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Características del trastorno bipolar y su inicio precoz

Enviado por edgar bravo sosa


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  1. Introducción
  2. Justificación
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El trastorno bipolar es un trastorno mental grave que se caracteriza por la alternancia o concurrencia de síntomas depresivos y maníacos que pueden ir acompañados de sintomatología psicótica, con temporadas intercurrentes sin episodios afectivos mayores. Sin embargo, lejos de esta clásica concepción de lo maniacodepresivo, cada vez existen más datos que muestran una evolución distinta. La presencia de síntomas clínicos sin reunir criterios para un trastorno afectivo mayor a lo largo de la evolución de la enfermedad resulta más frecuente que la ausencia total de los mismos, lo cual repercute también negativamente en la calidad de vida del paciente. La prevalencia vida del trastorno bipolar oscila entre el 2 y 5%, dependiendo de los criterios diagnósticos considerados, existiendo también un creciente acuerdo entre los expertos en que puede manifestarse la sintomatología dentro de un espectro clínico bipolar más amplio. La idea de que el trastorno bipolar no produce deterioro en las distintas esferas de la vida del paciente no siempre se cumple, estando sujetos la evolución y el pronóstico de la enfermedad a una gran variabilidad que guarda relación con el número de episodios previos y la gravedad/intensidad de los síntomas, así como la respuesta y cumplimiento del tratamiento. Además, el trastorno bipolar supone un importante coste personal y social, siendo la séptima causa de discapacidad entre las mujeres de 15 a 44 años. Debido a la concurrencia de diferentes síntomas, su tratamiento puede implicar a varios fármacos, incluso de distintos grupos farmacológicos. Se considera que el tratamiento principal y patrón oro de los estabilizadores del estado de ánimo es el litio. Entre los nuevos estabilizadores destacan lamotrigina como preventiva de fases depresivas o valproato en el tratamiento de la manía, aunque también pueden ser útiles otros anticonvulsivantes. La utilización de antipsicóticos se hace necesaria en muchas ocasiones, siendo preferibles los atípicos frente a los clásicos, ya que los primeros no inducen fases depresivas. Además de ser eficaces en el tratamiento de la manía, algunos pueden serlo también en la prevención de recaídas y en el tratamiento de síntomas depresivos. El uso de antidepresivos, al menos en monoterapia, es controvertido (aunque necesario en muchos casos) debido a las posibilidades de inducir viraje. Por otra parte, muchos pacientes con esta patología pueden verse también beneficiados de tratamientos complementarios como la psicoterapia, y sobre todo los grupos psicoeducativos que han demostrado mejorar la evolución del trastorno. En España se dispone de poca información epidemiológica sobre la situación clínica e historia natural de los pacientes con trastorno bipolar, así como de los tratamientos que reciben. Los estudios neuropsicológicos del trastorno bipolar en adultos han señalado alteraciones en las funciones ejecutivas, mnésicas y atencionales como endofenotipos neurocognitivos del trastorno. Sin embargo, se conoce poco sobre la caracterización neuropsicológica del Trastorno Bipolar Pediátrico (TBPP), misma que ha sido complicada dado que existe una comorbilidad del 60%-90% con el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Así, desde la perspectiva neuropsicológica, el TBPP ha sido poco estudiado.

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