El caso de Onán (la masturbación y los métodos anticonceptivos) y el uso del verbo abortar en la Biblia
Enviado por Benjamín Olea Cordero
- El caso de Onán, la masturbación y los métodos anticonceptivos
- El uso del verbo "abortar" en la Biblia
- La palabra "muerte" en Éxodo 21.22 y 23
- Ideas paralelas a Éxodo 21.22-25 en otros códigos del antiguo oriente
- Conclusiones
El caso de Onán, la masturbación y los métodos anticonceptivos
Uno de los personajes bíblicos alrededor del cual se han tejido algunos malos entendidos es Onán; pero ¿quién fue Onán?
Onán es un personaje del cual la Biblia habla muy poco, pero muy poco; sin embargo, es posiblemente mucho más conocido que otros que sobresalen más que él en la Biblia, y por mucho. En la Biblia, y nada más en el Antiguo Testamento, se hace mención de Onán, el cual era hijo de Judá, hijo de Jacob. En efecto, a Onán se hace referencia en el Antiguo Testamento sólo en ocho ocasiones, en seis versículos bíblicos, en cuatro capítulos, y nada más en tres diferentes libros: Génesis 38. 4, 8, 9; 46.12 (dos veces);
Números 26.19 (dos veces); 2 Crónicas 2.3.
Pues bien, el núcleo central del relato de la vida de Onán lo encontramos en la narración de Génesis 38.1-10. Dentro de esta sección podemos leer la siguiente afirmación: " Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida."
Ahora, cabe la pregunta: ¿Por qué muere Onán? Onán muere por no querer levantarle descendencia a su hermano "Er", en el contexto de la llamada "ley del levirato". ¿Qué establecía la "ley del levirato"? La palabra levirato viene de una palabra latina, levir, que significa: cuñado1, el hermano del esposo o marido. La ley del levirato2 cuyo origen parece hallarse antes de la existencia del código mosaico o ley de Moisés, establecía que si un hombre moría sin dejar descendencia, un hermano suyo que viviera con él, debía tomar por mujer a la viuda y así levantarle descendencia a su hermano fallecido. Como la sociedad israelita era patriarcal, la ley del levirato establecía que el primer hijo varón que le naciera a la nueva pareja representaba la descendencia del hermano muerto y no le pertenecía al real y verdadero progenitor. Pero, ¿por qué podría negarse un hombre a cumplir con lo estipulado por esta ley? En primer lugar hay que dejar bien claro que el cumplimiento de esta ley suponía un alto grado de altruismo, solidaridad y autonegación, pues existía la posibilidad de que habiendo levantado descendencia a su hermano ocurriera que él mismo muriera sin dejar descendencia propia. En segundo lugar, ante el hecho de que la descendencia real y segura era la que cada hombre podía levantar por sí mismo, era comprensible que muchos no estuvieran dispuestos a cumplir con lo que estipulaba la ley del levirato. Además, había que considerar si realmente el cuñado se sentía a gusto con su cuñada tanto en lo relativo a su apariencia física como en lo que tenía que ver con sus virtudes y cualidades personales3. Ahora bien, para los que entiendan que exagero este último aspecto y que olvido que la antigua sociedad israelita era muy diferente a la nuestra, les recuerdo que aunque Jacob conoció y tuvo por esposas a las dos hijas de Labán, prefería, sin embargo, a la menor, que fue a la que realmente amó (Considérese a Génesis 29.16-30).
Lo curioso es que, quizás, lo que haya hecho famoso a Onán fue el método que usó para no levantarle descendencia a su hermano. El método empleado por Onán es lo que técnicamente se conoce hoy con el nombre de "coitus interruptus" (interrupción del coito, retirar el pene de la vagina antes de eyacular). Lo interesante es que de manera errónea se ha tomado el caso de Onán para levantar un discurso de oposición a la masturbación y a los métodos anticonceptivos4.
1 La palabra que en la Biblia (sólo el Antiguo Testamento) se traduce "cuñado" es yabám; y "cuñada" es yebamáh. De ahí que el tratado rabínico sobre "las cuñadas", en el contexto de la ley del levirato, se conoce con el nombre hebreo de yebamot, plural de yebamáh.
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