Guatimozín, último emperador de México (México, 1898), y de las Cartas de Amor (La Habana, 1956). Utilizó el seudónimo de La Peregrina.

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