- Historia
- Juan Berisso, el precursor
- Los saladeros
- Nace la ciudad de Berisso
- Inmigración
- Capital del inmigrante
- Los monumentos
- Su geografía
- Bibliografía
Génova, comienza la historia… La ciudad de Génova fue fundada en el año 707 antes de Cristo.
Su historia tuvo innumerables vaivenes, y se caracterizo por fuertes luchas intestinas.
De Génova, mas precisamente del Valle de Los Berisso, Lavagna y alrededores provienen los Berisso argentinos.
El primer Berisso que llego a Argentina sería Juan Bautista Berisso en 1848, de destacada actuación en la industria saladeril. Nació el 15 de Febrero de 1834, es decir que llego a Bs. As a los 15 años de edad.
La única referencia que indicaría que antes de Juan vivió aquí otro Berisso, aparece en una carta escrita en 1881 por una turista inglesa M. G. Mulhall.
Párrafo de dicha carta, donde la turista narra la travesía que debieron realizar para llegar a una estancia del Partido de Ranchos, dice así, "cercano al lugar por donde el rancho del primer poblador Berisso fuera quemado por los indios, setenta años atrás, es ahora un pequeño campo circundado por álamos y sauces llorones donde estaban enterrados algunos colonos ingleses" desde lo que se desprende que aquí vivió un Berisso alrededor del año 1811.
El éxito de los Berisso en la industria saladeril había trascendido a su lugar de origen. Tal vez a ello se deba que en la segunda mitad del siglo XIX vengan a la Argentina varios Berisso procedentes de Lavagna, Cogorno y Santa Julia.
Eran épocas en que Argentina era un pueblo de atracción para los inmigrantes y el éxito de los primeros alentaba a otros.
Con respecto a otros países, solo se han encontrado Berisso en Perú, donde se radicó Elsa Luisa Berisso, en Uruguay donde tuvo una actuación destacada Cesáreo L. Berisso, y en Chile donde se radicó Miguel Berisso y tuvo tres hijos y una hija. En EE.UU. se han radicado Berisso argentinos.
Además de nuestra ciudad, el nombre Berisso fue tomado por un paraje de la ciudad de Bs. As, una calle de la ciudad de Avellaneda (Bs. As), una pequeña colonia de Entre Ríos y la base naval de Ushuaia, Tierra del Fuego, Almirante Berisso.
Juan Berisso era hijo de José Berisso y de Teresa Berisso de Berisso, casados en Lavagna en 1830, su padre falleció en 1865 en Italia.
Juan tenía ocho hermanos; María, Rosa, Luis, Colomba, Manuela, Catalina, Esteban, José y Maria Ángela. Salvo Maria y Rosa, los demás hermanos y los hijos de Rosa se radicaron y formaron familias en Argentina.
Juan Bautista Berisso nació, como dijimos, el 15 de Febrero de 1834 y llegó a Bs. As en 1848.
En 1886 el escritor Manuel Chueco realizó una obra titulada "Los primeros de la industria nacional". Un capítulo de esta obra dedicada a describir el trabajo de los primeros industriales del país, está íntegramente reservada a Juan.
El autor cuenta que en 1886, Juan vivía en la Boca, sobre la margen derecha del Riachuelo, en un gran edificio, se supone que se trataba del predio que dio lugar a la Vuelta de Berisso.[1] A una gran producción y no a una gran economía -sigue diciendo el autor- es debido a la fortuna que posee Juan Berisso, quién por su amor al arte, y en beneficio de sus parientes y amigos, han derramado el oro a mano llena.
A los ocho años de edad empezó a ayudar a sus padres trabajando…, a los quince se traslada a Bs. As desde Génova. Después de abonar el pasaje, le quedaba como único capital una moneda de plata española que tuvo que entregar a las autoridades marítimas italianas. Partió entonces solo con el baúl con pocas prendas. No tenía en el país parientes ni amigos. Su primer trabajo fue un una chanchería de la calle Independencia entre Salta y Lima… donde ganó $120 papel moneda de Bs. As al mes. Trabajó día y noche aumentando su remuneración a $300 por mes, durante tres años.
A los pocos días de dejar su empleo abrió en la calle Defensa un despacho de carne, que le dejaba la utilidad de $50 al día, pasados cinco meses vendió y abrió otro en los alrededores de la Iglesia Concepción.
A veces solo, otras asociado a terceros trabajo algunos meses más en Buenos Aires y reunido un capital de $24000 moneda nacional se lanzó a La Campaña donde continuó acrecentando su fortuna.
Un día, una terrible tormenta destruyó la tropa en la cual había empleado todo cuanto poseía, "Juan Berisso volvió a encontrarse de nuevo pobre, vendió sus buenas prendas y recomenzó su actividad primitiva, asociándose con otro, que al tiempo fugo llevándose el capital social. Berisso volvió al trabajo como si cada nuevo golpe le diera fuerza, se une a tres nuevos socios y comienza una nueva actividad: la beneficiación de yeguas, con la cual obtuvo grandes ganancias, continuando con esa empresa hasta 1863, que comienza la actividad industrial dando trabajo a centenares de hombres.
Una vez consolidada y ampliada la industria hasta centuplicarse, vuelve a comprar haciendas y yeguas alzadas… Reconstituye su capital para emprender actividades en gran escala, cuando se asocia con Juan Solari y Tomás Vignale con el objeto de fundar un saladero.
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